/Integración y Desarrollo/ DESARROLLO: ONG exigen reformas del Banco Mundial y FMI

Organizaciones no gubernamentales (ONG) presionarán a los líderes que concurran a la Cumbre del Milenio, en la sede neoyorquina de la ONU, por la reforma del Banco Mundial y del FMI y el alivio de la deuda externa de los países más pobres.

Una coalición de ONG confía en que la sesión de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) entre este miércoles y viernes sea oportuna para promover reformas a los organismos multilaterales de crédito, antes de que estos celebren sus reuniones anuales.

«La ONU necesita controlar a esas dos instituciones para asegurar que todos los procesos de decisión sean plenamente abiertos», señaló la coalición, denominada S-8 por este viernes 8, fecha en que planifica manifestaciones masivas en Nueva York.

La S-8 incluye entre otras a organizaciones a la Liga Nacional de Abogados de Estados Unidos, Justicia Económica para Africa Ahora, Corporate Watch, Jubileo 2000 y la campaña 50 Años Son Suficientes.

La coalición reclama la introducción de un supervisor que investigue casos de supuesto prejuicio e injusticia en las operaciones del Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional).

«En particular, la ONU debe convocar una conferencia similar a (la que creó al Banco Mundial y el FMI en) Bretton Woods (Estados Unidos) en 1944 para discutir qué tipo de estructura financiera es necesaria para globalizar al mundo con rapidez», dijo la coalición.

Las instancias inaugurales de la sesión anual de la Asamblea General de la ONU han sido denominadas Cumbre del Milenio pues se darán cita 150 jefes de Estado y de gobierno.

Los líderes considerarán la ratificación de cientos de tratados que declaran la necesidad de reformas económicas, sociales y políticas, así como del reconocimiento de derechos culturales y humanos.

Tras la última reunión del Grupo de los Ocho, que nuclea a los siete países más poderosos y a Rusia, la organización mundial Jubileo 2000 dijo que concentrará sus movilización en torno de la Cumbre del Milenio y de las reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI, previstas entre el 19 y 28 de septiembre en Praga.

La cumbre del Grupo de los Ocho fijó el año pasado en Colonia, Alermania, el propósito de condonar 100.000 millones de dólares de la deuda de los 24 países más pobres del mundo para fines de 2000.

A comienzos de este mes, las naciones más ricas del mundo habían acordado perdonar 15.000 millones de dólares a 10 países.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dejó en claro que «sin un programa convincente hacia el alivio de la deuda al comienzo del nuevo milenio, nuestro objetivo de reducir a la mitad la pobreza en el mundo para 2015 será pura ilusión».

Sin embargo, al contrario de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Banco Mundial y el FMI, la ONU no fue creada para ser un motor de la globalización económica y financiera, sino para impulsar la paz, los derechos humanos, la justicia social y la sustentabilidad ambiental.

Pero el foro mundial se ha visto enfrentado en los últimos años con el creciente ejército de partidarios del libre comercio, crucial en el proceso de globalización vigente.

Algunas ONG internacionales creen que vale la pena tratar de «restablecer la visión de la ONU» y darle poder al foro mundial para realizar inspecciones y auditorías sobre empresas e instituciones globales, según el Foro Internacional sobre Globalización.

Esta organización con sede en Nueva York convocará a una serie de conferencias paralelas a la cumbre proponiendo modelos e instituciones económicas alternativas.

En las sesiones, actuarán como moderadores figuras como la activista india Vandana Shiva, el malasio Martin Khor, de la Red del Tercer Mundo, y el músico estadounidense y embajador de buena voluntad de Unicef Harry Belafonte.

Sudáfrica, entre otros países, manifestó la necesidad de más transparencia en las operaciones del Banco Mundial y el FMI, pero ratificará en la Cumbre y en las reuniones de ambos organismos que éstos no deberán ser fragmentados.

El ministro de Finanzas sudafricano, Trevor Manuel, dijo que el Banco Mundial y el FMI representan la única esperanza para asegurar préstamos internacionales para muchas naciones africanas.

Solo cuatro países —Sudáfrica, Egipto, Marruecos y Túnez— pueden obtener dinero en mercados financieros internacionales sin necesidad de la ayuda de ambas instituciones.

Manuel dijo que los partidarios de reformar a estas entidades financieras multilaterales deberían observar a sus grandes accionistas, uno de los cuales, el gobierno estadounidense, ejerce enorme poder.

«El FMI no tiene el poder de decidir sobre sus políticas sin el Congreso», acotó Manuel, para quien los países en desarrollo deben presionar por un mayor poder de voto en el banco y el FMI.

Alrededor de 43 países africanos están presentes en dos organismos de gestión del FMI con apenas cinco por ciento de votos, mientras solo Estados Unidos controla 18 por ciento. (FIN/IPS/trad-eng/gm/da/ego/mj/dv/00

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