YUGOSLAVIA: Encuestas predicen derrota electoral de Milosevic

El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, impulsa una campaña de represión, secuestros y difamación contra grupos e individuos opositores, mientras las encuestas prevén su derrota en los comicios generales del día 24.

Dos sondeos realizados en agosto sugieren que Vojislav Kostunica, candidato de la Oposición Democrática de Serbia, obtendrá 43 por ciento de los votos, mientras Milosevic apenas logrará entre 21 y 24 por ciento de los sufragios.

La Oposición Democrática está constituida por 16 pequeños y grandes partidos opositores, y la coalición de gobierno está formada por el Partido Socialista JUL -encabezado por Mira Markovic, esposa de Milosevic- y el ultranacionalista Partido Radical Serbio de Vojislav Seselj.

Otras cinco encuestas realizadas en julio arrojaron resultados similares a las de agosto. Setenta por ciento de los encuestados citaron la catástrofe económica como la principal razón de su decepción con el actual régimen.

En los años 90, con Milosevic como líder, los serbios vivieron la guerra de desintegración de la antigua Yugoslavia, 11 semanas de bombardeos de la OTAN, aislamiento internacional, dos rondas de estrictas sanciones comerciales y un empobrecimiento solo comparable a los años siguientes a la segunda guerra mundial.

Yugoslavia, actualmente integrada por Serbia y el pequeño Montenegro, carece de alimentos básicos como azúcar y aceite de cocina, y su población podría padecer hambre el próximo invierno debido a las malas cosechas.

Mientras, el círculo de Milosevic y su familia se volvieron inmensamente ricos. Sus negocios se basan en la violación de las sanciones, el monopolio de importación de materias primas esenciales y el contrabando de combustible y cigarrillos.

"Los serbios saben que estas elecciones son de crucial importancia para su futuro", declaró a IPS Bratislav Grubacic, un analista de Belgrado.

"También es la última oportunidad de sustituir pacíficamente a este gobierno por otro que pueda reencauzar a Serbia en el camino de las relaciones normales con la comunidad internacional", destacó.

Iván Torov, otro analista de Belgrado, señaló que "el gobierno considera estas elecciones como una cuestión de vida o muerte".

"Por ese motivo emprendió una campaña de represión y persecuciones sin precedentes contra todos los que piensan de distinto modo", agregó.

En las últimas semanas, esa campaña ha estado marcada por detenciones, amenazas y secuestros.

Unos 800 activistas del movimiento popular Otpor (Resistencia) han sido detenidos por la policía desde mediados de julio luego de una serie de manifestaciones.

La policía irrumpió la semana pasada en la sede de Otpor en Belgrado y confiscó computadoras, camisetas y miles de afiches, todos con mensajes contrarios a Milosevic.

Posteriormente, la policía describió a Otpor como "una organización ilegal, mercenaria y partidaria de la OTAN" (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

El gobierno presentó la campaña electoral como una lucha entre los "patriotas" serbios, partidarios de Milosevic, y la oposición "traidora", a la que acusa de cumplir órdenes de Occidente de destruir a Yugoslavia.

Markovic y la coalición gobernante describieron a los partidos opositores y a todos los que piensan diferente al gobierno como "neofascistas y traidores pagados por Occidente".

La policía también irrumpió la semana pasada en las oficinas del Centro para Elecciones Libres y Democráticas (CESID), una organización no gubernamental.

Las computadoras de CESID, cuyos archivos contenían la historia completa de las elecciones yugoslavas desde 1990, fueron confiscadas.

El ministro de Información Goran Matic, perteneciente a JUL, declaró a la prensa el mismo día de la redada que CESID era "un puesto estadounidense" y anunció que sus activistas no podrían actuar como observadores de los comicios.

Mientras, el ejército yugoslavo, uno de los pilares del régimen, anunció que demandará a Natasa Kandic, líder del Centro de Derecho Humanitario, otra organización no gubernamental de Serbia.

En una entrevista con el diario independiente Danas, de Belgrado, Kandic había realizado declaraciones sobre crímenes de guerra contra no serbios durante la guerra de los Balcanes en la última década.

El último presidente de Serbia antes de Milosevic, Iván Stambolic, fue secuestrado el 25 de agosto en un parque de Belgrado mientras descansaba de su corrida. Hasta ahora, la policía no realizó declaraciones sobre el hecho.

Stambolic fue derrocado por Milosevic en 1987. Desde entonces, el ex presidente llevó una vida pacífica como pequeño empresario, pero el año pasado comenzó a criticar a Milosevic en medios independientes.

La familia de Stambolic, de 64 años, está convencida de que se trata de un secuestro con motivaciones políticas.

"El secuestro de mi padre representa un claro mensaje a todos los opositores del régimen: si Stambolic puede desaparecer sin dejar rastros, cualquiera puede desaparecer de igual forma", declaró Veljko Stambolic.

Natasa Kandic, del Centro de Derecho Humanitario, coincidió. "Esto es resultado de la creación deliberada de una atmósfera de miedo", dijo a IPS.

Tanto es así, que la Iglesia Ortodoxa Serbia decidió tomar cartas en el asunto.

El patriarca Pavle apeló a todos los participantes de la vida política a "evitar calumnias, insultos y una guerra de medios que pueda conducir a una guerra civil". (FIN/IPS/tra-en/vpz/sm/mlm/ip-hd/00

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