La decisión de OPEP de incrementar la producción de petróleo en 800.000 barriles diarios fue bienvenida por las naciones consumidoras, pero no resolverá la disputa sobre si la responsabilidad por el aumento de los precios es de los recortes de producción o de los altos impuestos.
Los 11 miembros de OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) decidieron el domingo en Viena aumentar la producción de crudo en tres por ciento, en medio de fuertes protestas de Europa y Estados Unidos, los mayores consumidores.
La Unión Europea y Washington advirtieron que, si los precios del petróleo continúan altos como ahora, provocarán una recesión mundial y esto reducirá la demanda del producto, lo que perjudicará tanto a productores como a consumidores.
Camioneros de Bélgica y Gran Bretaña bloquearon caminos este lunes en protesta por el incremento de los impuestos al combustible, siguiendo el ejemplo de los camioneros franceses la semana pasada.
El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, culpó a la OPEP por el aumento, pero su afirmación fue refutada tanto por los camioneros británicos como por la propia OPEP.
Un portavoz de OPEP en Viena afirmó que los productores de petróleo solo obtienen 16 por ciento del precio final del producto en la mayor parte de Europa occidental.
El resto del costo se debe fundamentalmente a impuestos, sostuvo el portavoz, y acusó a los gobiernos de Europa occidental de insensibilidad ante este problema.
"OPEP se preocupa mucho de la estabilidad en el mercado del petróleo, con precios justos y razonables para los consumidores", declaró el ministro venezolano de Petróleo Alí Rodríguez, presidente de la organización, luego de la conferencia del fin de semana.
Los gravámenes en la mayoría de los países consumidores amplifican los efectos del aumento del precio del crudo, en perjuicio de los consumidores, afirmó.
Además, señaló Rodríguez, la especulación en el mercado del petróleo se ha transformado en un factor clave que desvirtúa la realidad e influye artificialmente en los precios.
"Pensamos que el aumento de producción acordado es suficiente, pero pretendemos que los países consumidores reduzcan los impuestos", expresó el ministro de Petróleo de Qatar, Abdulla al- Attiyah.
Por otra parte, el jefe de personal de la presidencia de Estados Unidos, John Podsta, manifestó que, aunque el aumento de producción es sustancial y "un paso en la dirección correcta", su gobierno debe estudiar si la medida es suficiente.
El ministro de Transporte de Alemania, Reinhard Klimmt, consideró que el incremento no será suficiente. "OPEP debe producir más", urgió.
Pero la líder opositora Angela Merkel opinó que el elevado precio del petróleo "no se debe a las acciones de OPEP, sino a los impuestos".
Los gobiernos europeos pretenden desviar las críticas a los altos impuestos al petróleo en sus propios países y que la OPEP se haga cargo de la reducción de los precios.
Un día antes del comienzo de la reunión en Viena, a la que también asistieron productores no miembros de OPEP (México, Omán y Rusia), los ministros de Finanzas de la Unión Europea emitieron desde Versalles una declaración de "gran preocupación" por la subida de los precios del petróleo.
Estados Unidos también realizó una fuerte campaña por un significativo aumento de la producción, muy por encima de los 800.000 barriles diarios acordados por los ministros de OPEP.
Incluso el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, había advertido el viernes que el gran aumento de los precios del petróleo en el mercado internacional amenazaba con un grave impacto sobre la economía mundial.
Annan admitió que el aumento de 25 dólares por barril el año pasado a 35 dólares la semana pasada "alivió la presión financiera de la mayoría de los países exportadores de petróleo".
Sin embargo, advirtió, "persiste el potencial de un grave impacto sobre la inflación y los intereses en los principales países importadores".
Hace 40 años, más precisamente el 10 de septiembre de 1960, OPEP realizó su primera reunión en Bagdad para dar un significado concreto a la cooperación entre los países productores de petróleo.
Los cinco miembros fundadores (Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela) crearon un frente unido para "defender sus intereses legítimos en una industria petrolera dominada por las empresas multinacionales".
Desde entonces, OPEP alcanzó un enorme éxito para un grupo de naciones en desarrollo.
Rodríguez destacó que OPEP proveyó a los países miembros "la confianza necesaria para afianzar sus derechos, en particular en cuanto a la explotación de sus recursos indígenas y a la influencia en el precio de su producto en el mercado mundial".
La organización conmemorará su 40 aniversario en la segunda cumbre del grupo, a realizarse entre los días 26 y 28 de este mes en Caracas, Veneuzela.
"El propósito de la segunda cumbre consistirá en reevaluar los objetivos de la OPEP, sus instituciones, procedimientos y logros, para ver si se ajustan a las nuevas demandas del siglo XXI", dijo Rodríguez a la conferencia de Viena. (FIN/IPS/tra-en/jrc/cr/mlm/if/00