Un juramento de fidelidad revolucionaria convirtió hoy a Hugo Chávez en el primer presidente de la Repúbica Bolivariana de Venezuela consagrada por la nueva Constitución, y marcó el inicio de una nueva era cargada de desafíos socioeconómicos.
Chávez asumió nuevamente la Presidencia de este país con el juramento de hacer cumplir "los mandatos de la revolución bolivariana recogidos en la Constitución". Y de inmediato advirtió a quienes lo acompañan en su proyecto político que "ha valido la pena, hermanos".
El presidente calificó la nueva Constitución de "revolucionaria", un adjetivo radicalmente diferente al que había utilizado en febrero de 1999 cuando asumió su primer mandato y, en un gesto sin precedentes, denominó como "moribunda" a la carta fundamental vigente entonces.
Ese primer periodo duró un año y medio, pese a que el mandatario había sido elegido para los cinco años previstos en la vieja Constitución, y estuvo marcado por intensas polémicas relacionadas con lo que se había calificado de proceso de cambios para fomentar una "república nueva".
"En el fondo fue el mismo juramento, con otro texto y otro contexto", dijo Chávez en el discurso de este sábado. El inicio del nuevo periodo presidencial en la práctica consuma el proceso de cambios, sustentado en la Constitución y expresado a través de la renovación institucional.
La aprobación de la Constitución detonó una renovación generalizada de las autoridades venezolanas para adaptar la institucionalidad a las nuevas normas. El parlamento que tomó juramento a Chavez es una Asamblea unicameral con la mitad de los integrantes del antiguo Congreso bicameral.
El proceso constituyente demandó tres comicios en 1999 y generó un intenso debate político. Las autoridades de la nueva República fueron elegidas el 30 de julio de 2000, y Chávez consiguió un triunfo contundente, con 59 por ciento de los votos.
Después de esa victoria, que por favorecer al presidente en ejercicio fue calificada de "relegitimación", podrá ejercer bajo las nuevas condiciones constitucionales: un periodo de seis años en vez de los cinco tradicionales, con la posibilidad de la reelección inmediata.
Chávez insistió reiteradamente en el carácter revolucionario de la propuesta que encabeza, y lo consideró resultado de "un pueblo que desató las cadenas que lo oprimían".
Sin embargo, advirtió que "aún no podemos sentarnos a cantar victoria" pues "tenemos mucho camino por delante", en una clara alusión a la feroz crisis socioeconómica que afecta a este país sudamericano donde 80 por ciento de la población es pobre.
En 1999 Venezuela experimentó una caída de 7,2 por ciento en su producto interno bruto (PIB) y la recuperación prevista para este año, entre dos y tres por ciento, aún es considerada insuficiente para revertir la fuerte contracción.
El país también enfrenta un desempleo entre 15 y 20 por ciento, un alto empleo en la economía informal, y un fuerte problema de inseguridad. La falta de empleo, la persistencia de la crisis y la delincuencia son los mayores problemas de los venezolanos, de acuerdo con empresas encuestadoras.
Chávez ha anunciado en varias oportunidades que requiere de 10 años para derrotar la pobreza y convertir a Venezuela en un país de clase media, y no oculta su interés por permanecer en el cargo por dos periodos seguidos de seis años.
Si se concreta ese objetivo, sería el presidente elegido en las urnas con mayor tiempo en el poder en la historia democrática de este país, iniciada en 1958 cuando fue derrocada la dictadura militar encabezada por Marcos Pérez Jiménez.
El nuevo mandatario ha asegurado que, tras consumar el proceso de cambios políticos en este país, está decidido a concentrarse en la conducción de la economía, tarea que podrá emprender con los precios más altos en una década para el petróleo, sostén de la economía venezolana.
En su discurso, Chávez hizo un detallado repaso de los acontecimientos que lo llevaron al poder, y destacó la importancia del fallido golpe de Estado en el cual participó en febrero de 1992, aunque aseguró que ése "no es el camino ideal".
Chávez, quien era entonces teniente coronel de paracaidistas, fue protagonista de ese alzamiento sin precedentes para la democracia venezolana, considerada una de las más estables de la región, pues tuvo a su cargo la rendición de los militares sublevados.
En ese momento admitió la derrota y la postergación de las propuestas de cambios de los alzados, pero la coronó con un "por ahora". Después de purgar dos años de cárcel, Chávez participó en la articulación de un movimiento político que finalmente lo proyectó al poder por la vía democrática.
"Hugo Chávez es apenas una paja en el huracán destado", comentó el mandatario en su segundo juramento de este sábado. (FIN/IPS/lc/mj/ip/00