ASIA CENTRAL: Rusia reclama acuerdo sobre recursos del Caspio

Rusia quiere llegar a un acuerdo con Azerbaiyán, Irán, Kazajistán y Turkmenistán sobre los recursos naturales del mar Caspio antes que éste sea formalmente dividido entre los cinco países litoraleños.

Pero algunos estados del Caspio, especialmente Irán y Turkmenistán, pretenden definir primero el estatuto legal del mar, una tarea que podría demorar años en concretarse.

El Caspio, el mayor mar interior de la Tierra, es el centro de una lucha de intereses entre Rusia, sus nuevos vecinos independientes e Irán, sobre todo porque contiene seis yacimientos separados de hidrocarburos a lo largo de sus 1.120 kilómetros de extensión.

"La región del mar Caspio se va a transformar en una zona de paz. Rusia no tiene planes para dominar la región", aseguró Viktor Kalyuzhny, viceministro de Asuntos Exteriores.

El área del mar Caspio es de gran importancia para el mercado mundial debido a sus cuantiosas reservas de gas natural y petróleo.

Los yacimientos comprobados de crudo podrían producir entre 18.000 y 35.000 millones de barriles, mientras que otras posibles reservas de la región podrían generar otros 235.000 millones de barriles, según estimaciones.

Sin embargo, parece que las riquezas del Caspio son más difíciles de extraer de lo que se pensaba.

Algunos yacimientos petrolíferos no fueron tan lucrativos como se esperaba y la incertidumbre sobre el estado del mar ha dificultado su explotación, si bien un consorcio de 8.000 millones de dólares encabezado por BP Amoco-Statoil ya está produciendo frente a las costas de Azerbaiyán.

Como se trata de un mar interior, el Caspio nunca estuvo sujeto a leyes marítimas internacionales. Su estatuto fue regulado por tratados bilaterales en 1921 y 1940 entre la antigua Unión Soviética e Irán.

Tras el colapso soviético en 1991, Irán sugirió que el Caspio debería ser dividido equitativamente entre los cinco estados que tienen orillas sobre ese mar.

Según los tratados de 1921 y 1940, Irán controla solo 13 por ciento del mar, de modo que su propuesta de una división igualitaria lo beneficiaría considerablemente.

Por su parte, los vecinos postsoviéticos de Rusia no se muestran muy entusiastas con el plan. "Irán no debería perder, pero tampoco ganar con la división", opinó Kalyuzhny.

Paradojalmente, Rusia apoyó primero a Irán en su rechazo a los intentos de dividir el mar en sectores nacionales acordes con la extensión de la línea costera de cada país. Actualmente, Rusia controla 19 por ciento del Caspio, en proporción a su litoral, y también saldría ganando de una división igualitaria.

No sorprende, en cambio, que Kazajistán, con 29 por ciento de línea costera, y Azerbaiyán, con 21, se opongan al plan. Con el tiempo, Rusia cambió su enfoque y apoyó a Azerbaiyán y Kazajistán, que demandan la delimitación del lecho marino y no de las aguas.

La superficie del mar debería permanecer compartida, mientras que el lecho marino debería dividirse en base al principio de igual distancia o línea medianera, de acuerdo con la longitud de la costa, opinó Kalyuzhny.

Por lo tanto, Rusia sugiere ahora que se mantenga el "status quo", porque los tratados de 1921 y 1940 también estipulan una superficie del mar compartida.

"Solamente es el lecho del mar el que debe ser dividido, mientras la superficie tiene que estar desmilitarizada y compartida en términos generales", explicó Kalyuzhny.

Sin embargo, Rusia y Kazajistán, a pesar de su consenso sobre la división del mar, últimamente están en pleno litigio acerca de los depósitos petrolíferos en el norte del Caspio. Rusia llamó a licitación para la explotacióni de un área que, según Kazajistán, yace parcialmente en su sector del Caspio.

