El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió por unanimidad fortalecer sus operaciones de paz con mandatos "creíbles", financiación "más sólida" y entrenamiento y equipo adecuados.
La representación de 14 de los 15 países integrantes del Consejo correspondió a jefes de Estado y de gobierno participantes en la Cumbre del Milenio, que comenzó el miércoles y terminó este viernes en Nueva York.
Sólo estuvo ausente el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, quien no asistió a la cumbre.
El Consejo tambien expresó su determinación de "dar especial atención a la promoción de una paz duradera y un desarrollo sustentable en Africa, y a las características específicas de los conflictos" en ese continente.
Se acordó enviar fuerzas de mantenimiento de la paz con mandatos "apropiados, claramente definidos, creíbles y logrables", así como adoprtar "medidas eficaces para la seguridad del personal de las Naciones Unidas".
También se expresó el compromiso de "mejorar" la capacidad de la ONU en el "rápido despliegue de fuerzas en operaciones de paz".
Esas decisiones se adoptaron tras un año de creciente demanda de misiones de paz a la ONU, acompañadas del temor de que el foro mundial emprendiera tareas excesivas para sus fuerzas, con consecuencias trágicas para gente inocente similares a las que se produjeron en los años 90.
Entre los casos más graves en los cuales la ONU no fue capaz de controlar crisis estuvieron su intervención en la guerra civil de Somalia, aprobada en 1992, el genocidio en Ruanda de 1994, y la matanza de civiles en la localidad bosnia de Srebrenica, que el foro mundial había ofrecido como "refugio seguro", en 1995.
"Atrevámonos por fin a dar a las Naciones Unidas los medios para asegurar la paz", dijo el presidente de Malí, Alpha Oumar Konare, de Mali, quien presidió la sesión.
El orden del día de la reunión se dedicó a "Dar un papel eficaz al Consejo de Seguridad en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, en especial en Africa".
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo a los asistentes a la reunión, entre quienes se encontraban el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y el de Rusia, Vladimir Putin, que el Consejo afronta "una crisis de credibilidad".
"Demasiadas comunidades vulnerables del mundo dudan antes de pedir la asistencia de la ONU cuando la necesitan. Eso no cambiará con resoluciones o declaraciones, sino sólo con acciones llevadas a cabo con rapidez, unidad, eficacia, habilidad y disciplina para detener los conflictos y restaurar la paz", enfatizó.
El presidente de Namibia, Sam Nujoma, dijo que era "imperativo" que el Consejo diera prioridad a Africa y prestara atención a "las raíces de los conflictos, la pobreza y la falta de desarrollo", en vez de ocuparse de ese continente "sólo en forma subsidiaria".
Esa posición fue ratificada por varios participantes en la reunión y recogida en la resolución final.
Clinton dijo que el Consejo deberá afrontar cada vez más cuestiones relacionadas con el mantenimiento de la paz mientras no se ocupe del "vínculo de hierro entre privaciones, enfermedad y guerra".
La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, afirmó que los mandatos del Consejo de Seguridad a fuerzas pacificadoras deberían incluir la extirpación de las raíces de los conflictos.
"Con esa finalidad, la cumbre debería expresar decidido apoyo a la erradicación de la pobreza, el desarrollo sustentable, el buen gobierno y el imperio de la ley y los derechos humanos, como cimientos de una paz perdurable", apuntó Hasina, la única mujer presente en la sesión.
"Nuestros esfuerzos por la paz deben ser auténticamente colectivos e inclusivos para tener éxito. Las mujeres son la mitad de la humanidad, y deberían poder desempeñar el papel que les corresponde", afirmó.
"No debemos ver a las mujeres sólo como víctimas de las guerras, sino reconocer la contribución que pueden realizar para resolver conflictos", añadió.
La resolución del Consejo se refirió a la necesidad de actualizar y aumentar la financiación de operaciones de paz, pero nadie mencionó en el debate que la ONU es acreedora de unos 2.000 millones de dólares de aportes comprometidos y no realizados para esas misiones, o que el mayor deudor es Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Malasia, Hamid Albar, aludió a la cuestión al señalar que "todos los Estados miembros deben cumplir en forma incondicional con sus obligaciones para que la eficacia de las misiones de paz no se vea amenazada por falta de fondos".
El consejo emitió un comunicado acerca del conflicto en República Democrática de Congo (RDC), el mayor desafío que afronta en la actualidad.
En el comunicado se pidió una vez más a Ruanda y Uganda que retiren sus fuerzas de RDC, y se instó a Kinshasa a "cumplir con sus obligaciones particulares" y permitir el despliegue de fuerzas de mantemiento de la paz de la ONU en todo el territorio del país.
Ese despliegue se ha visto bloqueado por la oposición del gobierno de RDC a permitir la presencia de pacificadores armados en las ciudades y en el territorio no controlado por los insurgentes, en violación de acuerdos de paz firmados por Kinshasa el año pasado.
Pero las dificultades para desplegar a las fuerzas de paz en RDC también se vinculan con el hecho de que la propia ONU no fue capaz de lograr aporte de tropas por parte de varios Estados miembros.
Por otra parte, el Consejo tiene dificultades para manejar la crisis en Sierra Leona, donde mantiene una misión pacificadora (UNAMSIL).
El mandato de la UNAMSIL se extendió por dos semanas antes de que comenzara la Cumbre del Milenio, y el Consejo no ha terminado de discutir una propuesta de Annan para aumentar los soldados de esa misión de 13.000 a 20.500.
Las tensiones entre integrantes del Consejo acerca de la aplicación de sanciones, las intervenciones basadas en "razones humanitarias" y otras cuestiones afloraron durante la sesión en términos diplomáticos.
"Los hechos demuestran que el éxito de las operaciones de paz depende del cumplimiento de los propósitos y principios de la Carta de la ONU", dijo el presidente de China, Jiang Zemin.
Entre esos propósitos y principios, destacó los de "soberanía de los Estados, no interferencia en asuntos internos d los Estados, búsqueda de consentimiento de las partes interesadas antes de una intervencion, neutralidad y abstención del uso de la fuerza excepto para la autodefensa".
"No debemos permitir que prevalezcan intereses particulares. Los problemas de Iraq y los Balcanes sólo podrán ser resueltos mediante el abandono de las iniciativas unilaterales", advirtió Putin. (FIN/IPS/tra-eng/jw/da/ego/mp/ip/00)