El crecimiento económico es fundamental pero no siempre suficiente para acabar con la pobreza, señaló el Banco Mundial, en un cambio radical de su política previa.
El Informe de Desarrollo Mundial 2000-2001 de la institución hace hincapié en la oportunidad, la capacitación y la seguridad como elementos clave para reducir la pobreza, junto con las políticas económicas que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional siempre han recomendado.
La pobreza no sólo significa bajos ingresos y tasas de consumo, sino también falta de educación, mala nutrición y salud, señala el informe divulgado este martes.
La nueva perspectiva del Banco Mundial incorpora la falta de expresión política, la vulnerabilidad y el temor como aspectos de la pobreza.
El informe propone fomentar las oportunidades económicas para los pobres a través del crecimiento equitativo, el mejor acceso a los mercados y mayores recursos financieros.
La emancipación se debe facilitar haciendo que las instituciones estatales tomen en cuenta a los pobres y eliminen las barreras sociales que excluyen a las mujeres, los grupos étnicos y raciales y los menesterosos, propone.
La seguridad se debe reforzar habilitando mecanismos para reducir la vulnerabilidad de los pobres en casos de crisis económicas internacionales.
«Estas dimensiones de la pobreza interactúan de manera importante», dijo el economista en jefe y vicepresidente del Banco Mundial Nicholas Stern.
«Sabemos que el crecimiento económico es crucial para reducir la pobreza. Pero también reconocemos el papel fundamental que tienen el cambio institucional y social para fortalecer los procesos de desarrollo e incluir a la gente pobre», agregó.
El informe menciona los ejemplos de Marruecos, donde un proyecto permite a los artesanos y comerciantes pobres vender sus productos en el mundo por la red de computadoras Internet, y de Brasil, donde se aplica una nueva estrategia de reforma agraria.
Así mismo señala un caso de acción afirmativa contra la discriminación por castas en India.
El informe también exhorta a los países industrializados a abrir sus mercados a los países del Sur en desarrollo y a fomentar la producción de elementos que beneficien a los pobres, como vacunas para enfermedades tropicales, la investigación agrícola y el combate contra el sida .
El informe de este año, que llevó más de dos años de preparación, representa la mayor investigación del Banco Mundial sobre la pobreza.
El mismo exigió la colaboración de centros de estudio, empresas y organizaciones no gubernamentales, además de las experiencias personales de más de 60.000 hombres y mujeres de 60 países en desarrollo.
El informe sostiene que casi la mitad de la población mundial, o sea 2.800 millones de personas, viven con menos de dos dólares por día.
El avance contra la pobreza varía según las regiones. En el este de Asia, la población que vive con menos de un dólar por día descendió de 420 millones en 1987 a 280 millones en 1998.
Pero la cantidad de pobres sigue en aumento en Africa subsahariana, Asia meridional y América Latina.
El Informe sobre Desarrollo Mundial no es un documento oficial del directorio ejecutivo del Banco Mundial, sino que representa la opinión del personal del economista en jefe de la institución multilateral. (FIN/IPS/tra-en/gm/da/aq/dv/00