El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) busca un apoyo político más amplio para sus nuevos objetivos, tras haber sufrido grandes recortes en las contribuciones de sus donantes.
El administrador del PNUD, Mark Malloch Brown, atribuyó la disminución de los recursos a la falta de "verdadero apoyo político" para la tarea de su agencia en los últimos años.
"Hemos pagado un precio, y es la reducción de nuestros recursos", dijo a IPS.
El PNUD realizó el lunes la primera reunión ministerial de su historia, que fue descripta como una "discusión interactiva" entre donantes y beneficiarios.
El encuentro se produjo en un momento en que los recursos del PNUD se desplomaron de 1.200 millones de dólares en 1993 a menos de 680 millones en 2000. Los fondos propuestos para este año representan una merma de 120 millones de dólares respecto de las previsiones de los gobiernos un año atrás.
La baja en las contribuciones también fue atribuida en parte a la alta cotización del dólar estadounidense. Desde que los donantes europeos hacen sus aportes en monedas nacionales, los recursos bajaron en términos de dólares, que es la moneda usada en el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Según cifras del PNUD, la organización perdió cerca de 60 millones de dólares el año pasado por la depreciación de sus monedas nacionales respecto al dólar.
En un nuevo informe titulado "Reconstruyendo el apoyo para la ayuda al desarrollo de las Naciones Unidas", el PNUD indicó que en 30 países los problemas financieros fueron tan serios que obligaron a suspender los proyectos en marcha.
"Muchas oficinas locales no estarán en posición de financiar nuevas iniciativas y la falta de recursos hará imposible realizar las reformas propuestas", advirtió.
Como parte del proceso de reforma, el personal del PNUD en la sede de Nueva York fue reducido en 26 por ciento, con una baja de 303 puestos de trabajo. De esos funcionarios, 106 fueron reubicados en distintos países para fortalecer la política de ayuda directa.
Actualmente hay alrededor de 1.000 empleados en la sede neoyorquina y otros 4.000 diseminados en oficinas en todo el mundo.
También están en vigor medidas para supervisar el desempeño del personal en áreas críticas, así como un sistema de evaluación en las áreas administrativa y gerencial.
Malloch Brown destacó que la reacción de los donantes ante las reformas fue positiva y lo demuestra el proyectado aumento de contribuciones para el año próximo.
Para el 2001, Francia indicó que aumentará su aporte en 25 por ciento respecto a los 16,4 millones de este año; Italia en 20 por ciento sobre los 11,8 millones actuales; Irlanda en 35 por ciento sobre 3,5 millones y Japón en 35 por ciento sobre los 80 millones de este año.
Actualmente, los cinco mayores contribuyentes del PNUD son Estados Unidos con 88,8 millones de dólares, Japón con 80 millones, Holanda con 75,2 millones, Noruega con 70,7 millones y Suecia con 60,1 millones.
En la reunión ministerial del lunes, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que el desarrollo fue uno de los principales objetivos del foro mundial desde su creación.
"Aunque la carta de la ONU no nos exija trabajar para el desarrollo, no nos queda otro remedio, porque sin desarrollo nuestra misión sería imposible", declaró.
Annan también indicó que sin desarrollo la ONU tampoco podría prevenir conflictos ni construir la paz. "Quizás lo más contencioso sea el compromiso de la ONU en la tarea diaria de desarrollo en cada país, que es precisamente a lo que se dedica el PNUD", dijo.
"Lo que pretendemos es ayudar a que los países encuentren su propio camino y atraer, o movilizar, los recursos que necesita", explicó el secretario general.
En muchos países de ingresos medianos los gobiernos están deseosos de pagar por ayuda y asesoramiento, destacó.
En Brasil, por ejemplo, la mayor parte del dinero que gasta el PNUD procede de contribuyentes locales. El gobierno federal y las autoridades estatales usan los servicios del PNUD porque rinden lo invertido, resaltó Annan.
Los países necesitan ese tipo de ayuda y asesoramiento más que nunca en la era de la globalización, porque los hechos ocurren muy rápido y se requieren decisiones igualmente rápidas, dijo.
Como señaló recientemente un analista asiático: "La globalización es como un tren expreso que solo para en estaciones con plataformas suficientemente altas para que puedan subir los pasajeros". (FIN/IPS/tra-en/td/da/ego/mlm/dv/00