El contenido de la propuesta de declaración final de la llamada Cumbre del Milenio, que comenzó hoy en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ya se ha diluido por objeciones de numerosos países.
Las objeciones provinieron de China, Estados Unidos, Francia, India y Rusia, entre otros países, y se refirieron en su mayor parte a frases vinculadas con la prevención de peligros nucleares.
El borrador de nueve páginas, cuya redacción se concluyó el lunes tras consultas informales entre los 188 miembros de la ONU, abarca cuestiones políticas delicadas vinculadas con derechos humanos, pobreza, deuda externa, contaminación, soberanías nacionales, emergencias humanitarias y reforma del foro mundial.
La versión final del documento debe ser aprobada el viernes, y el namibio Theo-Ben Gurirab, presidente de la Asamblea General, dijo a periodistas el martes que confiaba en que los participantes votarían sin reservas la declaración final.
En la primera versión del borrador se instaba a los gobernantes a "firmar y ratificar el Estatuto de Roma para la creación de la Corte Penal Internacional (CPI)".
Objeciones de Estados Unidos, que se ha negado a suscribir ese documento, condujeron a que en la actualidad sólo se proponga "considerar" su firma y ratificación.
Washington también expresó reservas acerca de una propuesta de "cancelar toda la deuda bilateral" de las naciones calificadas como países pobres fuertemente endeudados, "a cambio de compromisos verificables para reducir la pobreza", pero esa iniciativa permanece en el borrador.
Los países en desarrollo han insistido en que se ratificara el compromiso de respetar "la integridad territorial y la independencia política de los Estados soberanos" y evitar toda forma de interferencia en "asuntos internos de los Estados".
Esa iniciativa enfrenta fuerte resistencia de los países de Europa occidental y de Estados Unidos, los cuales alegan que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene derecho a intervenir en asuntos internos de un país por motivos humanitarios.
Washington objetó además la propuesta de pedir a los Estados miembros que aseguren la entrada en vigencia, en 2002 si es posible, del Protocolo de Kioto acerca de la reducción de la emisión de gases que causan el llamado efecto invernadero.
India, que se convirtió hace poco en una potencia nuclear, inistió en que se eliminara del borrador el pedido de que todos los países firmen el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
China cuestionó a su vez referencias a la importancia de la democracia multipartidista, el respeto de los derechos humanos y la libertad de prensa.
Quizá la propuesta más resistida fue la de pedir a los gobernantes del mundo "acordar la realización de una gran conferencia internacional para identificar formas de eliminar los peligros nucleares", lanzada en marzo por el secretario generasl de la ONU, Kofi Annan, en su Informe del Milenio a la Asamblea General del foro mundial.
El actual borrador insta a los gobiernos a "esforzarse para lograr la eliminación de las armas de destrucción masiva, y en especial las nucleares, y no descartar ninguna opción para alcanzar esa meta, incluyendo la posibilidad" de realizar esa conferencia.
China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, las cinco mayores potencias nucleares y los únicos países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, se opusieron con vigor a cualquier frase que destacara los peligros de las armas nucleares.
Esas cinco naciones han declarado que la realización de una conferencia acerca de los peligros nucleares no está entre sus prioridades, y se oponen a la eliminación de las armas nucleares.
Annan subrayó en su informe de marzo que existen unas 35.000 armas nucleares en arsenales, y que miles de ellas están listas para ser empleadas en forma inmediata.
"Cualquier motivo que haya podido tener alguna vez la existencia de esas armas desapareció hace tiempo", y las "actuales restricciones políticas, morales y legales a su uso socavan su importancia estratégica, pero no se han reducido los riesgos de su proliferación o de su uso por error", afirmó.
El hecho de que cada potencia nuclear insista en que esas armas son una garantía de seguridad en sus manos, pero un peligro para la paz mundial en manos de otros, no ayuda a alcanzar el objetivo de que no proliferen", argumentó.
"Para ayudar a llamar la atención del mundo sobre los peligros que afrontamos y nuestras oportunidades de reducirlos, propongo que se considere la realización de una gran conferencia internacional que nos ayude a identificar vías para eliminar los peligros nucleares", añadió.
El borrador propone compromisos para reducir a la mitad en 2015 el actual porcentaje de la población mundial que sobrevive con menos de un dólar por día, revertir el avance mundial del síndrome de inmunodeficiencia adquirida y lograr una distribución más justa de los beneficios de la globalización entre los pobres.
La cumbre dio comienzo en la mañana de este miércoles en Nueva York, en medio de un gran despliegue de fuerzas de seguridad y el primer gobernante que hizo uso de la palabra fue el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
La lista de oradores para el primer día de la reunión incluyó también a los presidentes Vladimir Putin, de Rusia, Jacques Chirac, de Francia, Jiang Zemin, de China, y Fidel Castro, de Cuba, así como a los primeros ministros Ehud Barak, de Israel, y Tony Blair, de Gran Bretaña, entre muchos otros.
Clinton, quien dejará el gobierno tras las elecciones estadounidenses de este año, pronunció su último discurso en la ONU y advirtió que quienes traten de ignorar al foro mundial se equivocarán, porque las naciones son cada vez más interdependientes.
También afirmó que en el futuro será necesario tener más sensibilidad y respeto ante la diversidad cultural, religiosa y política del planeta.
El presidente de Estados Unidos destacó la importancia de brindar apoyo financiero a la ONU, de la cual su país es el mayor deudor.
El martes, Annan dio la bienvenida a los participantes en la cumbre y los instó a aprovechar el encuentro para avanzar hacia el fin de la guerra y la pobreza en el siglo XXI.
Annan hizo sonar la Campana de la Paz, donada al foro mundial en 1954 por la Asociación de las Naciones Unidas de Japón y forjada con monedas aportadas por niños de 60 países.
"Oigamos sonar a la campana en nuestras conciencias con fuerza, claridad y autenticidad", para "despedir a un siglo de crueldad y destrucción y recibir a un milenio de esperanza y paz", dijo.
La declaración final de la cumbre no implicará obligaciones legales, pero tendrá una fuerza moral emanada de su adopción por la mayor reunión de gobernantes convocada por la ONU.
Annan advirtió en la primera conferencia de prensa de la cumbre que no deben esperarse soluciones mágicas para los problemas del mundo como resultado de la reunión, y subrayó que nada cambiará si los gobernantes no implementan los compromisos de la declaración final. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/mp/ip/00