El alza del precio del petróleo amenaza con provocar también en España las protestas y el caos en el tráfico que afectan a otros países europeos, mientras se registra un inesperado aumento de la inflación.
Varias organizaciones integrantes de la Plataforma de Consumidores de Carburantes anunciaron que el viernes bloquearán los accesos a las ciudades de Barcelona y Mérida para protestar por el aumento de los derivados del petróleo.
El portavoz de la Plataforma y secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores, Fernando Moraleda, advirtió de que si el gobierno no responde a sus requerimientos «el conflicto se afrancesará».
Moraleda aludía así a los bloqueos de carreteras y gasolineras que se están registrando en Francia y otros países europeos. Bruselas, la capital de la Unión Europea (UE), sufrió un colapso total este jueves, debido a la aglomeración de camiones en las principales calles de esa ciudad como protesta.
Mientras, el gobierno y la oposición de España comprobaron preocupados la inflación de agosto, que se ubicó en 3,6 por ciento para los últimos 12 meses, casi el doble del dos por ciento de la prevista para este año en los planes oficiales.
Una leve caída en el precio del petróleo y el repunte en la cotización del euro registrado este jueves, tras la compra por el Banco Central Europeo de 2.500 millones de esa moneda, no alcanzaron a aliviar esa preocupación.
El gobierno no manifiesta disposición a rebajar el impuesto a los derivados del petróleo, medida reclamada por la oposición en el parlamento y por los transportistas y los productores agrarios.
Pero la actividad de la Plataforma y de otras organizaciones, entre ellas las patronales agrarias, no se limitará a las movilizaciones programadas para este jueves.
Si no cae el precio de los carburantes, la Plataforma boicoteará a partir de la próxima semana todas las gasolineras de Repsol, la empresa que monopoliza el sector en España.
Las acciones convocadas para el viernes en Barcelona y Mérida constituyen apenas un aviso de lo que podrán hacer en todas las grandes ciudades si las negociaciones que iniciarán el lunes con el gobierno no llegan a buen puerto.
Dos patronales agrarias que agrupan a 90 por ciento de los agricultores y ganaderos convocaron manifestaciones en las principales capitales de provincias para el 19 de este mes, cuando todavía se estará negociando.
El siguiente plazo vencerá a fin de mes. Si para entonces tampoco bajan los precios de los carburantes, se unirá a las protestas el Comité de Paro (huelga) Estatal del Transporte de Mercancías por Carreteras.
Tanto el gobierno como la oposición creen que la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) debería aumentar significativamente su producción para causar una caída sensible en el precio del barril de petróleo, pero también se manejan otras opciones.
Una de las más llamativas llega desde Galicia, comunidad autónoma cuyo presidente y figura histórica del gobernante Partido Popular (PP), Manuel Fraga Iribarne, se pronunció por levantar el embargo internacional que sufre Iraq desde la invasión a Kuwait (1990).
Iraq «sufre sanciones durísimas después de una guerra concluida hace muchos años (la del Golfo, en 1991), y estoy seguro de que, por su capacidad de producción», su ingreso pleno al mercado internacional «podría bajar el precio del petróleo a 20 dólares», dijo Fraga Iribarne.
Eso ocurriría cuando «recibiesen para ello las indicaciones adecuadas y la supresión de ciertos bombardeos evidentemente discutibles en este momento», agregó el gobernante gallego.
El gobierno presidido por el centroderechista José María Aznar entiende que no debe bajar el impuesto a los carburantes, con el argumento de que se debe mantener el equilibrio presupuestario, y confía en que se produzca una disminución del precio del crudo con el aumento de producción prometido por la OPEP.
Eso no impide descartar que las manifestaciones programadas para el viernes en Barcelona y Mérida se conviertan, como anticipó Moraleda, en el comienzo del «afrancesamiento» de España, y que las grandes ciudades y las carreteras colapsen por el corte del tráfico en puntos neurálgicos. (FIN/IPS/td/mj/if/00