CULTURA-IBEROAMERICA: Políticas para la infancia y la juventud

Ministros de América Latina, España y Portugal acordaron hoy realizar acciones conjuntas y consolidar un espacio cultural común, al finalizar una reunión de dos días preparatoria de la Cumbre Iberoamericana que se realizará en la capital panameña el 17 y el 18 de noviembre.

Los funcionarios participantes de la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura resolvieron seguir adelante con programas culturales y de comunicación y crear otros, además de aprobar la moción de reunirse anualmente.

La conferencia, preparada por la Organización de Estados Iberoamericanos, estuvo presidida por la ministra de Cultura de Panamá, Doris Rosas de Matas, y como relator fue elegido el ministro de Educación y Cultura de Uruguay, Antonio Mercader.

La reunión abordó como tema central las políticas culturales con y para la infancia y la juventud, atendiendo a que la Cumbre Iberoamericana debatirá asuntos relativos a las niñas y niños y a los adolescentes.

En la declaración final, aprobada por unanimidad y que fue precedida de polémicas y debates, se destaca que uno de los elementos constitutivos de la Comunidad Iberoamericana de Naciones está dado por su dimensión cultural, basada en el conjunto de valores y en el legado común.

Asimismo, la declaración destaca que «la infancia y la juventud iberoamericana son parte activa y fundamental en la construcción y transmisión de esta vitalidad diversa y multicultural».

«La infancia y la juventud iberoamericanas, pluriétnicas y multiculturales, son creadoras y no solamente receptoras de cultura, construyen y engrandecen de manera permanente y dinámica la sociedad en la cual viven, a través de sus propias maneras de ver el mundo y de relacionarse con él», señalaron los participantes.

Para los ministros, las políticas culturales relativas a la infancia y la juventud son parte estratégica de un proyecto de desarrollo integral y a largo plazo de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.

Su diseño «debe articularse con las políticas públicas de educación, comunicación, trabajo, bienestar social, medio ambiente y economía», advirtieron.

También coincidieron en señalar que gran parte de Iberoamérica tiene un alto porcentaje de población infantil y juvenil, que debe disponer de los espacios y estímulos necesarios que permitan el desarrollo de su creatividad a través de la producción, participación y distribuci{on de los bienes y servicios culturales.

«Una parte de esta población está gravemente afectada por procesos de exclusión social, violencia y probreza». En ese contexto, añadieron, «la cultura tiene un alto potencial movilizador e integrador, capaz de propiciar condiciones que favorezcan el bienestar individual y social».

Teniendo en cuenta esas consideraciones, las máximas autoridades culturales de los 19 países de América y de España y Portugal resolvieron actuar conjuntamente para incrementar la capacidad de esa comunidad de naciones para el desarrollo de políticas culturales con y para la infancia y la juventud, a través de instancias especializadas.

En ese sentido, propusieron la creación de una red iberoamericana de organizaciones y programas públicos y privados encargados del trabajo cultural con y para los niños, niñas y jóvenes.

También se convino promover la participaci{on directa de los niños, niñas y jóvenes en la definición de las políticas que les sean destinadas, a través de órganos o mecanismos formalmente representativos y establecidos a tal efecto.

Los ministros dedicaron especial atención a la marginación de sectores de la niñez y la adolescencia, por lo que resolvieron generar ámbitos de integración sociocultural para quienes estén en situación de riesgo, de exclusión social y con capacidad diferente, difundiendo los resultados de las experiencias regionales.

Los conflictos violentos igualmente recibieron su atención, por lo que decidieron «promover los valores democráticos y la cultura de paz a través de programas culturales dirigidos a la infancia y juventud, de especial importancia para aquellos países que sufren situaciones de violencia, conflicto armado o desplazamiento».

Otro aspecto en el que se comprometieron a realizar acciones concretas fue en el fomento de la realización, intercambio y circulación de producciones audiovisuales iberoamericanas que reflejen la realidad sociocultural de la infancia y la juventud o que se destinen a esos sectores sociales.

Por último, los ministros y responsables de cultura de los 21 países analizaron el estado de los programas, proyectos e iniciativas surgidos de las Cumbres Iberoamericanos y decidieron trasladar a los mandatarios que se reunirán en noviembre su satisfacción por los resultados obtenidos por varios proyectos.

En concreto, mencionaron el Programa para la construcción de un espacio audiovisual iberoamericano, el de apoyo al desarrollo de archivos iberoamericanos, y el Repertorio integrado de libros en venta en Iberoamérica.

Al cerrar la conferencia, los ministros y responsables convinieron por unanimidad encargar a la Organización de Estados Iberoamericanos dar continuidad a estas reuniones preparatorias.

De ese modo se consolidará este marco de debate y resoluciones, cuyo antecedente se remonta a la tercera Cumbre Iberoamericana (Salvador de Bahía, 1993), y que se repitió aisladamente, primero en Isla Margarita (séptima cumbre, 1997) y en La Habana (novena cumbre, 1999).

Con la resolución adoptada este miércoles, antes de que se realice la Undécima Cumbre (Lima, 2001), se deberá celebrar una reunión de viceministros y otra de ministros y responsables de Cultura. (FIN/IPS/td/ff/cr/00

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