El alto precio internacional del crudo no responde sólo a condiciones de oferta y demanda, sino que también influyen prácticas especulativas, afirmó hoy el presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Héctor Ciavaldini.
«Los precios no bajan porque estamos ante una cuestión que no es sólo de la oferta y la demanda» y a pesar de que «la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha colocado bastante crudo» en el mercado, dijo Ciavaldini, reunido con la prensa extranjera en Caracas.
El funcionario, estrecho colaborador del presidente venezolano Hugo Chávez, recalcó que la especulación está jugando un papel determinante en los altos precios petroleros que se constatan en las vísperas de la segunda cumbre de la OPEP en 40 años de historia de la organización, que se celebrará la semana próxima.
«Vemos con buenos ojos el intento de Estados Unidos de poner en el mercado barriles adicionales», dijo Ciavaldini sobre la eventualidad de que ese país use parte de sus reservas estratégicas de crudo con el fin de bajar los precios.
Mientras, los precios siguen elevados a pesar de la decisión de la OPEP de colocar en el mercado 800.000 barriles de petróleo de 159 litros adicionales por día a partir del 1 de octubre, con lo cual suma un total de 26,2 millones.
La OPEP comenzó a influir decisivamente sobre los mercados en marzo de 1999, cuando los precios del petróleo eran los más bajos en dos décadas. En ese momento los 11 países decidieron aplicar un riguroso control de su producción para reducir la oferta de crudos e inducir el alza de las cotizaciones.
Un año después, en marzo de 2000, los precios habían aumentado 200 por ciento, y desde entonces, la organización ha aprobado tres aumentos de producción, aunque el precio del barril no cede.
La cesta de siete crudos de la organización subió 68 centavos de dólar entre el 18 y 22 de este mes, cuando alcanzó 32,47 dólares por barril contra los 31,79 de la semana anterior, según el Ministerio de Energía de Venezuela.
El Brent del Mar del Norte se cotizaba este viernes a 33,02 dólares (una caída de 0,52) y el West Texas Intermediate estadounidense a 35,69 (un aumento de 1,42), mientras que el crudo venezolano se vendió a 31,13 dólares, 81 centavos por encima que en la segunda semana de septiembre.
El ministro de Energía venezolano y presidente de turno de la OPEP, Alí Rodríguez, dijo que la organización «ha hecho todo lo que de ella depende para ajustar los precios» a un nivel «conveniente», tanto para exportadores como para importadores, con una banda entre los 22 y 28 dólares por cada barril.
Sin embargo, las voces de alerta tuvieron eco esta semana cuando el West Texas Intermediate alcanzó un nivel sin precedentes desde la guerra del Golfo (1991), sobre los 37 dólares.
El vicepresidente de Estados Unidos y candidato a la Presidencia, Al Gore, propuso al mandatario Bill Clinton la salida al mercado de los 571 millones de barriles de la reserva estratégica nacional en cuotas de a cinco millones, con el fin de impedir una crisis energética en el invierno boreal.
El asunto es seguido de cerca en Europa, donde los elevados precios del combustible despertó una ola de protestas en las últimas semanas.
Ciavaldini sostuvo que el alto precio que pagan los consumidores por la gasolina se vincula con los impuestos en los países donde residen y no necesariamente con las cuotas de producción que establece la OPEP.
Los impuestos representan en la Unión Europea entre 50 y 76 por ciento del precio que paga el consumidor por cada litro de gasolina, según estudios especializados.
El presidente de PDVSA manifestó que existe consenso entre Venezuela y los demás países de la OPEP en alcanzar una «cotización estable» en torno de los 25 dólares «para que todas las economías puedan planificarse».
Ciavaldini confirmó, por otra parte, que tanto Arabia Saudita como Venezuela tienen capacidad de ampliar sus exportaciones si se considera necesario y así es acordado en la OPEP.
En ese sentido, Alí considero factible agregar otros 500.000 barriles al mercado si el precio continúa elevado el 12 de noviembre, cuando la OPEP celebre la reunión ministerial extraordinaria.
Aunque la segunda cumbre de la OPEP en Caracas, a celebrarse entre el martes y el jueves próximos, no abordará la cotización del petróleo, su realización tendrá como telón de fondo intensas presiones del mundo industrializado para que aumenten su oferta de crudos con el fin de aflojar la presión sobre los precios.
Esta coyuntura puede ser decisiva para impulsar un diálogo entre importadores y exportadores, según Ciavaldini. (FIN/IPS/ac/mj/if/00