Venezuela estrenó hoy una comisión de empresarios y funcionarios o «constituyente económica», que presentará en 90 días un programa para pasar de una economía rentista petrolera a otra, diversificada.
«Ahora vamos por la economía y el cambio de las estructuras sociales», anunció el presidente Hugo Chávez el sábado, cuando comenzó su segundo periodo de gobierno, que se prolongará hasta 2006.
Los dos años precedentes fueron dominados por la efervescencia política, con seis consultas electorales, un cambio de Constitución y ásperos choques de Chávez con la mayoría de los estamentos de poder.
Entretanto, se afincó la crisis económica que asedia al país: 80 por ciento de pobres, caída de 7,2 por ciento del producto interno bruto en 1999 y avance del desempleo abierto de 11,5 a 14,5 por ciento de la población económicamente activa.
Economistas y empresarios han criticado a Chávez por la ausencia de un programa económico completo, y sus opositores le acusan de ahuyentar inversores con su prédica contra «el capitalismo salvaje».
La «constituyente económica», lanzada por Chávez para emular a la Asamblea Constituyente que redactó una nueva carta fundamental en 1999, deberá presentar al gobierno planes y proyectos de estímulo de la actividad.
El mandatario advirtió que el crecimiento deberá acompañarse de mayor equidad, de redistribución de la riqueza y de cese del poder de la oligarquía. «O dejo de llamarme Hugo Chávez», agregó.
La comisión económica estará presidida por el ministro de Planificación y principal consejero de Chávez en la materia, Jorge Giordani, blanco de críticas de los profesionales que preconizan la apertura de la economía.
Le acompañan Héctor Ciavaldini, presidente del holding estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), los viceministros de Industria, de Producción y de Turismo, y cuatro dirigentes del sector privado.
Su trabajo básico será diseñar programas para fortalecer mediante la inversión pública y privada la agricultura, la agroindustria y las manufacturas, así como los sectores del petróleo, gas, hierro y aluminio.
El economista independiente Antonio Francés advirtió a IPS contra «la tentación de lanzar planes sustentados en un escenario petrolero boyante. Históricamente está demostrado que después de un alza petrolera llega una baja».
Venezuela exporta 2,7 millones de barriles de petróleo por día y si se mantienen precios como los actuales, superiores a 25 dólares por barril, puede ingresar por ese concepto entre 25.000 y 30.000 millones de dólares anuales.
Vicente Brito, presidente de Fedecámaras, la principal organización empresarial, dijo que uno de los objetivos debe ser aumentar las exportaciones no tradicionales al mismo monto que se podría alcanzar ahora con la venta de petróleo.
Brito también pidió «recuperar el actual plantel industrial, que trabaja sólo con 50 por ciento de su capacidad instalada, y respetar el derecho de propiedad reconocido en la Constitución bolivariana».
El nuevo parlamento unicameral se propone aprobar una Ley de Tierras que desmantelaría el latifundio, augurándose una cerrada batalla si se llegase a la expropiación de grandes propiedades o a fuertes impuestos sobre ellas.
El ministro Giordani dijo, al comenzar los trabajos, que la comisión se encargará de traducir en propuestas económicas los postulados de la nueva Constitución y del programa electoral de Chávez.
También abogó por la participación ciudadana, pero justificó la ausencia de los sindicatos -cuyos dirigentes, vinculados a los partidos tradicionales, son ignorados por Chávez- porque «esta comisión sólo abarca a los sectores económicos, productivos, comerciales y financieros». (FIN/IPS/jz/ff/if/00