EEUU: Bush y Gore ignoran a la comunidad caribeña

El estado de Florida es una escala cada vez más frecuente para los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, el demócrata Al Gore y el republicano George W. Bush, a medida que avanza la campaña hacia las elecciones del 7 de noviembre.

En la última semana de septiembre, Gore hizo su décima visita a Florida en dos meses, desde el comienzo formal de su campaña. La semana anterior lo había hecho Bush, cuyo hermano, Jeb, es el gobernador del estado .

Florida, considerada pocas semanas antes un bastión de la fórmula George W. Bush-Dick Cheney, ahora es un verdadero campo de batalla, según el periodista televisivo Michael Putney, del canal de televisión WPLG.

Sondeos efectuados por numerosos medios muestran un virtual empate entre Bush y Gore en Florida. Pero los mensajes dirigidos por los candidatos a la variopinta población del estado no prestan especial atención a los votantes de origen caribeño.

"Los asuntos que más nos preocupan no aparecen en las pantallas de radar de ninguno de los candidatos", sostuvo Anthony Bryan, docente de ciencias políticas de la Universidad de Miami.

Los partidos parecen haber delineado un esquema sobre los votantes de Florida, divididos en grupos étnicos y demográficos clave, para lanzar mensajes específicos dirigidos a esos grupos.

Los candidatos, por ejemplo, no pierden oportunidad de destacar el comercio y otros lazos con América Latina, un mensaje claramente dirigido a la numerosa población de Florida que tiene ese origen.

Bush no vaciló en poner énfasis y explotar el hecho de que su cuñada (Columba, la esposa del gobernador Jeb Bush) es mexicana.

Ambos candidatos se han pronunciado firmemente en favor de mantener el embargo económico estadounidense contra Cuba, una posición popular y acorde con la abrumadora mayoría de exiliados de ese país que residen en el estado.

Sin embargo, los problemas caribeños, incluso en las raras ocasiones en que son planteadas directamente por los reporteros, logran escasa atención.

En una entrevista, Putney interrogó a Bush sobre la situación en Haití. En lugar de responder, el candidato republicano condenó la política Clinton-Gore porque gastó 1.000 millones de dólares en Haití y no consiguió nada. Demostró mas interés en hablar de Cuba.

No obstante, todo indica que una creciente cantidad de habitantes de origen caribeño pretende participar en la campaña electoral.

La creciente participación se debe a la labor de organizaciones profesionales en los condados de Palm Beach, Miami-Dade y Broward que facilitan la obtención de la ciudadanía estadounidense y el empadronamiento para poder votar.

Si bien los habitantes de origen caribeño han sido tradicionalmente indiferentes hacia la política, "cosas que han estado ocurriendo a nivel local y nacional han captado su atención, y ahora se dan cuenta que si van a vivir en este país deben participar en el proceso político", dijo Dahlia Walker, secretaria de la organización Caribbean Bar Association (CBA).

Entre esas cosas, Walker mencionó el caso de Elián González, que llevó a la comunidad cubana en Miami a usar "tácticas de guerrilla" para hacerse escuchar.

"Lo que hemos tratado de decirles a los caribeños es que deben votar para poder tener voz. No basta con llamar a una radio y quejarse", agregó.

El éxito de los pedidos de ciudadanía e inscripción electoral es visto por líderes de la comunidad caribeña como un primer síntoma de madurez política.

"La gente debe tomarse tiempo para educarse acerca de esas cuestiones", apuntó Marlon Hill, presidente de CBA.

"Deben leer material de la campaña, estudiar los programas de los partidos y decidir por el candidato que prefieren para escribirle y manifestarle cuales son sus inquietudes", agregó.

Hill cree que los candidatos responderán y, en cualquier caso, los electores tomarán en cuenta lo que digan los políticos para su decisión.

Hill dijo que, además de los temas que preocupan a todos los habitantes de Florida, como la educación, el costo de los servicios de salud, los impuestos y el estado de preparación militar del país, los caribeños tienen sus propias inquietudes.

Algunas son la inmigración, el comercio internacional y el desarrollo económico en los núcleos urbanos donde vive la mayoría de los caribeños.

Respecto del comercio internacional, Hill señaló que "en la forma que está manejada la economía global, la manera en que Estados Unidos manipula el comercio con países más pobres y pequeños, afecta el bienestar económico de esas naciones".

Como la comunidad de caribeños es pequeña, las dificultades podrían superarse formando alianzas con otros grupos de inmigrantes, como los haitianos y otras naciones insulares de la región.

"La ciudadanía estadounidense brinda ciertos privilegios. Uno de ellos asegura que uno tiene opinión en la elección de candidatos", señaló Bryan. No obstante, admitió que eso quedará para la próxima generación de caribeños-estadounidenses.

"Lo que pasa es que nuestro ADN no nos programa para participar en procesos políticos. Por el contrario, es un proceso de maduración y la gente joven deberá hacer mucho más de lo que nosotros hicimos hasta ahora", dijo. (FIN/IPS/tra-en/ps/da/ego/aq/ip/00

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