Cuba lleva a los Juegos Olímpicos de Sydney una delegación de 239 atletas, entre ellos 88 mujeres, y según pronósticos considerados cautelosos, podría conquistar 14 medallas de oro.
Casi la mitad de los deportistas cubanos que viajaron a la ciudad australiana para participar en 24 de las 28 disciplinas en competencia acuden por primera vez a una cita olímpica. Cuba ha logrado 116 medallas en la historia de las olimpiadas modernas, que comenzó en 1896 en Atenas.
La representación cubana tiene buenas posibilidades de éxito en vóleibol masculino y femenino, béisbol, boxeo, pesas, esgrima y atletismo, y conservará probablemente su lugar entre las 10 mejores del mundo.
Algunos expertos señalaron que los cubanos han alcanzado resultados notables en los deportes de combate y no hay razón para que Sydney sea una excepción, de modo que también auguran primeros lugares en lucha libre y grecorromana, así como en judo, tanto masculino como femenino.
Iván Pedroso, siete veces campeón mundial en salto de longitud, figura entre los más seguros ganadores del cetro olímpico, un pronóstico menos optimista en el caso de Javier Sotomayor, recordista de salto de altura.
Sotomayor pudo viajar finalmente a Sydney luego de que la Federación Internacional de Atletismo redujera a un año la sanción que se le impuso por un presunto dopaje en el torneo panamericano de Winnipeg, Canadá, en 1999.
Si bien el saltador mantuvo su entrenamiento, permaneció 12 meses fuera de competencia, lo cual marca una desventaja frente a rivales como el ruso Viacheslav Voronin, el estadounidense Nathan Leeper o los canadienses Mark Boswell y Kwaku Boateng.
La afición cubana espera que el béisbol y el vóleibol femenino regresen a casa con su tercer título olímpico consecutivo, tras el oro ganado en los juegos de Barcelona (1992) y Atlanta (1996).
Pero, al menos en el caso del béisbol, el deporte que mayor pasión desata en la isla, el desafío es en esta ocasión de mayor envergadura, por cuanto el torneo olímpico estará por vez primera abierto a los profesionales.
Se anuncia una fuerte resistencia de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Australia a las pretensiones de Cuba de conservar su primacía en béisbol.
Pero, más que medallas, los deportistas de este país tienen la misión de defender en Sydney "el honor de la patria" ante posibles intentos de exiliados cubanos de "empañar" su participación en los juegos.
"Cada uno de ustedes (…) debe ir preparado para enfrentar agresiones, hostigamiento, intentos de chantaje, intentos de soborno", advirtió el canciller Felipe Pérez Roque en la ceremonia de entrega de la bandera a la delegación olímpica.
El gobierno de Fidel Castro atribuye el caso de los deportistas que han abandonado el país a presiones y manipulaciones de sus enemigos ideológicos, que redoblan su actividad en ocasión de competencias internacionales.
"Todos ustedes recibirán fuertes presiones, intentos de comprarlos, caro o barato, propuestas tentadoras, invitaciones al ultraje", aseguró Pérez Roque a los atletas. Quienes caigan en la tentación serán juzgados por el pueblo como traidores.
De acuerdo con datos oficiales, 97 por ciento de los deportistas olímpicos cubanos proceden de los Juegos Escolares Nacionales, su educación es en promedio de segundo año universitario y su edad, 27 años.
Luego de una ausencia de 12 años de los juegos, Cuba finalizó en el quinto puesto en Barcelona, en 1992, con 31 medallas, incluidas 14 de oro.
Cuatro años después, en Atlanta, Estados Unidos, ocupó el noveno lugar entre más de 190 paises, tras conquistar 25 medallas, de ellas nueve de oro.
Veinte de los países participantes en las olimpiadas de Sydney llevan en su delegación a colaboradores cubanos, de acuerdo con un programa de asistencia deportiva iniciado por Cuba hace tres decenios.
Se trata de Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Irán, Italia, Filipinas, Indonesia, India, Tailandia, Argelia, Cabo Verde, Ghana y Sudáfrica.
Más de 9.000 especialistas cubanos ayudaron al deporte de 97 países en los últimos 30 años, y son 35 los que colaboran con equipos extranjeros en Sydney, informó Roberto González, gerente general de la empresa estatal Cubadeportes.
Ese tipo de cooperación aumentó en la década pasada, al punto que 7.000 expertos en deportes intervinieron en proyectos entre 1991 y 2000, la mayoría en naciones del Sur en desarrollo y en condiciones a veces "muy difíciles", según información oficial. (FIN/IPS/pg/ff/cr/00