La Unión Europea (UE) se contradice al proponer paz y armonía laboral para América Latina mientras sus políticas de comercio bananero fomentan la pobreza y la miseria en la región, acusó el ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, Tomás Dueñas.
«¡Que sean congruentes! Los europeos proclaman la defensa de los derechos laborales pero ellos mismos provocarán una sacudida social con sus políticas de compra de banano», dijo Dueñas a IPS.
Después de que la UE se negó la semana pasada a ampliar la cuota de compra de banano latinoamericano, fijada para toda la región en 2,5 millones de toneladas anuales, la incertidumbre se apoderó de los productores latinoamericanos y se prevé un empobrecimiento del sector, explicó el ministro costarricense.
«Muchos campesinos y productores se van a ver afectados», declaró Dueñas. Sólo en América Central, el sector da trabajo a unas 250.000 personas, dijo.
La UE debe decidir un nuevo régimen de compra de banano, pues la Organización Mundial del Comercio (OMC) rechazó el sistema anterior de cuotas.
Sin embargo, la propuesta presentada por la UE el miércoles pasado no contempló el aumento de compras solicitado por los productores latinoamericanos.
«Es una gran contradicción de los europeos», indicó Dueñas. Costa Rica es la segunda nación productora de banano en el mundo, superada por Ecuador.
Representantes de Costa Rica, Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá manifestaron la semana pasada disconformidad por la última iniciativa de compra que la Comisión Europea presentó al Consejo de Ministros de la UE.
El sistema propuesto se basa sobre el mecanismo denominado «first come, first serve» («primero en tiempo, primero en derecho»).
Este sistema, que el Consejo de Ministros de la UE analizará a fondo este lunes en Bruselas, consiste en una cuota global para América Latina de 2,5 millones de toneladas métricas al año, que se distribuiría entre los distintos países dando prioridad de porcentaje a los que lleguen primero a puertos europeos.
«Todavía este mecanismo nos resulta muy confuso, pues las reglas no están totalmente claras», explicó a IPS Anabel González, viceministra de Comercio Exterior costarricense.
González advirtió que el nuevo régimen podría crear presión sobre los precios, que reaccionarían a la baja y con ello agravarían aun más la situación de los productores, que en Costa Rica este año vendieron 12 por ciento menos que en 1999.
Todos los productores latinoamericanos han expresado en los últimos meses su disconformidad a la UE por el tratamiento que ellos consideran injusto.
Mientras las antiguas colonias europeas en el Caribe y Africa están libres de aranceles, los latinoamericanos tienen que pagar 75 euros (65,2 dólares) por cada tonelada.
El Comisario para la Agricultura de la UE, Franz Fishler, dijo en Bruselas que la nueva propuesta es transparente, flexible y factible, y que solventaría todos los problemas actuales.
La UE está comprando transitoriamente banano latinoamericano con el sistema de contingentes arancelarios, un mecanismo de cuotas para las cuales establecen aranceles.
Este mecanismo establece comprar a los latinoamericanos su cuota establecida con un recargo de 75 euros por cada tonelada, pero si los productores de esta región exceden su cuota el arancel aumenta a 853 euros (741,2 dólares) por cada tonelada.
El banano tiene gran impacto en la economía latinoamericana. Sólo en Costa Rica genera 40.000 empleos directos y 100.000 indirectos, y sólo en 1999 las exportaciones generaron a este país casi 700 millones de dólares.
De acuerdo con los datos difundidos por los europeos, el sistema de «primero en tiempo, primero en derecho» regiría a partir del segundo semestre de 2001 y tendría vigencia hasta 2006, fecha después de la cual se establecería un arancel único.
El 18 de agosto, los nueve países productores de América Latina se pronunciaron en Panamá contra el arancel único, de 275 euros (324 dólares), tan elevado que los sacaría del mercado, afirmaron.
Este panorama de incertidumbre aumenta con miras a este lunes, cuando la UE podría tomar una decisión definitiva sobre el mecanismo de compra adoptar para el período 2001-2006.
Independientemente de la decisión que se tome, la situación del sector bananero regional está viviendo momentos de aprieto económico, pues aparte de la incertidumbre europea la situación se ha agravado debido a una sobreproducción de la fruta en el mercado.
En Costa Rica las autoridades han calificado al ambiente imperante como crisis, pues el 29 de septiembre la transnacional Chiquita Brands, que en el país opera bajo el nombre de Compañía Bananera Atlántica Limitada, anunció que reducirá sus compras a los productores independientes del país.
Esta compañía no comprará más banano a 14 haciendas bananeras en los meses de octubre a diciembre del 2000.
Los productores independientes representan entre 55 y 60 por ciento de la producción total de Costa Rica y la medida de Chiquita podría hacer perder el trabajo a unos 7.200 trabajadores del Caribe costarricense.
Luis Umaña, vicepresidente de la Cámara Nacional de Productores Independientes, criticó la posición de la empresa transnacional y pidió al gobierno acciones inmediatas. (FIN/IPS/nms/mj/if dv/00
