El ex presidente soviético Mijail Gorbachov acusó esta semana al gobierno de Rusia de «chantaje» contra el mayor grupo independiente de medios de comunicación, Media-MOST, codiciado por la empresa semiestatal de gas natural Gazprom.
Gorbachov, quien preside un grupo de personalidades públicas consultoras del canal de televisión de Media-MOST, expresó que desea reunirse con el presidente Vladimir Putin para transmitirle su preocupación, pero hasta ahora no obtuvo respuesta oficial.
Las oficinas de Media-MOST fueron objeto de varias redadas policiales en mayo, consideradas parte de una campaña para castigar a la compañía por sus críticas a la guerra de Chechenia y sus denuncias de corrupción en el Kremlin.
El propietario de Media-MOST, Vladimir Gusinsky, fue detenido por unos días en junio, pero los cargos de malversación contra él fueron desechados repentinamente en medio de especulaciones sobre un acuerdo para vender Media-MOST a Gazprom, a cambio de la finalización de la investigación.
El lunes 18, ambas empresas reconocieron que Gusinsky firmó en julio un acuerdo para vender su compañía a Gazprom-Media por 300 millones de dólares al contado y otros 473 millones a crédito.
Sin embargo, Media-MOST declaró que Gusinsky, el ministro de Prensa Mijail Lesin y el presidente de Gazprom-Media, Alfred Kokh, habían firmado un acuerdo para vender el grupo a cambio de la libertad de su propietario.
Media-MOST hizo circular el documento con la firma de Lesin, que contiene en uno de los párrafos las condiciones del acuerdo: levantamiento de los cargos criminales contra Gusinsky y libertad de viaje para todos los accionistas de su compañía.
Pero Gusinsky consideró inválido el contrato y afirmó que fue obligado a firmarlo bajo presión y amenaza de encarcelamiento.
«Dos días antes de la firma del acuerdo, en presencia de abogados extranjeros, declaró que todos los documentos que yo firmaría no tendrían validez legal porque los firmaría bajo presión, casi a punta de pistola», declaró Gusinsky a la radio Ekho Moskvy, perteneciente a su grupo.
Gusinsky acusó a Lesin de presionarlo para que cediera sus activos y también afirmó tener una grabación en cinta de sus declaraciones, además de contar con el testimonio de los dos abogados extranjeros.
No obstante, el presidente de Gazprom, Rem Vyajirev, acusó el lunes a Media-MOST de violación de contrato.
«Hay firmas en ese documento, es un documento legal, y por lo tanto debe cumplirse, por las buenas o por las malas», dijo Vyajirev al canal de televisión ORT.
Igor Ivantsov, portavoz de Gazprom, dijo a IPS que la compañía está dispuesta a llegar a un arreglo económico con Media-MOST.
Gorbachov declaró el martes que el acuerdo firmado es «un caso evidente de chantaje estatal» y anunció que solicitó una «reunión urgente» con Putin.
El opositor partido Yabloko describió el conflicto y la actuación del Ministerio de Prensa como extorsión política, pero el miércoles los legisladores de la Duma (cámara baja del parlamento) se negaron a pedir una aclaración oficial al Kremlin.
Mientras, el primer ministro ruso Mijail Kasyanov se limitó a comentar que el enfrentamiento entre ambas empresas es apenas «una disputa entre firmas comerciales».
El Kremlin no aclaró si Putin se involucrará en la disputa, pero el presidente afirmó este mes en el programa de la cadena CNN «Larry King Live» que la protección de la libertad de expresión es «apenas un pretexto para encubrir intereses comerciales».
Yevgeny Kiselyov, director general del canal de televisión NTV, perteneciente a Media-MOST, advirtió que él y otros periodistas renunciarán a su cargo si Gazprom-Media asume el control del grupo por la fuerza.
«Me niego a trabajar durante un solo minuto para esos chantajistas y oportunistas», declaró Kiselyov en conferencia de prensa. (FIN/IPS/tra-en/sb/sm/mlm/cr-hd/00