La música de Jamaica ha sufrido en los últimos 20 años un alarmante estancamiento, luego del fulgor encegecedor de estrellas como Bob Marley, Peter Tosh, Jimmy Cliff y Bob Andy en el firmamento mundial.
Entre los preocupados por este panorama figura Marjorie Scott- Anderson, organizadora del taller Songwriters Boot Camp (campamento de entrenamiento para compositores, en inglés), en el cuartel Newcastle de la Fuerza Aerea Jamaiquina, situado en las colinas de San Andrés que rodean Kingston.
Cuarenta artistas participarán en este seminario entre el 6 y 8 de octubre. Tres compositores serán los instructores en el arte de escribir canciones, sobre todo en materia de estructura.
Scott-Anderson pergeñó el seminario abrumada por el deterioro que percibe en las composiciones de los cultores contemporáneos de reggae, estilo musical derivado del rock y ritmos jamaiquinos como el calypso y popularizado en todo el mundo por Marley.
"La estructura es una de las áreas que debemos observar. También estoy preocupada por las letras", dijo Scott-Anderson, ex directora de la Fundación Bob Marley en Kingston.
El Boot Camp cuenta con el respaldo de Promociones Jamaica, la compañía promotora de inversiones, y de las principales figuras del ambiente musical, entre ellas el cantautor-productor Mikey Bennet y el magnate de la industria discográfica Chris Blackwell, fundador de la compañía Island Records.
Luego del seminario, varios participantes grabarán en Lines And Rhymes, el estudio de Bennet en Kingston, y el resultado será publicado por la compañía Blue Mountain Music, de Blackwell, que retiene los derechos de autor de una gran cantidad de canciones de Marley y de Cliff.
Bennet es uno de los pocos compositores contemporáneos de reggae que obtuvo beneficios con la venta de sus canciones. A comienzos de los años 90, escribió algunos éxitos para el disc- jockey Shabba Ranks, ganador de un Grammy, y para el cantante Maxi Priest.
Sin contar a Bennet y a los cantautores Buju Banton y Luciano, ya desapareció la inspiración que una vez abrió para los compositores jamaiquinos un lugar entre los mejores del mundo.
Desde los años 80, cuando el estilo dancehall (música bailable) comenzó a tomar forma, las letras de reggae se han zambullido de cabeza en el mar de la obscenidad y la glorificación de la violencia.
El dancehall domina la escena musical a tal punto que los compositores ajenos a él tienen pocas posibilidades de difusión.
El artista más rentable de los catálogos de música jamaiquina sigue siendo Marley, muerto en 1981, a quien sigue Tosh, también fallecido.
"Legend", un álbum que contiene algunas de las canciones más famosas de Marley y que fue lanzado por Island Records en 1984, ha vendido 10 millones de unidades. Ningún otro compositor de reggae ha ganado tanto con sus creaciones.
Los catálogos de Tosh y Bunny Wailer, los antiguos compañeros de Marley en el conjunto The Wailers, también son muy vendedores, al igual que Jimmy Cliff, Burning Spear, Desmond Dekker y Bob Andy.
Cliff, Dekker y Andy impusieron sus composiciones en los años 60, cuando los intérpretes jamaiquinos todavía no tallaban en el mercado internacional. Todos ellos lograron éxito en Gran Bretaña a fines de los años 60, con canciones originales que marcaron el nacimiento de una música jamaiquina de alcance planetario.
La irrupción en Gran Bretaña fue impulsada por Marley en los 70 por el cantante estadounidense de soul Johnny Nash ("Stir It Up"), Barbra Streisand ("Guava Jelly") y el gran ícono rockero Eric Clampton, que recreó el tema rastafariano "Shot The Sheriff", en la cima de la cartelera en 1976.
La muerte de Marley en 1981 y la falta de éxito entre sus seguidores en los últimos 20 años ayudaron a franquear el camino al género del dancehall en los años 80, cuando las rimas provocativas de los disc-jockeys reemplazaron el reggae tradicional.
El seminario Boot Camp es una avenida sobre la cual los puristas del reggae esperan que vuelvan a circular compositores talentosos. (FIN/IPS/tra-eng/hw/cr/ego/mj/cr/00