Una nueva organización de pueblos indígenas criticó a los países del Norte industrial por hacer «una farsa» de las conversaciones sobre cambio climático en curso en esta ciudad francesa.
El Foro de Pueblos Indígenas y Otras Comunidades Locales sobre el Cambio Climático busca formalizar su participación en las negociaciones para incluir en éstas los intereses indígenas.
«Las propuestas de los países industrializados para comprar el derecho de seguir contaminando la atmósfera plantando más árboles convierte a las negociaciones de cambio climático en una farsa», declaró Héctor Huertas, dirigente indígena de Panamá, hablando por el Foro.
«No sólo son los pueblos indígenas de los pequeños estados insulares que están a punto de perder sus tierras por el aumento del nivel del agua, sino que… aquellos que viven en los bosques podrían perder sus tierras… ante las propuestas de plantar miles de hectáreas de árboles para actuar como enorme esponja del carbono», dijo Clark Peteru, de Somona.
«La propuesta es pésima, da la impresión de hacer algo cuando en realidad agrava el problema», agregó Raymond de Chávez, de Filipinas. Permite a los países industriales contaminar la atmósfera y arroja el costo social a las poblaciones marginadas, agregó.
También crea un mercado en las emisiones de carbono que sólo beneficiará a los países industrializados. «Se harán ganancias aun cuando los países desaparezcan debajo del agua o las poblaciones enteras pierdan sus tierras. Es obsceno», dijo.
«Lo que hace falta es un cambio fundamental en la filosofía relacionada con nuestra relación con la tierra. Sólo así los países industrializados honrarán sus promesas, de por sí pequeñas, para reducir sus emisiones de carbono en lugar de jugar mientras la tierra se quema», concluyó Antonio Jacanamijoy, de Colombia.
Las negociaciones multilaterales para combatir los efectos negativos del cambio climático ingresaron en una etapa crucial en la reunión preparatoria intergubernamental que se celebra en Lyon hasta el viernes.
Estas negociaciones prepararán el marco para la sexta conferencia de partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a celebrarse en La Haya del 13 al 24 de noviembre.
El objetivo de las negociaciones es alcanzar un acuerdo que permita las ratificaciones necesarias para que el Protocolo de Kioto entre en vigor.
El Protocolo, acordado en 1997 en Japón, entrará en vigor 90 días después de que lo ratifiquen al menos 55 partes de la Convención, incluso los países industrializados y aquellos con economías en transición que representen al menos 55 por ciento de del total de dióxido de carbono emitido en 1990 por este grupo.
Estados Unidos es reponsable de 36,1 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono en el mundo, la Unión Europea de 24,2 por ciento y Rusia de 17,4 por ciento.
La reunión en Lyon tiene lugar después de que los jefes de Estado y de gobierno del mundo expresaron el día 8, en la Cumbre del Milenio celebrada en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, que harán todo lo posible para que el Protocolo entre en vigor, preferiblemente para el año 2002.
Más de 2000 representantes de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y del sector privado de 160 países están en Lyon.
La secretaría de la Convención Marco señaló que la participación en Lyon del primer ministro francés Lionel Jospin, los ministros de ambiente de Francia, Dominique Voynet, y de Holanda, Jan Pronk, la comisaria de la Unión Europea del ambiente, Margot Wallstroem, y el alcalde de Lyon, Raymond Barre, transformaron la ronda preparatoria en un asunto político.
Jospin expresó el firme compromiso de Francia, actual presidenta de la Unión Europea, de trabajar por la ratificación del Protocolo de Kioto.
Francia adoptó un programa nacional integral para impulsar el desarrollo de energías renovables, y en julio adoptó la legislación necesaria que autoriza al gobierno a ratificar el Protocolo.
El secretario ejecutivo de la Convención Marco, Michael Zammit Cutajar, dijo que la conferencia de Lyon «ofrece la oportunidad para concluir los acuerdos iniciales que construirán la confianza en el éxito político» de las negociaciones.
Ese éxito requiere el «apoyo tangible para la capacidad de los países en desarrollo de responder al cambio climático, el reconocimiento de sus formas diversas de vulnerabilidad e incentivos para transformar su crecimiento económico hacia caminos que no perjudiquen el ambiente», agregó.
Hasta el momento, 83 gobiernos y la Unión Europea han firmado el Protocolo, pero sólo 23 países, todos ellos en desarrollo, lo ratificaron. (FIN/IPS/tra-en/jrc/sm/aq/en/00