La segunda cumbre de la OPEP propuso esta semana formalmente en la capital de Venezuela un diálogo con los países industrializados importadores de crudo para alcanzar la estabilidad del mercado petrolero internacional.
La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se manifestó en la Declaración de Caracas por «activar nuevos y efectivos canales de diálogo entre productores y consumidores de petróleo, con el propósito de un mercado estable y transparente y el crecimiento sostenido de la economía mundial».
La cita de la OPEP ha coincidido con una etapa de agitación en el mercado petrolero internacional, que a juicio de la organización no está determinado sólo por la oferta y la demanda, sino también por la influencia de la especulación y el «cuello de botella de la refinación».
Una «excelente oportunidad» para este inédito diálogo entre la OPEP y los países industrializados importadores será el séptimo Foro Internacional de Energía que se celebrará en Riad entre el 17 y 19 de noviembre, afirmaron los 11 jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Caracas el jueves y el viernes.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recalcó en su discurso final de la cumbre que los exportadores de petróleo están abiertos a «dialogar en todos los niveles posibles, sea técnico, ministerial o de jefes de Estado».
Chávez aseveró que la OPEP desea un «diálogo constructivo», como una contribución «con la estabilidad del mercado» petrolero internacional, en el que días atrás se registró el mayor precio en una década por un barril de 159 litros de crudo, cuando sobrepasó los 37 dólares.
El crudo se encuentra alrededor de los 30 dólares después de la decisión de la OPEP de colocar 800.000 barriles extras de crudo por día y del anuncio de Estados Unidos de que colocará 30 millones de barriles de su reserva estratégica.
La OPEP, integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela, celebró en Caracas la segunda cumbre en su historia de 40 años y 25 años después de la primera, realizada en Argel.
La postura oficial de la OPEP a favor del diálogo coincide con el interés de Francia, cuyo primer ministro, Leonel Jospin, se comunicó telefónicamente con Chávez.
El ministro venezolano de Energía y presidente de la OPEP, Alí Rodríguez, dijo que el acercamiento de la OPEP no sería formalmente con la Unión Europea (UE) sino con «algunos países europeos».
A juicio de Rodríguez, se vive «un momento histórico» para el diálogo, con condiciones que años atrás no se tenían.
«La OPEP ha madurado, también los países consumidores han madurado al punto que se dan cuenta que las presiones no son lo más conveniente. El más sano acuerdo es la estabilización del mercado», recalcó.
Un acuerdo alcanzado en la capital venezolana, según anunció el presidente Chávez, es la realización de estas cumbres cada cinco años, pero también se prevé la convocatoria de reuniones extraordinarias si se las considera necesarias.
Según el emir de Qatar, jeque Hamad Ben Khalifa Ben Hamed Al- Thani, «la OPEP no buscó el enfrentamiento con los países importadores o con otros países» y por el contrario «hizo lo posible, durante las últimas dos décadas, para establecer un diálogo con los importadores y con otros exportadores».
La posición abierta a un acercamiento con las naciones industrializadas, que son las principales consumidoras de energía, fue un punto de consenso en las intervenciones durante la plenaria de la cumbre.
«Es mediante el diálogo que podrán tratarse los temas relacionados con el acceso al mercado, un flujo ininterrumpido de petróleo hacia el mundo, precios aceptables para el petróleo y sus productos y la prevención de políticas discriminatorias y proteccionistas», dijo el presidente de Irán, Mohammad Jatami.
En Arabia Saudita «hemos apoyado y seguimos apoyando un diálogo basado en el conocimiento de la posición de cada una de las partes, así como la apreciación de sus necesidades y circunstancias», dijo el príncipe heredero de ese país, Abdullah bin Abdulaziz.
El príncipe saudita ofreció a Riad, durante el séptimo Foro Internacional de Energía, para el acercamiento.
El diálogo entre exportadores e importadores, en la percepción de la OPEP, es el punto de partida para una nueva era con precios estables y un mercado previsible, que permita la planificación económica sobre el petróleo en todos los países.
La OPEP recuperó influencia en los mercados en marzo de 1999, cuando sus miembros, junto con exportadores como México y Noruega, acordaron restringir la oferta para aumentar los precios. En poco más de un año, la cotización del barril de la cesta de la organización pasó de menos de 10 a más de 30 dólares.
La expectativa internacional en torno de la cumbre de Caracas parece confirmar la recuperación de la influencia de la OPEP, aunque sus miembros aprovecharon esta reunión para aclarar que no pueden bajar el precio petrolero debido a la especulación.
Además, enviaron un mensaje a los consumidores de los países industrializados, especialmente los europeos: el alto precio que pagan por los combustibles depende principalmente de los impuestos que les cobran sus gobiernos.
La cumbre en Caracas reunió a seis gobernantes y cinco delegaciones de alto nivel de la OPEP. (FIN/IPS/ac/mj/if/00