AMBIENTE: Fracasan medidas para proteger la capa de ozono

La amplitud sin precedentes alcanzada este año por el hueco de la capa atmosférica de ozono demuestra la insuficiencia de las decisiones de la comunidad internacional para enfrentar el problema, advirtió un investigador chileno.

El escudo de ozono no comenzará a recuperarse hasta fines de octubre. El experto chileno, Bedrich Magas, tiene su laboratorio en Punta Arenas, una ciudad situada 2.000 kilómetros al sur de Santiago y cuyos 120.000 habitantes están en alerta amarillo ante el gran incremento de las radiaciones solares ultravioletas.

La brecha de la capa de ozono sobre la Antártida, que se controla por mediciones satelitales, llegó a 28,3 millones de kilómetros cuadrados, su mayor tamaño desde el 19 de septiembre de 1998, cuando fue de 27,2 millones.

La dimensión registrada este año duplica largamente la superficie de Europa. El hueco de la capa de ozono sobre la Antártida fue descubierto en 1980 y se abre de forma periódica en septiembre y octubre, es decir, en la primavera del hemisferio sur.

La principal función del ozono como gas de la estratosfera es filtrar las radiaciones solares ultravioletas, impidiendo que causen daños a la vida en la Tierra.

La degradación del ozono y el consiguiente aumento de las radiaciones aumenta el riesgo de cáncer de piel y de afecciones oculares de la población alcanzada, perjudica cultivos y causa la muerte de microorganismos marinos, entre otras consecuencias.

El hueco de ozono, representado en las espectrografías satelitales como una masa de aire ovalada, llegó con su vórtice a Tierra del Fuego, anticipando el peligro para Punta Arenas, un puerto del estrecho de Magallanes ubicado a 1.100 kilómetros de la península Antártica.

Las autoridades de la austral Punta Arenas advirtieron a los habitantes que eviten exponerse directamente al sol, especialmente entre las 11:40 y las 14:40 hora local, y que si deben hacerlo usen gafas oscuras, sombreros de ala ancha y vestimentas de manga larga.

El alerta amarillo se adopta ante índices de radiación ultravioleta entre 4,5 y 6,4, que causan quemaduras a personas de piel clara en 10 minutos de exposición.

El alerta naranja se aplica ante índices entre 6,5 y 9,4, que significan quemaduras a los siete minutos, mientras que el alerta rojo advierte que el daño a la piel se produce en cinco minutos, con índices de radiación ultravioleta entre 9,5 y 15.

La crítica situación en Punta Arenas comenzó el 19, sólo tres días después de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Programa de Medio Ambiente (PNUMA) celebraran el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono.

La fecha alude a la firma en 1987 del Protocolo de Montreal, que fijó plazos y cuotas para que todos los países eliminen gradualmente la producción y uso de clorofluorcarbonos (CFC) y otros productos químicos volátiles que destruyen el ozono en la estratósfera.

«El progreso notable logrado hasta ahora debe continuar hasta que estemos absolutamente seguros de que la capa de ozono está protegida en su totalidad», dijo el día 16 el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Annan subrayó la importancia de cumplir los acuerdos del Protocolo de Montreal y elogió a los países industrializados. La atención, dijo, se enfoca ahora sobre los países en desarrollo, que deben eliminar su emisión de CFC hacia 2010.

El secretario ejecutivo del PNUMA, Klaus Toepfer, abogó a su vez por un «fuerte y efectivo» compromiso entre las naciones del Norte industrial, responsables de más de 80 por ciento de las emisiones de CFC, y del Sur en desarrollo, para mantener la velocidad alcanzada hasta ahora en el cumplimiento del Protocolo de Montreal.

En contraste con la evaluación de Annan y Toepfer, Magas, de la Universidad de Magallanes, señaló a IPS que «la destrucción actual de la capa de ozono se debe a las emisiones de cloro proveniente de los CFC y de bromo de los halones (otro químico volátil) acumuladas hasta 1995, ocho años después de la firma del Protocolo de Montreal».

Magas, uno de los principales especialistas chilenos en la materia, destacó que el 29 de septiembre de 1987, Robert Watson dijo en representación de los 150 participantes en el Experimento del Ozono en Punta Arenas, que se debía prohibir 90 por ciento de las emisiones de CFC y no sólo 50 por ciento, como prevé el protocolo.

«No les hicieron caso y aquí está el resultado», comentó el ingeniero chileno. El experimento en Punta Arenas fue realizado por la NASA (Agencia Espacial de Estados Unidos).

Los CFC se utilizan en refrigeriación, aerosoles, espumas y otras aplicaciones.

«Por otra parte, el enfriamiento de la estratosfera, resultado del calentamiento de la tropósfera, o sea del calentamiento atmosférico, no se está estabilizando ni mucho menos, lo cual aumenta la destrucción del ozono», agregó Magas.

«El alza del precio del petróleo es la mejor ayuda para que algún día se revierta la tendencia (del llamado efecto invernadero)», señaló.

«La destrucción del ozono jamás se hubiese producido sin el enfriamiento estratosférico, consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Las empresas petroleras y automovilísticas son tan responsables como los fabricantes de CFC», puntualizó Magas.

A la vista la gravedad del problema, el experto recomendó crear en Chile tanto una Comisión Nacional como un Fondo Nacional de Fotoprotección, con base en donaciones deducibles de impuestos, y con el cometido de arbitrar y ejecutar las medidas para proteger a la población.

En todas las playas y plazas del hemisferio sur se debe instalar, tal como en Australia, paneles indicadores de «minutos de exposición solar necesarios para quemarse», propuso Magas.

En la información cotidiana sobre el estado del tiempo hay que incluir un gráfico de radiación máxima, sobrepuesto con el informe de minutos mínimos para sufrir quemaduras en la piel, con un fondo de franjas al estilo de un semáforo y con señal roja de peligro, amarilla de advertencia y verde de ausencia de riesgo, sugirió.

En su opinión, las quemaduras cusadas por el sol en la piel deben ser consideradas factor de riesgo ocupacional y por lo tanto, constar en los sistemas de prevención de accidentes laborales.

Así mismo, es necesario clasificar los filtros solares como medicamentos y no como cosméticos.

Magas también propone prohibir de inmediato y por completo, en todo el mundo, la comercialización de CFC, halones y bromuro de metilo. Aún así habría que «esperar 50 años para que se estabilice la situación (de la capa de ozono)», indicó.

Este ingeniero de origen croata, que ha recibido consultas sobre su trabajo del candidato presidencial estadounidense Al Gore, criticó también el uso de los fondos de investigación sobre el ozono en el mundo, que en 99 por ciento se destinan a la Geofísica Atmosférica y sólo uno por ciento a las consecuencias del fenómeno sobre los seres vivos. (FIN/IPS/ggr/ff/en he/00

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