LUKoil, que ganó esa licitación, es la compañía rusa más activa en la exploración de yacimientos petrolíferos en el mar Caspio.

En marzo último, LUKoil anunció el descubrimiento de un yacimiento de crudo costa afuera con reservas estimadas en 300 millones de toneladas. El área en disputa, según se calculó, contiene 600 millones de toneladas de petróleo.

De todos modos, en julio pasado, LUKoil, el monopolio ruso de gas, Gazprom, y la segunda compañía petrolera de este país, Yukos, formaron una empresa mixta para extraer crudo y gas costa afuera en el norte del Caspio.

La nueva unidad rusa, registrada como Compañía Petrolífera del Caspio, está basada en Astrakán, una ciudad rusa sobre el Caspio.

Las posibilidades del Caspio son altas dado que se prevé un sustancial aumento de la actividad productiva en la región, liderada por importantes proyectos internacionales en Azerbaiyán y Kazajistán.

En 1993, Chevron concluyó un acuerdo por 20.000 millones de dólares con Kazajstán para crear una compañía mixta, Tengizchevroil, con el fin de desarrollar el yacimiento petrolífero de Tengiz, cuyas reservas recuperables de crudo fueron estimadas entre 6.000 y 9.000 millones de barriles.

El Consorcio del Caspio está construyendo un nuevo oleoducto para satisfacer los proyectados volúmenes máximos del yacimiento Tengiz, el cual quedará completado en junio del 2001.

El Consorcio Petrolífero Internacional de Azerbaiyán firmó en 1994 un contrato por 8.000 millones de dólares por 30 años para desarrollar tres yacimientos del Caspio -Azei, Chirag y Guneshli-, con reservas estimadas entre 3.000 y 5.000 millones de barriles.

En 1998, se consolidó el apoyo a la ruta del oleoducto Bakú- Ceyhan con la firma de la Declaración de Ankara por los gobiernos de Azerbaiyán, Georgia, Kazajstán, Turquía y Uzbekistán, mientras que Turkmenistán se abstuvo.

La Declaración de Estambul, firmada después por Azerbaiyán, Georgia, Turquía, Turkmenistán y Estados Unidos en 1999, reafirmó aún más la ruta.

"El oleoducto Bakú-Ceyhan no es económicamente viable porque se necesitan flujos considerables para justificar el gasto, y Azerbaiyán es incapaz de proporcionar el petróleo requerido", arguyó Kalyuzhny.

En cambio, el crudo del Caspio debería ser bombeado a través de los oleoductos rusos existentes que conectan con el puerto de Novorosisk, en el mar Negro.

Por otra parte, Kalyuzhny admitió que es improbable que el estatuto del mar se determine en breve, dado que requiere un acuerdo avalado por los cinco estados litoraleños. Por esa razón, Rusia reclama un acuerdo sobre medidas conjuntas para la preservación y el uso de los recursos marinos, explicó.

El problema ambiental más acuciante es el de la población de esturiones del Caspio, que representa dos tercios de las reservas mundiales.

La captura legal del esturión y el caviar se está desplomando, mientras la ilegal supera hasta 10 veces la legal. La extracción de crudo y gas costa afuera también es una amenaza para esa especie.

Durante la Rusia zarista (hasta 1917), el esturión estaba protegido. Cuando el pez ovulaba, se reducía la navegación del río Volga para no perturbarlo, recordó Kalyuzhny.

"Ahora, la población de esturiones se encuentra realmente bajo presión y se necesitan medidas multilaterales de los cinco gobiernos caspianos si se quiere que la especie sobreviva", advirtió.

Para enfrentar la cuestión del estatuto del Mar Caspio y la manera de proteger sus recursos biológicos, Kalyuzhny sugirió una cumbre de los estados litoraleños para noviembre o diciembre.

De todos modos, queda por ver si las naciones caspianas podrán zanjar sus diferencias tan rápido. (FIN/IPS/tra-en/sb/da/ego/mlm/ip-en/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe