La represión antisindical cobró en 1999 la vida de 140 hombres y mujeres, denunció la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) en su informe anual sobre violación de derechos sindicales en el mundo.
Esos sindicalistas fueron asesinados, desaparecieron o se suicidaron tras haber sido amenazados, debido a que habían tenido la osadía de defender los derechos de los trabajadores contra el Estado o empleadores sin escrúpulos.
Las víctimas fueron menos que en 1998, cuando hubo 157, pero la CIOSL, con sede en Bruselas, afirmó que el clima antisindical aumenta y los derechos de los trabajadores disminuyen con el correr de los años.
La organización consideró "paradójico" que los convenios internacionales sobre derechos sindicales sean refrendados por cada vez más Estados, pero se respeten cada vez menos.
En 113 países examinados, unas 3.000 personas fueron arrestadas, más de 1.500 fueron heridas, golpeadas o torturadas, y por lo menos 5.800 sufrieron hostigamiento debido a legítimas actividades sindicales en 1999.
El británico Bill Jordan, secretario general de la CIOSL, dijo que el informe demuestra la hipocresía de "funcionarios que se pavonean en reuniones internacionales y aseguran promover los derechos de los trabajadores, mientras en sus países se acosa, ataca, amenaza, margina o silencia, a veces para siempre, a quienes defienden esos derechos".
El sindicalista denunció "la despiadada represión en América Latina, los ataques y la injerencia en Asia, los arrestos en Africa, las graves restricciones y los atrasos salariales en Europa oriental y una creciente tendencia a las actividades antisindicales en los países industrializados".
Según el informe, América Latina es la región más peligrosa para los sindicalistas, y en 1999 fue una vez más escenario de violencia antisindical, explotación de trabajadores, en especial en la industria bananera y las zonas francas industriales, y repercusiones negativas de la mundialización y de ajustes estructurales.
América Latina sigue siendo la región donde cada año mueren asesinados más sindicalistas. En 1999, el número de víctimas fue 90.
El año pasado, por lo menos tres sindicalistas fueron asesinados en Guatemala, un dirigente del sindicato de educadores fue muerto a balazos por la policía en República Dominicana en vísperas de una huelga general, y continuaron los asesinatos de sindicalistas rurales en Brasil.
La policía y el ejército de Nicaragua reprimieron con violencia a trabajadores del transporte en huelga, con un saldo de dos muertos y centenares de heridos.
Pero el cuadro más grave se registra en Colombia, donde fueron asesinados 69 sindicalistas, "algunos menos que en 1998, pero sin dejar por ello de constituir una cifra escalofriante", comentó la CIOSL.
En Argentina, manifestaciones multitudinarias realizadas en distintas provincias para reclamar el pago de salarios fueron reprimidas en forma brutal por la policía, con el resultado de cinco muertos y 25 heridos.
En Estados Unidos se niega el derecho de negociación colectiva a alrededor de 40 por ciento de los empleados del sector público, y se registran casos de explotación extrema.
Casi cuatro de cada cinco arrestos de sindicalistas ocurridos en 1999 se produjeron en Africa, a la cual correspondió también 80 por ciento del total mundial de condenas a la cárcel por actividades sindicales.
La CIOSL apuntó que ajustes estructurales impusieron privatizaciones en el continente africano, y que los recortes del gasto público hicieron que aumentara el desempleo, que no se pagaran salarios o que éstos fueran míseros, además de producir un constante aumento del sector informal.
Además, el ciudadano común de Africa sigue a la espera que el creciente clamor para cancelar la deuda produzca resultados tangibles, añadió.
En Guinea Ecuatorial, Libia y Sudán sigue prohibido formar sindicatos independientes. En República Centroafricana, el gobierno mantuvo la represión contra la central sindical USTC, cuyo líder, Théophile Sonny-Cole, fue atacado en forma brutal por la policía el 9 de enero de 1999.
Zimbabwe es otro de los países donde los derechos sindicales se deterioraron de modo drástico el año pasado, y tres dirigentes de la central sindical ZCTU fueron atacados luego de una huelga, indicó la CIOSL.
La ZCTU informó de que en las zonas francas industriales de Zimbabwe, donde el personal está constituido en su mayoría por mujeres, han aumentado las prácticas laborales injustas.
En esas áreas bajo protección fiscal, las jornadas laborales son largas, las horas extra se pagan igual que las normales, las huelgas están prohibidas y se niega a los trabajadores representación legal en los conflictos con la patronal.
En Asia-Pacífico, murieron por lo menos 37 sindicalistas en episodios relacionados con huelgas durante 1999.
En Bangladesh, Pakistán y otros países, los trabajadores no tienen derechos sindicales en las zonas francas para industrias exportadoras. En Fiji, India, Sri Lanka, Tailandia y otras naciones, no se permite en la práctica la formación de sindicatos.
Las huelgas y manifestaciones en la región se reprimen con salvajismo, y en 19 de los 25 países del área rige legislación antisindical, afirmó la CIOSL.
China reprime todo intento de formar sindicatos independientes y encarcela a dirigentes sindicales. Centenares de trabajadores chinos resultaron heridos durante enfrentamientos con la policía cuando protestaban por cierres de fábricas que causaron la pérdida de puestos de trabajo de millones de personas.
Los sindicatos casi no existen en Oriente Medio, donde barreras legales impiden que los trabajadores se organicen o hagan huelga.
En Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Omán y Qatar, los trabajadores extranjeros son por lo menos dos tercios de la fuerza de trabajo, pero no tienen casi ningún derecho, ni están cubiertos por los convenios colectivos existentes.
En Europa, siete personas murieron el año pasado debido a sus actividades sindicales y otras dos se suicidaron para llamar la atención de las autoridades sobre pronlemas laborales.
En Rusia fueron asesinados cuatro sindicalistas en 1999, y las autoridades no atendieron reclamos de huelguistas por atrasos en el pago de salarios.
La CIOSL relacionó su informe con la campaña que realiza para promover un vínculo entre el respeto de normas laborales fundamentales y los acuerdos comerciales internacionales. (FIN/IPS/pc/mp/lb/00