Mujeres líderes que asistieron esta semana a la Cumbre del Milenio de la ONU elogiaron al secretario general del foro mundial, Kofi Annan, por sus esfuerzos para aumentar el número de altas funcionarias en la organización.
Así mismo, en una reunión aparte reclamaron a los gobiernos de todo el mundo a designar más mujeres como jefas de delegación ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La Cumbre que concluyó el viernes congregó a más de 150 jefes de Estado y de gobierno en un intento por establecer prioridades de desarrollo para el tercer milenio de la era cristiana.
«Es crucial considerar los asuntos de género en el contexto de la Cumbre del Milenio», dijo la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Madeleine Albright, en la reunión de mujeres líderes, la primera celebrada en la historia.
Varias jefas de Estado o de gobierno asistieron a la Cumbre, entre ellas las primeras ministras Helen Clark, de Nueva Zelanda, y Sheikh Hasina, de Bangladesh, y las presidentas Tarja Halonen, de Finlandia, y Vaira Vike Freiberga, de Letonia. Las cuatro participaron en la sesión llamada Cumbre de Mujeres del Milenio.
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, presidió la reunión, a la que también asistió la ex primera ministra de Canadá, Kim Campbell.
También concurrieron las secretarias generales asistentes de la ONU Angela King, a cargo de Asuntos de Género, y Gillian Sorensen, de Asuntos Externos.
Además, estaban allí Carol Bellamy, conductora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Nafis Sadiq, del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, Catherine Bertini, del Programa Mundial de Alimentación, y Noelen Heizer, del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
Las recomendaciones se refirieron a áreas críticas de la misión de la ONU: paz, seguridad y desarme, desarrollo y erradicación de la pobreza, protección del ambiente, buen gobierno, democracia y derechos humanos, protección de la población vulnerable y fortalecimiento del foro mundial.
Las líderes destacaron situaciones graves que afectan a las mujeres en todo el mundo y que requieren atención y acciones inmediatas.
En ese sentido, recomendaron la puesta en vigor del estatuto del Tribunal Penal Internacional para crímenes de guerra y contra la humanidad, que ataca la violación, y apoyo para un protocolo suplementario sobre tráfico de seres humanos, en particular mujeres, niños y niñas, en el marco de una nueva convención contra el crimen transnacional organizado.
Haciéndose eco de la Plataforma de Acción adoptada por 189 países en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en 1995 en Beijing, las líderes establecieron objetivos estratégicos específicos y mencionaron acciones que deberían asumir los gobiernos.
Las mujeres representan 70 por ciento de los pobres del mundo, y no hay objetivos fijados en cuanto a mejorar su posición económica o reducir la feminización de la pobreza, según Unifem.
Las líderes sostuvieron que «la educación de las niñas» debe ser considerada en tanto derecho humano y «constituir una prioridad» para «desarrollar a pleno la participación femenina en el progreso político, económico y social de las sociedades».
Las líderes elogiaron la labor de Annan por el aumento en el número de altas funcionarias en la ONU, pero agregaron que la representación de 50 por ciento establecida en Beijing para este año no se ha cumplido aún.
De los 2.600 funcionarios profesionales y de alto nivel del Secretariado de la ONU, 39,2 por ciento son mujeres, que llenan, además, 30,9 por ciento de los puestos de director o superiores.
En junio, apenas 11 de los 189 países miembros había designado a mujeres como sus representantes ante la sede de la ONU en Nueva York, según la División de Avance de la Mujer.
En apenas 16 de los 189 países miembros, las mujeres llenan 25 por ciento o más de los escaños legislativos, según la Unión Interparlamentaria Mundial. Las mujeres constituyen sólo 11,7 por ciento de los cargos ministeriales en todo el mundo. (FIN/IPS/mjs/da/mj/ip hd/00