/Integración y Desarrollo/ EEUU: Prosperidad oculta creciente desigualdad

Estados Unidos pasa por una época de prosperidad económica y desempleo mínimo, pero la situación no es tan placentera para la mayoría de los pobres de este país, advirtió una organización no gubernamental.

El estudio "Apartheid económico en Estados Unidos" compara los enormes salarios que reciben los ejecutivos del sector privado con la creciente cantidad de pobres y personas sin seguro médico ni vivienda.

Los medios de comunicación describen una situación idílica que está muy lejos de la realidad de muchos de los habitantes, agrega el informe que será publicado este lunes.

El informe redactado por Chuck Collins y Felice Yeskel, del grupo Unidos por una Economía Justa, señala cómo la prosperidad económica de los años 90 sucedió a la par de la decadencia de los sindicatos y las instituciones cívicas, y de la batalla por la globalización y la creciente desigualdad en los ingresos de ricos y pobres.

Estados Unidos es el único país industrializado que considera "la atención médica como un privilegio, y no como un derecho humano básico", destaca.

Unos 44 millones de los 270 millones de habitantes del país no tienen seguro médico. "Aunque el desempleo sigue bajando, la cantidad de trabajadores sin cobertura médica aumenta", precisa

Aunque el desempleo corresponde al cuatro por ciento de la población económicamente activa, la cantidad de habitantes sin seguro médico aumenta un millón por año y llegará a los 47 millones en el 2005, lo cual equivale a 20 por ciento de la población menor de 65 años.

La atención médica se convirtió en uno de los puntos principales en la campaña de las elecciones presidenciales de noviembre.

A partir de los años 70 hubo una explosión de consumo que benefició a millones de personas con computadoras personales, televisión satelital y por cable, entre otros productos. Los viajes aéreos aumentaron 300 por ciento desde 1970 y la cantidad de adultos que terminaron la universidad se duplicó a 22 por ciento.

No obstante, el porcentaje del ingreso personal invertido en la atención médica también aumentó 160 por ciento entre 1960 y 1995, según el estudio.

El informe da "un panorama claro de la creciente desigualdad económica en Estados Unidos", opinó el profesor de la Universidad de Harvard William Julius Wilson.

Unidos por una Economía Justa señala que, en 1997, el ejecutivo en jefe de la compañía General Electric obtuvo casi 40 millones de dólares en ingresos, equivalente a un aumento de 45 por ciento con respecto del año anterior.

El ejecutivo ocupó el lugar número 11 entre la lista de personas mejor remuneradas ese año en el país, ganando un salario 1.400 veces superior al promedio de los obreros y 9.500 veces más al de los trabajadores de las maquilas mexicanas, de los cuales miles trabajan para General Electric.

La organización señala que casi 90 por ciento de los ingresos procedentes del crecimiento del mercado de valores en Estados Unidos se destina sólo a 10 por ciento de los hogares, mientras el salario real es inferior al de 1973.

El informe compara al estado de California con el estado indio de Kerula y asegura que, en muchos sentidos, la sociedad de Kerula es mucho más igualitaria.

La disparidad en el ingreso es de 3,5 a 1 en Kerula, comparada con 12 a 1 en California. El estado indio tiene el mismo tamaño de California, aunque es más pobre. Sin embargo, tiene mejores indicadores en calidad de vida y baja delincuencia, bajo analfabetismo y alta esperanza de vida.

Ambos estados albergan aproximadamente 30 millones de habitantes, pero en Kerula sólo hay 5.000 personas en la cárcel, frente a casi 200.000 en California.

"En Kerula existe el interés público por asegurar el acceso amplio y de bajo costo a servicios como la enseñanza y necesidades básicas como la electricidad y los alimentos", señala el informe.

Uno de los factores que explican la desigualdad en Estados Unidos y todo el mundo es el crecimiento sin control de las compañías trasnacionales, según el informe.

Muchos gobiernos no quieren regular la actividad de estas empresas y en los últimos años les concedieron numerosos incentivos, como subsidios y descuentos impositivos, explica.

Según el estudio, para enfrentar la desigualdad los activistas deben encarar las normas e instituciones que rigen la economía mundial, como la Organización Mundial de Comercio (OMC). También deben exigir la cancelación de la deuda externa de los países pobres, exhorta.

En los últimos años resurgió el activismo de izquierda y anarquista en los países industrializados dirigido contra las organizaciones de libre comercio y específicamente contra sus reuniones, como las de la Unión Europea, el Grupo de los Ocho, la OMC, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

El informe sostiene que las protestas contra la OMC en Seattle el año pasado y las manifestaciones de este año contra el Banco Mundial y el FMI son hitos del creciente movimiento contra las contradicciones del capitalismo mundial.

"Los manifestantes exigían que los poderosos actores económicos se democratizaran, que cesen los procesos que generan desigualdad y degradación ambiental y que se analicen cuestiones básicas sobre el propósito de esa actividad económica", destacó la economista Juliet Schor.

"¿La economía sirve a la gente que la integra o su trabajo se destina a llenar los bolsillos de ricos y poderosos? (Las protestas en) Seattle pusieron esta interrogante básica de nuevo en el tapete", sostuvo.(FIN/IPS/tra-en/gm/da/aq/if/00

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