YUGOSLAVIA: Crece tensión en campaña para elecciones nacionales

Aumenta la tensión en Yugoslavia a medida que se acerca el crucial enfrentamiento electoral que se llevará a cabo el día 24 de este mes entre la oposición y la coalición gobernante, encabezada por el presidente Slobodan Milosevic.

En esa fecha, se espera que unos 7,8 millones de personas participen en la elección de un presidente, un parlamento federal y más de 150 gobiernos municipales.

El oficialismo incluye al Partido Socialista (SPS) de Milosevic, quien se postula a la reelección, y a la Izquierda Yugoslava (JUL), encabezada por la esposa del presidente, Mira Markovic.

Los retadores se agrupan en la coalición Oposición Democrática Serbia (DOS), que incluye a 18 partidos y postula a la presidencia a Vojislav Kostunica.

Por primera vez en los últimos diez años, 12 sondeos de opinión distintos, realizados por tres firmas encuestadoras independientes en julio, en agosto y a mediados de este mes, registraron que Milosevic estaba en minoría entre los consultados.

Esas firmas encuestadoras predijeron que Kostunica puede lograr el apoyo de alrededor de 45 por ciento de los entrevistados, y Milosevic el de alrededor de 30 por ciento.

Ambos contendientes buscan ganar en los últimos días de campaña el apoyo de los aún indecisos. Las encuestas indicaron que éstos eran 25 o 30 por ciento de los consultados, y que sólo 55 por ciento de los entrevistados tenían una decisión firme de voto.

"Las elecciones significan 'ser o no ser' para el régimen, el cual afronta las consecuencias del colapso total de la sociedad que ha causado, y la enorme insatisfacción de la gente", dijo a IPS el analista político Bratislav Grubacic.

"El régimen pelea por su supervivencia, que implica el mantenimiento de privilegios y de enormes fortunas amasadas por algunos de sus integrantes", aseguró.

Los críticos señalan que la familia de Milosevic y un pequeño grupo de sus allegados más cercanos han lucrado en la última década mediante la violación de sanciones económicas impuestas a Yugoslavia por la comunidad internacional, mientras la mayoría de la población se empobrecía.

El oficialismo ha organizado pocos actos de masas, y realiza propaganda mediante la estatal Radio y Televisión Serbia (RTS), la cual ha transmitido hasta 70 minutos de conferencias de prensa de los principales dirigentes del SPS y la JUL en sus informativos, los cuales solían durar 30 minutos.

Kostunica realiza sus giras con un modesto séquito de tres autobuses en los cuales viajan activistas, dedicados a la propaganda puerta a puerta en cada localidad.

La RTS nunca muestra imágenes de la campaña opositora, y se limita a transmitir comentarios que pretenden descalificar al líder del DOS y a otros dirigentes de esa coalición.

Kostunica es ridiculizado porque nunca tuvo hijos y llamado "escoria de la tierra". Por otra parte, en esos comentarios se pone en duda la masculinidad de otro dirigente opositor, el general Momcilo Perisic, ex jefe del Ejército.

"Nunca hubo una campaña tan sucia contra la oposición en el país. Esto demuestra que el régimen teme perder poder y no duda de adoptar las acciones más inescrupulosas", comentó a IPS Srdjan Bogosavljevic, un especialista en medios de comunicación.

El presidente sólo apareció en público dos veces, durante la inauguración de instalaciones industriales, desde que se inició la campaña electoral.

"Slobodan Milosevic ganará con 100 por ciento de los votos contra cero", aseguró en una conferencia de prensa Ivan Markovic, uno de los asesores más cercanos del presidente.

El oficialismo no ha divulgado encuestas de opinión propias, pero asegura que las realizadas por firmas independientes fueron patrocinadas por potencias occidentales y que sus resultados fueron "adulterados".

El argumento de que las potencias occidentales interfieren en asuntos internos del país ha sido constante en los discursos de los principales dirigentes del régimen, incluyendo a Milosevic y Markovic.

"Conspiradores apoyados por Estados Unidos planean derrocar a Milosevic en la noche de las elecciones", llegó a asegurar el miércoles el ministro de Información, Goran Matic.

El oficialismo afirma que los comicios enfrentarán a "patriotas" que "se niegan a inclinarse ante los dictados de Occidente" con "traidores" de la oposición, "siempre dispuestos a acuerdos" con los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)".

La OTAN bombardeó el país de marzo a junio de 1999, con el argumento de que se veía obligada a impedir el genocidio del gobierno contra personas de origen étnico albanés en la provincia separatista serbia de Kosovo.

"Eso es demasiado. El régimen parece no darse cuenta de que calumnia a gran parte de la población", comentó el analista político Ivan Torov.

Milosevic y Markovic presentan las elecciones como una especie de referendo en el cual los electores deben votar "a favor o en contra de la OTAN", y esperan ganar de ese modo el apoyo de muchas personas que aún sufren el trauma causado por los bombardeos del año pasado.

"Elegirán entre la libertad y la ocupación de la OTAN", dijo Markovic a los asistentes a un acto oficialista en la localidad de Malo Crnuce, 70 kilómetros al este de Belgrado.

El oficialismo no ha realizado actos en las 15 mayores ciudades, cuyos gobiernos locales corresponden a la oposición.

Las consignas electorales del SPS y la JUL son "Voto popular, no OTAN", y "Slobo – Da", que combina "Slobo", el sobrenombre de Milosevic, y "Da" (sí), para formar la palabra "Libertad" en serbio.

"Estamos cansados de los discursos de Milosevic acerca de la invencibilidad de Serbia, que se reiteran pese a todas las guerras perdidas en la última década", dijo a IPS Jana Milovic, una opositora de 44 años de edad, durante un acto de la DOS en la ciudad provincial de Uzice.

"Queremos saber cómo salir de la situación actual, y Kostunica nos muestra el camino: trabajo duro, honestidad y decencia", añadió mientras miles de personas se aglomeraban para acercarse al candidato opositor y estrechar su mano.

Los medios de comunicación opositores insisten en destacar que el país está sumido en el aislamiento internacional y en una crisis económica sin precedentes, con una inflación de tres cifras y al borde de la hambruna.

Esos medios afirman que el régimen fue responsable de fraude electoral en otras ocasiones, y dan consejos a la población para que trate de evitar que esas prácticas se reiteren en los comicios de este mes.

También señalan que ningún observador nacional o internacional significativo calificó las elecciones yugoslavas de los últimos 10 años como democráticas y justas, y que el gobierno no permitirá la presencia de observadores nacionales o internacionales relevantes en los próximos comicios.

Muchos dudan de que Milosevic esté dispuesto a reconocer un triunfo de la DOS en la disputa de la presidencia o de gobiernos municipales, y temen que ocurra lo mismo que en 1996, cuando la oposición ganó el gobierno de las mayores ciudades.

En esa ocasión, fueron necesarios tres meses de protestas pacíficas sin precedentes para que el presidente admitiera la derrota del oficialismo.

"Pienso que Milosevic sólo querrá aceptar su propia victoria", dijo a IPS Marko Blagojevic, del Instituto de Investigación Estratégica de Medios de Comunicación y Mercadeo.

"Si el presidente se vuelve contra su propio pueblo, sólo quedará el consuelo de saber que ha perdido todas suas anteriores guerras, contra Croacia, Bosnia y la OTAN", comentó. (FIN/IPS/tra- eng/vpz/sm/mp/ip/00

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