El director técnico de la selección de fútbol de Brasil, Wanderley Luxemburgo, que está en Sydney al frente del equipo olímpico nacional, utilizó su puesto para negociar la transferencia de jugadores e incurrió en evasión fiscal, aseguró hoy su ex secretaria Renata Alves.
Luxemburgo habría ganado mucho dinero por sugerir a clubes que no dirigía la contratación de futbolistas, en los comienzos de los años 90, cuando comenzaba a destacarse en su carrera y se aprestaba a asumir como director técnico de Palmeiras, uno de los grandes equipos brasileño, señaló Alves.
Existen anotaciones hechas por Luxemburgo en una agenda, en la que se mencionan varios jugadores, todos contratados por Palmeiras a mediados de los años 90, dijo Alves, quien también fue la pareja del director técnico entre 1989 y 1993, cuando se desempeñó como su secretaria.
En esa época, Luxemburgo afirmó haber ganado mucho dinero y guardó miles de dólares «en mi apartamento», añadió.
Alves mencionó a Elivelton y Zinho, entre los jugadores incluidos en la lista, los cuales integraron la selección nacional antes que Luxemburgo asumiera su dirección técnica.
Los problemas entre Luxemburgo y su secretaria comenzaron en 1996, cuando ésta fue convocada por las autoridades fiscales para que explicara la manera en que había comprado la gran cantidad de inmuebles que poseía entonces, ante la presunción de haber incurrido en evasión fiscal.
La mujer sostuvo que hacía negocios en nombre de Luxemburgo, en especial con inmuebles vendidos en subastas públicas, de lo cual dijo tener documentos.
El director técnico de la selección brasileña de fútbol reconoció estar en deuda con el fisco, pero negó haber influido en la contratación de jugadores por parte de clubes que no dirigía, una actitud considerada antiética.
La deuda fiscal de Luxemburgo ascendería a más de un millón de reales (unos 550.000 dólares), según trascendidos de prensa.
Además, le debe a Renata Alves «más de 1,5 millones de reales» (unos 830.000 dólares) por derechos ya reconocidos por la justicia laboral en primera instancia, fallo que fue apelado y que aún espera decisión de tribunales superiores, informó Marcos Cytrángulo, uno de los abogados de la ex secretaria,
Luxemburgo podría tener problemas para permanecer en Australia durante los Juegos Olímpicos que se inauguran este viernes, sugirió la denunciante, al informar que otro de sus asesores legales viajó a ese país para presentar antes las autoridades documentos sobre los presuntos delitos cometidos por el director técnico.
Luxemburgo también fue acusado por Alves de falsificación ideológica por supuesta modificación de su fecha de nacimiento.
El poder otorgado a Alves por parte del director técnico señala como año de nacimiento 1955, aseguró ella, pero la revista Epoca del 4 de septiembre reveló que en muchos casos él se presentaba con documentos que indicaban haber nacido en 1952.
El cambio de la fecha de nacimiento es frecuente entre jugadores de fútbol en Brasil, porque sus contratos aumentan de valor en la medida de que son más jóvenes, según expertos en ese deporte.
El fenómeno de los «gatos», como se llama en Brasil, fue confirmado el año pasado entre futbolistas que participaron en selecciones nacionales juveniles.
Las acusaciones contra Luxemburgo, que incluyen también una por acoso sexual, hecha en 1996 por la manicura Claudia Cavalcanti, afectaron su imagen al punto de que varios comentaristas deportivos pidieron su alejamiento de la dirección técnica de la selección nacional.
Si el equipo olímpico gana la medalla de oro, único trofeo no conquistado por el fútbol brasileño y por eso muy anhelado, contribuirá para atenuar las presiones por su renuncia, observó el comentarista Juca Kfouri.
El episodio añade informaciones sobre el posible trasfondo ilegal en que se desarrolla el fútbol en muchas partes. La evasión fiscal es evidente, ante las informaciones sobre negocios milionarios y el escaso o ningún tributo que se recauda entre jugadores y dirigentes de los equipos.
Por esa razón, las autoridades fiscales comenzaron hace algunos años una ofensiva, convocando a varios jugadores famosos para que mostraran documentos sobre sus propiedades y cuentas bancarias, en aparente en contradición con los impuestos pagados.
Además, evidencia el gran negocio en que se convirtió la compra y venta de contratos de jugadores brasileños, en especial con clubes europeos.
La Comisión Europea, organismo ejecutivo de la Unión Europea, inició una negociación con la Federación Internacional de Fútbol Asociado para limitar las sumas involucradas y la falta de reglas en las transferencias.
Las tratativas comenzaron después que el futbolista portugués Luis Figo fuera transferido del Barcelona a Real Madrid, ambos de España, por 53 millones de dólares.
Los intermediarios de esos negocios son hoy profesionales especializados y es natural la sospecha de que directores técnicos también obtienen ganancias con el tráfico de influencia en esas transferencias. (FIN/IPS/mo/dm/cr ip/00
