La extinción de especies es un fenómeno peor de lo que habían previsto cuatro años atrás por los conservacionistas, quienes aseguran ser testigos de una caída dramática en la cantidad de muchos tipos de animales y vegetales.
Desde aves y plantas hasta reptiles y cuadrumanos, la cantidad de especies cuya sobrevivencia es crítica aumentó de acuerdo con evaluaciones de biólogos, se expresó en una nueva lista de especies en peligro lanzada esta semana por la Unión Conservacionista Mundial (IUCN), con sede en Ginebra.
La organización dio a conocer este año un informe conocido como «Lista roja de especies amenazadas». La lista anterior, que de 1996, fue usada como material de consulta por científicos y políticos de todo el mundo.
«Las tendencias son perturbadoras. Muchas criaturas hermosas desaparecerán en las primeras décadas del siglo XXI si no aumenta considerablemente el apoyo que se brinda a la conservación y los compromisos al respecto», afirmó Russell Mittermeier, conductor del grupo de expertos sobre primates del IUCN.
Existen grandes zonas negras en el conocimiento de la cantidad y tipo de especies amenazadas, agregó. «La 'lista roja' revela solo la punta del iceberg», sostuvo Russell.
Las mutaciones responden a varios factores, según el informe. Casi siempre se deben a pérdida del habitát y su degradación, combinada con la caza o la introducción de especies que no son nativas.
En los últimos 500 años, la actividad humana ha llevado 816 especies a la extinción, según el informe. Desde 1800, han desaparecido 103 especies, lo cual indican una tasa de extinción 50 veces superior al ritmo natural.
«Muchas especies se perdieron incluso antes de haber sido descubiertas», apuntó el informe de IUCN. El número de mamíferos en peligro serio aumentó de 169 a 180 desde 1996, mientras las aves en esa catergoría subieron de 168 a 182.
Según Mittermeier, el término «críticamente en peligro» significa que la cantidad de especímenes en estado natural asciende sólo a docenas o cientos. «Significa que penden de un hilo», explicó Mittermeier en Washington.
Cerca de 25 por ciento de los mamíferos, 5.205 especies, están bajo amenaza de extinción. Los que no se consideran críticamente en peligro o que no corren alto riesgo, sin embargo, podrían terminar figurando en la lista si su cantidad sigue mermando.
El mayor cambio entre los mamíferos desde la publicación de la primera «lista roja» es la cantidad de especies de primate amenazadas, que aumentó de 96 a 166 entre las 600 existentes en el planeta. La cantidad de especies de primate en peligro crítico subió de 13 a 19 desde 1996.
Crecientes pérdidas de habitát naturales y la caza, en particular el comercio de carne selvática, son responsables de la caída en la población de primates, dijo Mittermeier.
Biólogos expertos declararon hace poco la extinción de una especie de primate, el colobo rojo de la señorita Waldron, un mono chillón de mejillas rojas oriundo de las selvas de Ghana y Costa de Marfil. Fue el primer simio con declaración oficial de extinción.
La desaparición de selvas por la actividad maderera y la construcción de caminos crean bolsones aislados de espesura devastados por cazadores dedicados al lucrativo negocio de la carne selvática, señalaron científicos que tratan de encontrar algún especimen de colobo rojo desde los años 70.
«Una selva saludable es sonora, estridente, pero entrar a ésta fue como encontrarse en una catedral desierta… No se oye nada, ni siquiera a los pájaros», comentó Scott McGraw, un antropólogo de la Universidad Estatal de Ohio, que ha tratado de encontrar al colobo rojo.
Especies de murciélagos alguna vez considerados vulnerables por los conservacionistas ahora son considerados en peligro crítico.
El murciélago frutero de Bonin, por ejemplo, vive en pequeños grupos en cinco islas pequeñas y remotas de los archipiélagos japoneses de Ogasawara y Bonin, y ha perdido la mayor parte de su hábitat natural a causa de la deforestación.
Dieciseis especies de albatros se encuentran ahora amenazadas, frente a solo tres en 1996, como consecuencia de la pesca industrial en alta mar. De las restantes cinco especies, cuatro corren serios riesgos, previno la «Lista roja».
Las especies de pingüino amenazada aumentaron de cinco a 10 desde 1996. Cada vez son más las especies de gorriones y golondrinas amenazadas, en especial las del sudeste asiático, a raíz de la deforestación en países como Filipinas, dijo la IUCN.
Alrededor de 25 por ciento de las especies de reptiles fueron consideradas en riesgo. Las amenazadas aumentaron de 253 en 1996 a 291 en el 2000.
Ese aumento se atribuye al atento examen de las poblaciones de tortuga marina y de agua dulce, en especial estas últimas, en el sudeste asiático, dijo el informe, según el cual la cantidad de especies de reptil en peligro crítico aumentó de 10 a 24.
«El rápido deterioro del estado de las tortugas en el sudeste asiático se debe a su explotación con fines gastronómicos y medicinales», advirtió la IUCN. La caza de esas especies no está regulada ni administrada, y su nivel de exterminio «es demasiado alto» para que puedan ser autosustentables.
«Como las poblaciones de quelonios desaparecen en el sudeste asiático, hay perturbadoras señales que ese tráfico se desvía cada vez más al subcontinente indio, con probabilidades de llegar a América y a Africa», advirtió la IUCN.
La «Lista roja» menciona 5.611 especies vegetales amenazadas, muchas de ellas arbóreas, dado que gran parte de la biodiversidad en ese reino no fue evaluada. Según Mittermeier, solo cuatro por ciento de las plantas de la Tierra han sido examinadas para determinar su nivel de riesgo.
Una de las plantas listada como críticamente en peligro es la «mandrinette», un arbusto de flores rojas que crece solo en las laderas de dos montañas de Mauricio, país isleño del océano Indico.
Esas especies no se regeneran. IUCN especuló que eso se debe probablemente a la competencia de especies que no son nativas en el área.
El grupo conservacionista reconoció que su evaluación sobre el estado de la vida marina era inadecuado, pero calculó que cerca de 30 por ciento de las especies de pez han sido ubicadas entre las amenazadas de extinción.
IUCN agregó diversos peces, sobre todo especies de rayas y tiburones, a la lista de 1996. Una es la del pez guitarra, una suerte de raya que vive a lo largo de las costas meridionales de Brasil, hoy en peligro crítico. Entre 1984 y 1994, su población cayó 96 por ciento debido a la pesca intensiva.
El pez espada común ha sido reclasificado porque en 1996 estaba apenas amenazado y hoy se encuentra en peligro crítico. Otrora abundante en el mar Mediterráneo y en las aguas europeas del océano Atlántico, desapareció de allí. Su condición en los mares de Africa occidental, su otro hábitat, se ignora.
«Si no hay una intervención oportuna, es probable que el pez espada se extinga», advirtió la IUCN.
La mayor parte de las especies amenazadas de extinción se encuentran en países con alta biodiversidad, como Brasil, China, India, Indonesia, México y Perú.
«Para los planes y políticas conservacionistas, nuestros dólares deben ser colocados en esos lugares críticos», manifestó Bill Konstant, miembro del grupo de expertos en simios de la IUCN. (FIN/IPS/trad-eng/dk/da/ego/mj/en/00