Las comunicaciones telefónicas del presidente electo Vicente Fox fueron intervenidas, y la mayoría de la población de México sospecha que sufre el mismo problema y que el espía es el gobierno, pero las autoridades se declaran inocentes.
El espionaje de las comunicaciones de Fox, según una investigación del diario El Universal, agregó un eslabón más a la larga cadena de denuncias realizadas en los últimos años contra el gobierno y su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), en el poder desde 1929 y derrotado en las elecciones de agosto.
Dos meses antes de dejar el poder, el PRI demuestra que sus prácticas ilegales para controlar y reprimir a la población siguen vigentes, comentó a IPS el analista político Roberto Izquierdo.
La presidenta del PRI, Dulce María Sauri, replicó que el espionaje telefónico no existe y que las denuncias buscan distraer a la población de las «mentiras y contradicciones» de Fox y de su equipo.
La conversación que habría sido intervenida a Fox y que fue transcripta el miércoles por El Universal se refiere a la relación del presidente electo con los medios de comunicación.
Este jueves se publicó otra conversación telefónica, entre Felipe Bravo, presidente de Acción Nacional, el partido de Fox, y el ex vicepresidente panameño Ricardo Arias.
El Universal aseguró que el espionaje es responsabilidad de servicios de inteligencia y de seguridad nacional, aunque mantuvo sus fuentes en reserva.
El gobierno lo negó en forma rotunda. No se realizan tareas de espionaje telefónico y ni siquiera se cuenta con equipo para intervenir o grabar conversaciones, dijo el subsecretario (viceministro) de Gobernación (Interior), Dionisio Pérez.
Noventa y uno por ciento de las personas encuestadas el miércoles de noche por el canal 13 de Televisión Azteca creen que el gobierno espía a Fox, y 67 por ciento de los consultados al mismo tiempo por el canal 2 de Televisa declararon estar seguros de que sus diálogos telefónicos son grabados.
«Lo más grave del asunto no es lo que se ha difundido hasta ahora (sobre las conversaciones de Fox), sino lo que podría venir después: grabaciones de charlas personales, no políticas, que podrían lastimar la sensibilidad de muchas personas», advirtió el columnista Carlos Marín, del diario Milenio..
«Los gobiernos de lo que fue el priato (del PRI) hiceron del espionaje una actividad tan común que muchísima gente, aún en actividades sin relevancia, presumían tener un teléfono intervenido», observó Marín.
El presidente electo pidió una investigación a fondo para aclarar el supuesto espionaje y prometió que, cuando asuma el gobierno, el 1 de diciembre, reformará el sistema de inteligencia política montado por los gobiernos del PRI.
Izquierdo, investigador en la Universidad privada de La Salle, afirmó que el espionaje telefónico es tan viejo en México como la la comunicación telefónica.
«Ahora mismo podemos estar siendo grabados, no me sorprendería mucho», dijo Izquierdo en su conversación telefónica con IPS.
«Resulta absolutamente ocioso preguntarse si existe espionaje telefónico en México. Lo hay las 24 horas del día, con cientos de miles de personas sujetas a ese y otros escrutinios de los ámbitos público y privado», escribió el columnista Julio Hernández en el diario La Jornada.
La ley autoriza la intervención telefónica únicamente por orden expresa de un juez y sólo en casos específicos.
«Desconozco si el actual gobierno interviene teléfonos para espiar a políticos y periodistas», declaró el jefe del Estado Mayor de la Armada, Miguel Carranza.
Lo único cierto es que el nuevo presidente recibirá toda la información sobre los servicios de inteligencia y no se le ocultará nada, aseguró el militar.
Desde 1994 hasta la fecha, la prensa ha informado de numerosos casos de espionaje telefónico, pero el gobierno siempre negó toda responsabilidad.
Algunos casos afectaron incluso a ministros, cuyas conversaciones fueron publicadas por la prensa. El mismo Fox denunció en marzo de 1995, cuando era candidato por el PAN a la gobernación del central estado de Guanajuato, que sus teléfonos estaban intervenidos.
Eduardo Valle, ex asesor de la Procuraduría General, afirmó en abril de 1996 que «todos los teléfonos están intervenidos, con excepción de la línea del presidente de la República».
El espionaje ha sido un práctica común del PRI y sus gobiernos, una vieja historia que será enterrada con Fox, prometió Felipe Bravo, presidente del PAN. (FIN/IPS/dc/ff/00