La izquierda conmemoró hoy en Chile el trigésimo aniversario del triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales de 1970, fecha que coincidió este año con el llamado Día de la Unidad Nacional en un país que sigue dividido en bandos políticos irreconciliables.
Partidarios del ex gobernante, que se suicidó durante el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, depositaron ofrendas florales en su monumento, levantado en una esquina de la Plaza de la Constitución, a escasos metros del palacio presidencial de La Moneda.
Hasta el lugar llegaron ex ministros del gobierno allendista, así como delegaciones de organizaciones de derechos humanos y sobrevivientes de la escolta personal del ex mandatario, conocida como GAP (Grupo de Amigos del Presidente).
En el otro extremo del arco político, los sectores de derecha concentraban su atención en un breve y conciliador mensaje que el ex dictador y actual senador desaforado, Augusto Pinochet, dio a conocer hacia el final de la tarde.
Este fue el primer pronunciamiento público del general retirado de 84 años desde que el 8 de agosto la Corte Suprema de Justicia lo despojara, por 14 votos contra seis, de sus fueros como senador vitalicio, posibilitando su procesamiento por violaciones de los derechos humanos.
Las actividades de este lunes marcaron el preámbulo de la conmemoración del aniversario número 27 del golpe de Estado de 1973, marcada siempre por la polarización política entre las figuras de Allende y Pinochet.
El probable encausamiento de Pinochet, quien debe comparecer el 9 de octubre ante el juez Juan Guzmán, otorga un carácter especial a estas fechas, que coinciden igualmente con el Mes del Ejército, celebrado desde el 20 de agosto hasta el desfile militar del 19 de septiembre.
Los sectores de izquierda ignoraron el llamado Día de la Unidad Nacional instaurado en 1998, cuando Pinochet, como flamante senador vitalicio, negoció con el presidente de la cámara alta, Andrés Zaldívar, una fórmula para eliminar el feriado del 11 de septiembre.
El ex dictador, que llegó al Senado el 11 de marzo de 1998, un día después de entregar el mando del Ejército al general Ricardo Izurieta, permitió así que la derecha apoyara la eliminación del «11», buscada infructuosamente desde 1990 por los legisladores de la coalición gobernante de centroizquierda.
El diputado Antonio Leal, ex comunista que integra la bancada del oficialista Partido Por la Democracia, dijo este lunes que presentará un proyecto de ley para eliminar el Día de la Unidad Nacional, cuya celebración está prevista cada año en el primer lunes de septiembre.
Leal y otros dirigentes de la gobernante Concertación por la Democracia coincidieron en que este día feriado fue impuesto por Pinochet y constituye una celebración «artificial» porque el país sigue dividido y el ex dictador no ha hecho aportes reales a la reconciliación nacional.
Este primer lunes de septiembre de 2000 coincidió con el aniversario número 30 de la elección presidencial del 4 de septiembre de 1970, cuando Allende derrotó por mayoría relativa al conservador Jorge Alessandri y al demócrata cristiano Radomiro Tomic.
Allende, un médico socialista, fue el abanderado de la Unidad Popular, una coalición de los partidos Socialista, Comunista, Radical (socialdemócrata) y dos grupos escindidos de la Democracia Cristiana, la Izquierda Cristiana y el MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria).
El 4 de septiembre era, cada seis años, la fecha en que se elegía en Chile al presidente de la República, según una sólida tradición democrática interrumpida por el cruento golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 llevó a Pinochet al poder hasta el 11 de marzo de 1990.
En aquellos años no existía la segunda vuelta para dirimir elecciones presidenciales, lo cual hizo que Allende firmara un Estatuto de Garantías Constitucionales para contar con los votos de los legisladores de la Democracia Cristiana en el parlamento.
El 4 de noviembre de 1970 comenzó el gobierno de la Unidad Popular, cuyo proyecto de «vía chilena al socialismo», con transformaciones dentro de los marcos constitucionales, fue abortado violentamente 1.000 días después.
Tres décadas después de esos acontecimientos se mantiene una polémica irreconciliable entre quienes acusan a Pinochet y a las Fuerzas Armadas de haber sepultado la democracia chilena y los que reivindican el golpe como la acción que impidió que se instaurara una «dictadura comunista» en el país.
Los actos de homenaje a Allende en la Plaza de la Constitución se desarrollaron sin incidentes y contaron con la presencia de una 500 personas.
A unas 12 cuadras del palacio presidencial, una treintena de activistas del Movimiento Vitalicio Augusto Pinochet, de extrema derecha, depositó también una ofrenda floral en el monumento que recuerda a los efectivos de la policía de Carabineros muertos en actos de servicio.
Las Fuerzas Armadas habían anunciado que no harían este lunes ninguna ceremonia con motivo del Día de la Unidad Nacional y que el próximo lunes recordarán internamente el golpe de 1973 con una misa de campaña en la Escuela Militar de Santiago.
El gobierno tampoco dispuso actos para este fecha y el presidente Ricardo Lagos se concentró este lunes en los detalles finales de su viaje a la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, donde participará esta semana en la Cumbre del Milenio.
El largo fin de semana gracias a este controvertido feriado posibilitó que unos 50.000 habitantes de Santiago se desplazaran fuera de la capital para descansar lejos de la contaminación. (FIN/IPS/ggr/mj/ip/00