ECUADOR: Adiós al sucre

El sucre perderá este sábado su condición de moneda nacional de Ecuador y, a partir de ese momento, todas las transacciones comerciales se realizarán en dólares.

El canje de billetes y monedas por la divisa estadounidense podrá hacerse hasta el 9 de marzo de 2001, en el Banco Central y tres bancos comerciales.

El 9 de enero, el entonces presidente Jamil Mahuad anunció la dolarización de la economía y en abril, el gobierno de Gustavo Noboa adoptó al dólar como moneda oficial en sustitución del sucre.

La medida, además de abrir una polémica sobre posibles beneficios o perjuicios, recordó la historia del sucre, creado en 1884 por el presidente José Plácido Caamaño en homenaje al libertador Antonio José de Sucre.

Así, se mandaron a acuñar a Londres monedas de cinco, 10, 20 y 50 centavos, y un sucre que equivalía a un dólar y tenía el mismo tamaño, calidad y cantidad de plata que la moneda estadounidense.

Durante la segunda década del siglo XX se vio la necesidad de acuñar una nueva moneda en plata de 720 milésimas para sustituir a las de plata 900. Eso significó una devaluación, ya que cada sucre pasó a costar cinco dólares.

Nuevas devaluaciones provocarían que en 1937 el país cambiara de patrón y adoptara de forma definitiva la moneda fiduciaria (valor simbólico) sustituyendo el sucre de plata por sucres de níquel y experimentando una devaluación de cinco a ocho sucres por dólar.

Con el transcurso de los años, el sucre siguió devaluándose. En 1971 se fijó el tipo de cambio a 25 sucres por dólar, manteniéndose hasta 1982, durante toda la época de auge del petróleo.

A partir de ese año se retomó el proceso devaluatorio y el 9 de enero el ex presidente Jamil Mahuad adoptó la dolarización fijando la cotización del sucre en 25.000 unidades por dólar.

El Banco Central debe cambiar hasta el 9 septiembre toda la existencia de sucres en el mercado. Luego, sin la reserva de divisas en su poder, el Banco Central desaparecerá como organismo emisor y financiero, y se transformará en un agente de reestructuración de la banca y de reordenamiento fiscal.

La pérdida del sucre "es una forma de perder un símbolo que identifica al país y por lo tanto una forma de perder identidad", comentó la analista Cecilia Velasco.

La dolarización de la economía también ha causado preocupación por el alza de la inflación, que se prevé supere el 110 por ciento este año, cuando en 1999 fue de 60 por ciento, con lo que se podría llegar a una hiperinflación en dólares.

La empresa encuestadora Cedatos reveló en mayo que 69 por ciento de los ecuatorianos desconfían de la dolarización y 81 por ciento consideran que ganan menos que antes de adoptarse la medida, mientras 85 por ciento acusan un deterioro de su capacidad adquisitiva.

En el mercado de Santa Clara, uno de los más importantes de Quito, la gente se resiste a dejar el sucre. Rosa Lima, vendedora de verduras dijo que sólo acepta sucres y billetes de un dólar porque teme que le entreguen dólares falsos como los detectados en las últimas semanas.

"Hasta a los bancos se les pasa. A un amigo le dieron dos billetes falsos cuando fue a cobrar un cheque. ¿Cómo no se nos va a pasar a nosotros?", arguyó.

Una de las causas que explicación las dificultades de adaptación es la falta de piezas en dólares de baja denominación. Esto se solucionaría con la emisión de un nuevo sucre que serviría sólo como fracción de un dólar.

Según las autoridades del Banco Central es más barato acuñar este tipo de moneda que importar centavos de dólar, por lo que a partir del día 9 circulará un nuevo sucre como fracción del dólar pero sin las características de una moneda nacional.

Pero a sólo un día de la eliminación del sucre todavía no han llegado esas monedas y los comercios no tienen cambio.

Las autoridades del Banco dicen que ya ha sido cambiado el 92 por ciento de los sucres, sin embargo hasta en muchas regiones, sobre todo rurales, sigue circulando la antigua moneda.

Un estudio realizado por el Banco Central en diciembre señalaba que la dolarización de la economía podría causar el caos económico en el país, porque no estaban dadas las condiciones para implementar el programa.

Se corre el riesgo de mantener una economía dolarizada para unos sectores y otra en sucres para otros, lo que provocaría el caos, advirtieron los expertos.

El economista Alberto Acosta estima que la dolarización limita la utilización de la política monetaria para enfrentar eventuales crisis financieras mundiales o devaluaciones en países vecinos, que restarían competitividad a los productos ecuatorianos.

Si en una economía relativamente fuerte como la argentina, "con la convertibilidad, que no es un camino de ida sin retorno, se pasó de seis por ciento de desempleo a 18 por ciento, en Ecuador los efectos serían mucho más negativos", advirtió.

El desempleo en Ecuador se ubica en 18 por ciento, y el subempleo en 54 por ciento, y si esos dos indicadores aumentaran, "sería un caos social", añadió Acosta.

Representantes de organizaciones sociales, gremios de exportadores y sectores profesionales constituyeron el Foro Alternativo, que elaboró una propuesta para dejar de lado la dolarización.

La iniciativa consiste en establecer la paridad del dólar con un nuevo sucre y restituir al Banco Central como ente emisor y rector de la política monetaria.

El presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexport), Luis Maldonado, dijo a IPS que la dolarización agravará la vulnerabilidad de los sectores productivos del país.

"No llegó la estabilidad y la inflación sube como nunca, pero ahora es en dólares", subrayó Maldonado.

Germán Rojas, renunció en mayo como director del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos luego de recibir presiones para no divulgar la verdadera inflación por parte de autoridades del Ministerio de Finanzas y de Ricardo Noboa, hermano del presidente y director del Consejo Nacional de Modernización.

Acosta también aseguró que la dolarización consolidará en el futuro una rigidez cambiaria que afectará a gran parte de la producción de bienes transables, al tiempo que fomentará las importaciones.

El nuevo sistema "aumentará las diferencias sociales y exacerbará el centralismo a partir de la acumulación de los dólares en aquellas zonas exportadoras de bienes primarios", aseguró.

Pero Noboa aseguró que en los próximos meses la dolarización traerá una estabilización de precios, interpretación apoyada por los gremios empresariales de Guayaquil, el mayor centro comercial del país, que fueron los que presionaron para la adopción de la medida. (FIN/IPS/kl/ag/if/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe