El insurgente Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) advirtió que habrá una crisis humanitaria en el sur del país, afectado por una guerra civil desde 1983, si la comunidad internacional no presiona a Jartum para que cese el bombardeo de blancos civiles.
Los insurgentes afirmaron que la situación humanitaria en la región meridional es similar a la que existía en 1997, un año antes de una hambruna que causó la muerte de más de 70.000 personas.
El SPLA controla y administra vastos territorios de esa región y lucha por la autodeterminación de su población, en su mayoría cristiana o animista, contra el intento del gobierno de imponer la Sharia (ley islámica).
"El gobierno de Sudán realiza lamentables amenazas de prohibir los vuelos para brindar asistencia humanitaria a la región meridional del país", declaró en Nairobi Elijah Malok Aleng, presidente de la Asociación de Asistencia y Rehabilitación de Sudán (SRRA), un grupo humanitario vinculado con el SPLA.
Aleng dijo a periodistas que los argumentos de Jartum para interrumpir esos vuelos son "absurdos", y que los ataques aéreos del gobierno a centros de asistencia en la región meridional buscan "ahuyentar a los activistas humanitarios para que dejen morir a la población local".
Esos bombardeos violan un acuerdo firmado en 1989 por Jartum, el SPLA y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para permitir que el foro mundial realizara operaciones de asistencia en la región, desde bases en la vecina Kenia, subrayó.
Esta semana, organizaciones no gubernamentales (ONG) que operan en esa región condenaron bombardeos del gobierno contra mercados, escuelas y centros que proporcionan alimentación, y afirmaron que Jartum ataca en forma deliberada a civiles y grupos humanitarios.
Las ONG actúan en el marco de la Operación Cuerda de Salvataje para Sudán (OLS), de la ONU, y aseguraron que Jartum fue responsable en julio de por lo menos 33 bombardeos, la mayoría de los cuales afectó instalaciones de agencias humanitarias.
También indicaron que más de 10 personas murieron y otras fueron heridas por ataques aéreos contra dos poblaciones controladas por insurgentes en la provincia de Bahr El Ghazal.
Una escuela y un mercado fueron destruidos el lunes en la ciudad de Tonj por 20 bombas arrojadas en ataques de aviones Antonov fabricados en Rusia, según fuentes de la ONU.
En la otra población afectada, Mapel, bombas alcanzaron un centro de alimentación "en desuso" y cayeron muy cerca de un avión de la OLS estacionado.
Los bombardeos más recientes se produjeron pese a que altos funcionarios de la ONU habían expresado en las últimas semanas su preocupación tras ataques aéreos previos sobre la región de Bahr El Ghazal.
El SRRA señaló en un nuevo informe que las regiones más afectadas por bombardeos están cerca de campos petroleros en las provincias de Bahr El Ghazal, Equitoria Oriental y Alto Nilo, en las cuales los ataques causaron desplazamiento de población civil e interrumpieron la actitividad agrícola de cientos de personas.
"Existe serio riesgo de que una hambruna similar a la de 1998 afecte a tres millones de personas, si no se adoptan medidas adecuadas para prevenirla" advirtió.
En el informe, titulado "Riesgo de tragedia humanitaria en Sudán meridional", se afirma que los bombardeos han agravado los problemas humanitarios de la región, antes aumentados por una sequía debida a lluvias insuficientes, que hace albergar escasas esperanzas respecto de la próxima cosecha.
"Los niveles del agua en los mayores ríos de la región están muy por debajo de lo normal, y este año la escasez de lluvia tuvo un impacto negativo sobre la agricultura y el acceso a pasturas, leche, alimentación provista por vegetales silvestres, pesca y agua potable", apuntó el SRRA.
"Es probable que la lluvia escasa, tardía y de distribución errática postergue las cosechas o incluso cause el fracaso total de los cultivos de maduración rápida este mes", agregó.
También expresó su preocupación por la disminución de la asistencia en el sur de Sudán, causada por el aumento de la demanda de ayuda humanitaria en las regiones cercanas del Cuerno de Africa y los Grandes Lagos.
La asistencia al sur de Sudán por parte del Programa Mundial de Alimentos de la ONU "estuvo por debajo de las necesidades e incluso mostró una tendencia a disminuir durante los meses clave en los cuales se realizan cultivos", y eso afectó en forma negativa a la población de Bahr El Ghazal y Alto Nilo, señaló.
Durante los últimos 12 meses, las ONG que operan en Sudán meridional se han quejado de reiterados ataques contra blancos civiles, incluyendo a hospitales e instalaciones para brindar ayuda humanitaria en Bahr El Ghazal, en violación de un "cese del fuego humanitario" acordado con mediación de la ONU.
"The specific targeting of NGO compounds, planes, airstrips, clinics, humanitarian distribution points and other facilities has had a significant negative impact on the level and quality of aid being delivered," the Concern worldwide charity said here.
"Los ataques dirigidos contra instalaciones de ONG, aviones, clínicas y centros de distribución de ayuda han afectado la cantidad y la calidad de la asistencia suministrada", apuntó Siobhan McGeeof, de la ONG Concern Worldwide.
Los últimos bombardeos del gobierno se produjeron después de que Jartum acusó a las agencias humanitarias de brindar alimentos y armas a los insurgentes.
Samson Kwaje, portavoz del SPLA, dijo a IPS en Nairobi que los ataques de Jartum buscan desestabilizar las operaciones de ayuda humanitaria y presionar a los insurgentes para que declaren un cese del fuego unilateral antes de una ronda de conversaciones de paz que comenzaraán a fines de este mes.
Al gobierno "le encantaría ahuyentar a todas las agencias de ayuda para que los civiles mueran de inanición", afirmó.
La guerra civil en Sudán es uno de los conflictos más prolongados del mundo, y ya ha causado la muerte de dos millones de personas en el sur, en forma directa o por el agravante de condiciones climáticas y humanitarias adversas.
También ha determinado el mayor desplazamiento interno de personas en el mundo, que afectó a cuatro millones de individuos según estimaciones de la ONU.
Los esfuerzos diplomaticos para poner fin al conflicto han sido infructuosos, ya que no lograron resolver dos cuestiones clave: la separación de la religión y el Estado, y la realización de un referendo para que la poblacion del sur decida si desea la secesión. (FIN/IPS/tra-eng/ja/sm/mp/hd ip/00)