Los indígenas de Ecuador pidieron al Club de París, de gobiernos acreedores, la condonación de la deuda de su país y que esos recursos se destinen a proyectos sociales.
Blanca Chancoso, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) transmitió la solicitud al secretario general de la entidad, el francés Francois Perol, en una reunión mantenida en París.
Perol se negó en un principio a recibir a la indígena con el pretexto de que estaba muy ocupado, pero luego cambió de actitud.
Chancoso le explicó que había viajado a la capital francesa para informarle que los indígenas ecuatorianos están cansados de que en las negociaciones para reestructurar la deuda externa de este país "otros hablen en nombre de ellos y del pueblo, pero defiendan otros intereses".
Delegados oficiales de Ecuador lograron la ampliación de los plazos de pago de 880 millones de dólares de los 1.028 millones adeudados a los gobiernos nucleados en el Club de París, en reuniones realizadas entre el miércoles y el viernes en esa capital.
La representante del Conaie expuso en la entrevista la visión de los pueblos indígenas sobre la situación de Ecuador, inmerso en una severa recesión que espera superar tras la dolarización de su economía.
"Pedimos la condonación de la deuda con el Club de París con la condición de que esos recursos sean destinados al desarrollo productivo, de la salud, la educación, y siempre que en el proceso haya participación ciudadana y de los gobiernos locales", arguyó Chancoso.
Además, puso énfasis en que sólo de esa manera se puede garantizar que "el manejo de los recursos se haga de manera transparente y beneficie al pueblo ecuatoriano".
Chancoso insistió a Perol su intención de reunirse con los demás representantes de los países acreedores, pero éste respondió que eso era imposible porque el único interlocutor es el gobierno de Gustavo Noboa.
Sin embargo, le prometió entregar una copia de la propuesta de la Conaie a cada uno de los miembros del Club de París.
Al término del encuentro realizado el miércoles, Chancoso comentó que su viaje a Francia obedece a un mandato de las comunidades indígenas y campesinas que apoyan la propuesta de condonación de la deuda de los países pobres lanzada por el movimiento mundial Jubileo 2000.
"Queremos vivir, estamos cansados y cansadas de pagar. Pero el dinero que se dejaría de pagar tiene que servir para mejorar las condiciones de nuestros pueblos, de lo contrario la condonación sólo servirá para aliviar los bolsillos de los ricos que se endeudaron y siguen pidiendo préstamos para que los paguemos todos", indicó.
El Club de París culminó hoy las negociaciones iniciadas el miércoles con representantes del gobierno ecuatoriano logrando una reestructuración de 880 millones de la deuda exterior de Ecuador, que acaba de dolarizar su economía.
En las negociaciones en que se obtuvo la reestructura de 880 millones de dólares de deuda participó el ministro de Bienestar Social, Raúl Patiño, quien aseguró que este año Ecuador dedicará 81 por ciento de sus ingresos para cumplir con sus obligaciones externas.
La deuda externa total de este país asciende a 14.000 millones de dólares, 1.028 millones de los cuales corresponden a créditos otorgados por los gobiernos que integran el Club de París.
Activistas de Jubileo 2000 de Alemania, Ecuador, Gran Bretaña y Noruega realizaron esta semana manifestaciones frente a la sede del Club de París para apoyar la presencia de la dirigente indígena.
El ministro Patiño y los delegados gubernamentales Jorge Gallardo, Francisco Arozemena y Galo Galarza aseguraron a los integrantes de Jubileo 2000 que no estaban dadas las condiciones para pedir una reducción de deuda.
La delegación pidió sólo acogerse a una ampliación de los plazos de pago para reducir el monto anual del servicio de los adeudos.
Para Chancoso, la ampliación de los plazos de pago "no sólo no reduce la deuda sino que supone un aumento» de la deuda.
"Esta negociación sólo se redujo a cálculos financieros para cumplir con el atraso de pagos que tiene Ecuador", dijeron representantes de Jubileo 2000.
Gallardo, principal negociador ecuatoriano, dijo que una vez que estén dadas las condiciones volverá al Club de París, en abril de 2001, para pedir una reducción de los adeudos.
La propuesta de la Conaie establece el compromiso de los pueblos indígenas y de las organizaciones de la sociedad civil de invertir los recursos que se liberen por la condonación «en programas de desarrollo social, cultural y de conservación del ambiente».
Esto incluye aspectos relacionados con la educación, la legalización de tierras para campesinos y territorios indígenas y la conservación de la naturaleza, en particular en la Amazonia.
También pide al gobierno establecer las bases para una "profunda reestructura económica y social, a partir de un proceso democrático que se oriente a la constitución de bases equitativas y participativas en el país".
Para el movimiento indígena de Ecuador, la deuda externa es un problema nacional que debe ser tratado en forma integral, a través de una política de Estado que «recoja los criterios y la participación de los diferentes actores de la sociedad ecuatoriana».
"Los países acreedores tienen que entender que con una condonación ellos también se benefician, ya sea con aumento del comercio internacional, el restablecimiento de condiciones propicias para la inversión o el mejoramiento del clima social y político en el mundo", arguyó Chancoso.
La dirigente apeló a la Declaración de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas para decir que el derecho de la población de los países deudores al acceso de alimentos, vivienda, vestido, empleo, educación, servicios de salud y un ambiente saludable no puede subordinarse a las políticas de ajuste originadas por la deuda.
Los programas que se ejecuten con el dinero proveniente de la condonación serían diseñados y ejecutados con la participación de las comunidades locales, municipios y organizaciones no gubernamentales.
"Los recursos que se liberen por concepto de esta operación no serán descontados de los gastos e inversiones sociales previstos con anterioridad, ni se emplearán para pagar otro tipo de deudas, y tampoco serán desperdiciados en compra de armas o ampliación de burocracias inútiles", agrega la propuesta.
También sugieren la conformación de una comisión para el seguimiento y control del uso de los recursos de la condonación de la deuda, en la que participen delegados del país que perdona y de las organizaciones civiles.
"Esta instancia garantizaría que los recursos liberados se inviertan exclusivamente en los programas identificados como prioritarios por la sociedad civil ecuatoriana", aseguró Chancoso.
Los fondos obtenidos serán administrados por un fondo social y ecológico, dirigido por representantes de la sociedad civil.
Se propone además, como contrapartida a una condonación, que el gobierno de Noboa se comprometa a implementar mecanismos que establezcan límites al endeudamiento y que exijan una rendición de cuentas e información pública sobre quiénes se endeudan y para qué.
"La posibilidad de un arbitraje internacional para resolver el tema de la deuda es otra opción que merece ser adecuadamente examinada, pues no podemos seguir manteniendo espacios en donde los acreedores son juez y parte", concluyó Chancoso. (FIN/IPS/kl/dm/if dv/00