El presidente palestino Yasser Arafat aprovechó el inicio de la Cumbre del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para urgir al foro mundial a buscar y alcanzar una solución justa en Medio Oriente.
"El pueblo palestino espera por ustedes desde su tierra natal, desde los campamentos de refugiados, desde la diáspora, y envía un reclamo colectivo nacido de un sufrimiento que ha durado 52 años y continúa", dijo Arafat a la cumbre, inaugurada el miércoles en la sede de la ONU.
Participan de la cumbre 99 jefes de Estado, 48 jefes de gobierno, cinco vicepresidentes y un príncipe heredero.
La ONU es contemporánea de la cuestión palestina, y "tiene la responsabilidad de idear y alcanzar una solución justa", señaló el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Palestina e Israel se comprometieron a alcanzar un acuerdo final de paz antes del 13 de septiembre de este año, pero las negociaciones están paralizadas.
En ausencia de un acuerdo, el Consejo Central Palestino se reunirá en los próximos días para decidir si declara la formación de un estado independiente y, en tal caso, cuándo hacerlo, advirtió Arafat.
"El Consejo tomará en cuenta las resoluciones de la ONU y el derecho de nuestro pueblo a la autodeterminación mediante la creación de su estado independiente… Cooperaremos con la ONU y otras partes involucradas actualmente en la 55 Asamblea General", declaró el líder.
Mandatarios de diversos países, encabezados por el presidente estadounidense Bill Clinton, presionan a la ANP a postergar cualquier declaración unilateral de independencia hasta que se llegue a un acuerdo.
Por otra parte, el presidente de Yemen, Alí Abdullah Saleh, destacó que no se puede alcanzar una solución justa en Medio Oriente sin el repliegue completo de las fuerzas israelíes de los territorios árabes ocupados en 1967 ni el reconocimiento del derecho de los palestinos a un estado independiente con Jerusalén oriental como capital, según las resoluciones de la ONU.
La cuestión de Jerusalén es central en el proceso de paz. Ambas partes y Estados Unidos presentaron diversas propuestas, pero Arafat permanece firme en su demanda de plena soberanía sobre Haram al Sharif, el centro sagrado de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Clinton, en su discurso inaugural como anfitrión de la Cumbre del Milenio, declaró que "el momento de ayudar a ambas partes a alcanzar la paz es ahora". "No será fácil, pero no hay ni un minuto que perder", agregó.
El primer ministro de Israel, Ehud Barak, también destacó que "la oportunidad para la paz en Medio Oriente es ahora".
Subrayó además que Israel tomó "decisiones dolorosas en favor de la paz" y cumplió plenamente la pasada primavera boreal con la resolución 425 de la ONU, que le exigía el repliegue de sus fuerzas del sur de Líbano.
Sin embargo, el pueblo libanés debió esperar más de 24 años para que Israel cumpliera con esa resolución, señaló el príncipe heredero de Arabia Saudita, Abdullah Al Saud.
"Muchas cuestiones permanecen sin resolver debido a la falta de acatamiento de los principios y resoluciones de la ONU por una de las partes", añadió.
Arafat condenó a Israel por sus intentos de "judaizar Jerusalén, confiscar tierras, construir asentamientos israelíes ilegales y sitiar la ciudad de Belén".
Tanto Barak como Arafat afirmaron estar comprometidos con la paz.
El líder israelí exhortó al palestino a unírsele en este "pasaje histórico", y dijo que "ninguna de las partes puede alcanzar todos sus sueños para que todos podamos tener éxito".
Mientras, Arafat prometió la cooperación de Palestina "junto a los dos patrocinadores del proceso de paz", Estados Unidos y Rusia.
En la noche del miércoles, Clinton se reunió separadamente con Barak y Arafat en un intento por impulsar el proceso de paz. (FIN/IPS/tra-en/mjs/da/mlm/ip/00