CUBA-EEUU: Un avión fumigador perturba reunión bilateral

El caso de «piratería aérea» denunciado por Cuba marca el clima de la nueva ronda de conversaciones con Estados Unidos sobre asuntos de migración, que comenzó hoy en Nueva York.

«Lo peor» del caso del secuestro del avión cubano es que tuvo lugar 48 horas antes de las conversaciones migratorias de este jueves, comentó el diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba.

El pequeño avión fumigador robado el martes en la noroccidental provincia de Pinar del Río cayó al mar con 10 emigrantes clandestinos cubanos a bordo. Nueve lograron sobrevivir.

Granma confirmó que el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón, viajó el miércoles a Nueva York para evualuar, junto con un representante del Departamento de Estado, William Brownfield, el cumplimiento de los acuerdos bilaterales de 1994 y 1995.

Pero el episodio del martes puede enrarecer el clima de la reunión. El aparato cayó al mar a 80 kilómetros de la costa de Cuba, cuando volaba hacia Yucatán, México.

Guardacostas de Estados Unidos condujeron a los sobrevivientes a Cayo Hueso, para realizarles exámenes médicos y ponerlos bajo custodia del Servicio de Inmigración y Naturalización, según noticias procedentes de aquella localidad.

La reunión debía realizarse en julio, según un calendario de conversaciones semestrales de evaluación de aquellos convenios, que fueron firmados cuando de producía un éxodo de emigrantes irregulares cubanos a Estados Unidos.

La postergación se debió a la negativa de los delegados estadounidenses a incluir en la agenda la discusión de la Ley de Ajuste Cubano, que permite a los cubanos obtener permiso de residencia en Estados Unidos con un año de permanencia en ese país, sin importar la forma en que hubieran ingresado.

"Cuba hará honor a su palabra y a su declarado propósito de llevar a cabo conversaciones serias sobre los graves problemas migratorios que se han creado entre los dos países y espera de la contraparte norteamericana una actitud recíproca", dijo Granma.

El presidente Fidel Castro afirma que la ley de ajuste, vigente desde 1966, estimula la emigración clandestina de cubanos a Estados Unidos y la acción de los propietarios y patrones de embarcaciones que cobran hasta 8.000 dólares por cada persona que llevan hasta Florida.

Según Cuba, Estados Unidos también fomenta la emigración irregular al no aplicar sanciones a quienes secuestran aviones y barcos cubanos, a veces mediante la violencia y el asesinato, para alcanzar la costa estadounidense.

Sesenta y ocho personas están presas en Cuba bajo la acusación de tráfico de personas, según los últimos informes oficiales.

El código penal sanciona con privación de libertad de siete a 15 años a quien organice o promueva la salida no autorizada del territorio nacional de personas con destino a un tercer país.

La condena puede ser de 20 años de cárcel e incluso de muerte para quien "sustraiga, aprese o se apropie de una nave o aeronave, la desvíe, de su ruta o interfiera sus actividades normales, o ponga en peligro la seguridad de las mismas".

Las autoridades de la isla consideraron "un acto de piratería" el robo el martes de un avión destinado a la fumigación y fertilización de arroz.

Como actos agravantes señalaron la muerte de uno de los pasajeros, cuya identidad se desconoce, las lesiones, «graves y tal vez irreversibles» sufridas por otro, y poner en «peligro mortal» a las tres mujeres y los tres niños de seis, siete y 13 años que también fueron rescatados del avión caído en el mar.

La información oficial acusa a Rodolfo Fuentes Fernández, que se repone de graves heridas en un hospital estadounidense, de provocar con su "influencia nociva" la "irresponsable acción"del piloto del avión, Angel Lenin Iglesias.

Granma aclaró que no se conocen antecedentes penales de Iglesias, que su comportamiento en el trabajo fue correcto y que procede de familia revolucionaria, como lo demuestra «el nombre que le pusieron al nacer (Lenin)». Esos elementos son tomados habitualmente como atenuantes por la justicia cubana.

Los acuerdos de migración obligan a Estados Unidos a repatriar a todo emigrante clandestino cubano interceptado en el mar, aunque medios allegados al Poder Judicial se manifestaron escépticos en este caso.

Cuba y Estados Unidos firmaron en 1973 un acuerdo contra la piratería aérea. Pero Castro lo denunció en 1977, como consecuencia de un atentado contra un aparato de Cubana de Aviación, que costó la vida de los 73 pasajeros.

El último caso de secuestro de un avión cubano ocurrió en agosto de 1996, cuando tres personas que pretendían llegar a Estados Unidos desviaron un pequeño aerotaxi.

El piloto regresó a la isla, y los ocupantes del aparato fueron declarados inocentes del delito de piratería y obtuvieron asilo político en Estados Unidos. (FIN/IPS/pg/ff/00

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