Granada expulsó a tres diplomáticos chinos y puso de manifiesto la batalla existente entre China y Taiwan por obtener el reconocimiento del Caribe.
Desde que recuperara la democracia en 1983, la pequeña isla de 344 kilómetros cuadrados y 92.000 habitantes mantuvo relaciones diplomáticas con Taiwan y no con China, y altos funcionarios y empresarios granadinos han visitado la isla que Beijing considera una provincia renegada.
El año pasado, Santa Lucía y Bahamas reforzaron la ofensiva de China en el Caribe al romper los vínculos con Taiwan y reconocer a Beijing como único gobierno chino.
Pero Granada, uno de los cuatro estados caribeños que reconoce a Taiwan, sigue firme en su apoyo a la isla, presionando para que se acepte el ingreso de Taipei a varias organizaciones de la región, como el Banco Caribeño de Desarrollo, con sede en Barbados.
Granada expulsó el jueves 7 a la embajadora de China (con sede en Trinidad y Tobago) Zhang Songxian y a dos de sus colegas, invitados a la isla por la Sociedad de Amistad Granada-China, una organización no gubernamental y apolítica dirigida por el líder opositor Michael Baptiste.
Baptiste, que dejó el gobierno del primer ministro Keith Mitchell este año, dijo que la Sociedad tiene el fin de fomentar la "amistad económica y social entre Granada y China".
Un funcionario de la embajada china en Puerto España dijo que los diplomáticos viajaron a Granada "como turistas", pero que también esperaban verse con dirigentes empresariales.
La semana pasada, China hizo una donación de libros y uniformes escolares valorada en 30.000 dólares para que la sociedad los distribuya entre las escuelas de la isla.
Al llegar a la capital granadina, Songxian informó a la prensa que pensaba que la amistad entre los pueblos de China y Granada debía "abarcar la amistad entre el pueblo de Taiwan y el pueblo de Granada porque sólo hay una China en el mundo".
La policía explicó la expulsión de los diplomáticos porque"estos viajaron con pasaporte diplomático", aunque la visita se había autorizado con la condición de que no realizaran actividades diplomáticos.
Además, utilizaron la sala VIP del aeropuerto "sin la autorización debida" y realizaron "declaraciones políticas y diplomáticas a los medios de comunicación, interfiriendo en los asuntos internos de Granada", agregó el comunicado policial.
El canciller Elvin Nimrod declaró que habría sido "prudente" que los diplomáticos se hubieran puesto en contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores antes de llegar al país.
"La deportación se basa principalmente en que llegaron al país sin las visas necesarias", agregó Nimrod.
Pero Baptiste y el opositor Partido Laborista Democrático protestaron por la expulsión aunque la situación de derechos humanos en China deja mucho que desear y Taiwan mantiene buenas relaciones con Granada, precisaron.
Un portavoz del gobierno de Beijing "se lamentó" por el incidente, y aseguró que los diplomáticos fueron expulsados de Granada "sin las razones debidas".
El primer ministro granadino Keith Mitchell elogió en varios foros públicos el compromiso de Taiwan "con el desarrollo de muchas de nuestras economías al brindar tremendas oportunidades de capacitación de nuestra gente, así como apoyo técnico y financiero en muchas actividades económicas y sociales".
La misión de Taiwan para el Caribe oriental, con sede en Granada, ha sido utilizada como punto central para los millonarios paquetes de ayuda de Taipei a la región. Pero China también incrementó la financiación para la infraestructura y actividades deportivas en el Caribe.
Mitchell instó al Banco Caribeño de Desarrollo "a hacer lo que fuera necesario para maximizar" los beneficios derivados de la relación con Taiwan, "incluso si eso significa cambiar la carta de principios del Banco para permitir el ingreso de la mayor cantidad de países posible, aun de miembros ajenos a las Naciones Unidas", como es el caso de Taipei.
Mitchell aseguró que esa actitud sería similar a la resolución que tomó el Parlamento Europeo en 1996 al respaldar la participación de Taiwan en las organizaciones internacionales.
Granada recibió el apoyo de las pequeñas islas San Vicente y Granadinas en su lucha para reconocer a Taiwan, y el saliente líder vicentino James Mitchell declaró que la región no debe seguir negándole la participación a Taiwan "sobre la base de reglas antiguas e irrelevantes".
Pero el Banco no apoyó la iniciativa y en lugar aceptó la solicitud de China de convertirse en uno de sus miembros no prestatarios y en un importante contribuyente.
Hace tres años, una delegación de China que asistió a una reunión del Banco en Granada desató una disputa diplomática al protestar por la presencia de la bandera taiwanesa en un hotel donde se hospedaban los delegados. (FIN/IPS/tra-en/pr/da/aq/ip/00