La comunidad serbia de la localidad yugoslava de Mitrovica prosiguió hoy sus protestas callejeras contra la decisión de los representantes de la ONU que administran la provincia de Kosovo de tomar el control de una empresa minera contaminante.
La fundición de plomo Zvecan, 35 kilómetros al noroeste de Pristina, la capital kosovar, fue ocupada la semana pasada por unos 900 soldados de la KFOR, una fuerza liderada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los efectivos arrojaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma, expulsando a los obreros serbios de la fundición, perteneciente al complejo industrial Trepca. Cuatro soldados y seis obreros resultaron heridos.
La justificación que dio la Misión de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK) del incidente fue que la contaminación de la fundición representa una "grave amenaza para la salud".
UNMIK, que administra Kosovo desde que la OTAN bombardeara Serbia durante 11 semanas en 1999, asegura que la cantidad de plomo en el aire alcanzó 200 veces el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero los 100.000 habitantes serbios de Mitrovica se oponen a la pérdida de la principal fuente industrial de trabajo en Kosovo y aseguran que dentro de unas meses hubiera sido lucrativa.
"La fábrica de Zvecan es nuestro destino, la base de nuestra vida y seguridad y nadie tiene el derecho de jugar con eso", dijo a IPS Oliver Ivanovic, dirigente serbio de Mitrovica.
"La excusa de la contaminación que dio la ONU supera todo cinismo, si uno sabe las bombas que arrojó la OTAN aquí", agregó.
Durante las 11 semanas de bombardeos en 1999 la OTAN arrojó más de 30.000 bombas con uranio usado en Kosovo.
La razón oficial de los bombardeos de la OTAN fue detener la represión serbia contra la minoría de origen étnico albanesa en Kosovo. Cuando comenzó la guerra en marzo de 1999, los militares serbios expulsaron a un millón de albaneses a los países vecinos.
Pero cuando terminaron los bombardeos en junio de 1999, más de 200.000 serbios huyeron de la provincia por temor a las represalias de los albanokosovares que retornaban a la zona.
Los serbios de Mitrovica temen que obreros albaneses tomen sus empleos en la fábrica. Desde junio de 1999, la ciudad fue dividida en una parte serbia, al norte, y una parte albanesa, al sur. Zvecan está en el norte.
"La ocupación de Zvecan por la ONU es parte del escenario para expulsar a los serbios restantes de Kosovo bajo un falso pretexto ecológico", dijo Milan Ivanovic, otro dirigente serbio.
"Las pruebas de sangre tomadas en los últimos meses no revelaron rastros de plomo. La producción en Zvecan sólo asciende a 10 por ciento de lo que era antes de la guerra, así que evidentemente hay algo erróneo con las estadísticas de UNMIK sobre la contaminación", agregó.
Las minas que tiene la empresa Trepca en Kosovo constituyen 75 por ciento de la riqueza mineral yugoslava, según datos oficiales. Trepca está integrada por 14 minas de plomo, cinc, oro y plata, dos metalúrgicas y 14 fábricas.
Entre las dos rondas de rigurosas sanciones económicas internacionales contra Belgrado, Trepca logró aumentar la producción a 42 millones de dólares en 1996 y 1997.
Entonces empleaba a 5.000 obreros, pero sólo quedaban unos pocos cientos en Zvecan cuando la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ocupó la fundición la semana pasada.
En junio, el director de Trepca Novak Bijelic anunció un plan de revitalización para producir 46.500 toneladas de plomo, 25.000 toneladas de plata y 100 kilogramos de oro este año. Entonces había prometido el retorno de 2.000 trabajadores a sus empleos.
La ONU prohibió el ingreso de Bijelic a Kosovo la semana pasada porque "no cooperó" con la fuerza en los meses anteriores. Bijelic calificó la toma de la fundición como una "ocupación".
La resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU confirma que Kosovo es parte de Serbia y de Yugoslavia, pero en la práctica se ha convertido en un protectorado de la ONU.
Los temores de los serbios en Mitrovica aumentaron cuando el jefe de UNMIK, Bernard Kouchner, anunció el viernes que un consorcio internacional de compañías mineras fue contratado para revitalizar la industria en el norte de Kosovo.
"Ahora podemos trabajar para que Trepca vuelva a la vida", dijo Kouchner a la prensa.
Unos 16 millones de dólares de la Unión Europea, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia y Suecia pagará por la labor encomendada a ITT Kosovo Consortium Ltd, una empresa conjunta de la francesa TEC-Ingenierie, la sueca Boliden Contech y la estadounidense Morrison Knudsen International, explicó.
Kouchner defendió la toma de Zvecan y aseguró que los obreros serbios permanecerán en sus empleos.
"Nuestras vidas no fueron más que una lucha por la supervivencia desde junio. Los directores de Zvecan huyeron a Serbia y ahora es ocupada por la ONU. Sólo esperamos que la promesa de mantener nuestros empleos se mantenga", comentó Dragisa Djokovic, ingeniero de la fundición.
El gobierno de Slobodan Milosevic declaró "ilegal" la toma de la ONU.
"Las acciones por la fuerza de la presencia internacional… son un intento de requisar propiedad que no le pertenece", según una declaración de Belgrado. (FIN/IPS/tra-en/vpz/sm/aq/ip/00