/CORRECCION/ CUMBRE OPEP: Especulación, transporte e impuestos encarecen crudo

Los 11 países de la OPEP llegaron a Venezuela para la segunda cumbre de su historia con la intención de redefinir su futuro, pero se ven forzados a manifestar también su preocupación por los factores que hoy neutralizan las fuerzas naturales del mercado petrolero.

La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha planteado en ocasión de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno convocada de este miércoles y el jueves en Caracas que la responsabilidad de los precios altos también recae sobre los grandes importadores del mundo industrializado.

Más allá de la oferta y la demanda, el mercado internacional de combustible es influenciado por factores como la especulación, las limitaciones en la capacidad de refinación, la composición de la oferta, los problemas de transporte, los impuestos e incluso parte del «discurso ecologista», de acuerdo con la OPEP.

Los países de la organización esperan conversar sobre el efecto distorsionante de estos factores el 17 de noviembre en Riad, cuando habrá una reunión con representantes de países importadores de crudos con la finalidad declarada de explorar fórmulas de estabilización de los mercados.

«Hemos avanzado» y «llegaremos a un punto de equilibrio», confió el actual presidente de la OPEP, el ministro de Energía venezolano Alí Rodríguez, mientras se ultimaban los preparativos para realizar la cumbre, reunión que no se celebra desde hace 25 años.

El encuentro de gobernantes capta la atención mundial dado el renovado protagonismo que se le atribuye a la OPEP en los mercados petroleros, después que su política de restricción de oferta iniciada en marzo de 1999 fuera determinante para recuperar los precios.

Desde entonces, el precio del barril de la cesta de crudos de la organización pasó de menos de 10 dólares a más de 30. La OPEP dispuso tres aumentos de oferta de este año en procura de moderar los precios, al tiempo que se constataron presiones de países industrializados por una mayor colocación de crudos.

Pero si bien la OPEP no elude la responsabilidad en la recuperación de los magros precios de hace un año y medio, rechaza que su influencia sea determinante sobre el actual costo del barril, pues, asegura, la oferta mundial supera a la demanda en unos 1,5 millones de barriles diarios.

Rodríguez, quien siempre apunta sus dardos contra la especulación en los mercados de crudos, consideró que estas transacciones virtuales representan entre cuatro y ocho dólares en el precio del barril, «adulterando la realidad de los mercados físicos».

En el mercado físico se comercian entre 75 y 76 millones de barriles diarios, mientras que el especulativo negocia 150 millones de barriles «de papel», explicó el ministro venezolano, cuyo nombre es mencionado para cubrir la secretaría general de la OPEP en el próximo periodo.

Con respecto al elevado precio de los combustibles pagado por los consumidores en países importadores, la OPEP se esforzó en las últimas semanas por atribuir gran parte de la responsabilidad de ese costo a los elevados impuestos que se cobran en esos estados.

Aunque el argumento no es nuevo, en los días previos a la cumbre de Caracas las protestas en diversos países de Europa evidenciaron que por primera vez es aceptado, al menos por los ciudadanos. La OPEP insistirá en la existencia de este factor en una eventual reunión con países importadores.

Por otra parte, diversos miembros de la organización han planteado que el precio también es influenciado por una disminuida capacidad de refinación, «un problema que escapa a la OPEP» y que además es «serio, creciente y recurrente», según Rodríguez.

Rodríguez ha destacado que la refinación es una actividad poco atractiva pues ha perdido rentabilidad en vista del aumento de costos, atribuible a exigencias ambientales. «El problema afecta principalmente a Estados Unidos», añadió.

El presidente de la OPEP ha destacado que frente a situaciones como los impuestos o los problemas de refinación, el impacto de los precios del barril de crudo es menor.

Por encima de estos factores, la OPEP manejó cifras en Caracas según las cuales 41 por ciento de la flota mundial de tanqueros está obsoleta y debe ser repuesta cumpliendo con nuevas exigencias, como el doble fondo para prevenir derrames.

La falta de capacidad genera aumentos en el costo del transporte. «Son factores que están incidiendo en los precios», precisó Rodríguez.

«Nosotros no estamos interesados en provocar alzas dañinas de precios», añadió. Numerosos delegados presentes en la cumbre han insistido en el interés de la organización por la estabilidad del mercado, con un precio que podria rondar los 25 dólares por barril.

La OPEP destaca que la demanda de crudos continúa aumentando en el mundo, pero al mismo tiempo alertó que en el futuro podría producirse una crisis de oferta si no se mantienen precios atractivos que alienten nuevas inversiones para la explotación petrolera.

Según Rodríguez, en 1998 en Estados Unidos se cerraron 130.000 pozos y fueron despedidos 30.000 trabajadores a causa de los bajos precios del crudo. La recuperación de esa capacidad de producción requiere «grandes esfuerzos», dijo el ministro venezolano.

Otra cuestión que la OPEP pretende poner sobre el tapete de las discusiones mundiales es el de los «discursos ecologistas que culpan a esta fuente energética de problemas ambientales». En ese sentido, los países consideran necesario revisar las metas para la reducción en el consumo petrolero en la próxima década.

El petróleo y otros combustibles fósiles son considerados culpables del «efecto invernadero» que, de acuerdo con investigaciones científicas, recalienta el clima en la Tierra y que podría tener graves consecuencias en el futuro.

El Protocolo de Kyoto de la Convención sobre Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas plantea la obligación de reducir el consumo de conbustibles fósiles, lo cual, de cumplirse, reduciría la demanda en 6,5 millones de barriles diarios.

El secretario general de la OPEP, el nigeriano Rilwanu Lukman, dijo que las medidas contra el efecto invernadero son «una amenaza real» para la OPEP, que podría perder ingresos por hasta 23.000 millones de dólares.

Lukman destacó que la organización propone considerar mayores reducciones en el consumo de carbón, mucho más contaminante que el petróleo, y además sugiere combinar las medidas ambientalistas con respaldo para la diversificación de economías dependientes de los hidrocarburos. (FIN/IPS/lc/mj/if/00

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