(Arte y Cultura) CUBA-CINE: Filme de Solás promete polémica

El cineasta cubano Humberto Solás está a punto de concluir una nueva película, que promete abordar temas tan polémicos en Cuba como la división familiar causada por la emigración en las últimas décadas.

Con el título de "Miel para Ochún", ofrenda a una de las orishas de la religión afrolatinoamericana yoruba, el filme cuenta la historia del retorno a su país natal de un personaje que había emigrado cuando tenía cinco años.

Cuarenta años después, el protagonista intenta encontrar a un familiar y con ese propósito comienza un viaje que, según los pocos detalles del guión revelados por Solás, lo conducirá al fondo de su identidad cultural e individual.

Los papeles protagónicos están a cargo de Isabel Santos (actriz de «Clandestinos»), Mario Limonta («De cierta manera») y Jorge Perugorría («Fresa y Chocolate»).

«El gran tema es el de la unidad de los cubanos», dijo Solás, y añadió que la película será una tragicomedia porque, en su opinión, ese es el género que mejor expresa las contradicciones de idiosincrasia de la población cubana.

Considerado uno de los grandes del cine cubano, el director de «Lucía», «Cecilia» y «Hombre de Exito» se mantuvo sin rodar desde el estreno, en 1992, de «El siglo de las luces», una versión de la novela del escritor cubano Alejo Carpentier.

El retorno se produce con un guión de su hermana, Elia Solás, que trasciende lo local para reflejar las contradicciones que perviven entre el Norte industrial y el Sur en desarrollo y la necesidad de encontrar nuevos espacios.

Es una problemática común a toda la región latinoamericana y, en opinión del director, "típica de fin y comienzo de milenios".

Solás utiliza, por primera vez en la cinematografía cubana, la tecnología de vídeo digital, una vía que le permitió reducir costos de produccion y recorrer el país con un equipo de 25 personas entre actores y técnicos.

En declaraciones a la prensa, el cineasta aseguró que el proyecto se habría vuelto muy complejo si lo hubiera hecho en 35 milímetros, mientras que con la técnica digital se pueden conciliar los aspectos económicos y estéticos.

Así, aseguró, "retomo el aliento de principios de mi carrera", en los años 60, cuando realizó "cámara en mano y stedy cam (soporte)" filmes como «Manuela».

Es también un regreso a sus aspiraciones artísticas originales de mezclar el cine y la ficción con el documental.

El regreso a los orígenes contrasta con las grandes superproducciones realizadas por Solás en los años 80 («Cecilia», «El siglo de las luces»), que fueron desterradas del cine cubano con la crisis económica que se arrastra desde 1990.

Además, el hecho de que «Miel para Ochún» sale de los escenarios tradicionales de las películas cubanas habría aumentado demasiado el presupuesto en caso de que se hubiera realizado con los métodos tradicionales.

El filme incluye escenas en la ciudad de Baracoa, la primera villa fundada por los colonizadores españoles en Cuba, situada en el extremo oriente.

Una de las mayores satisfacciones de Solás es que el guión le permitió mostrar la belleza y diversidad geográfica de este país, tradicionalmente reducidas a las estampas clásicas del centro histórico de La Habana.

El recorrido del protagonista mostrará cinco asentamientos culturales distintos de la región oriental del país. "Eso da una idea de lo heterogéneos que somos, de los disimiles elementos que componen nuestra idiosincrasia", destacó Solás. (FIN/IPS/da/ff/cr/00

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