El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, dirigió un mensaje al Consejo de Seguridad del foro mundial para expresar su preocupación por el agravamiento de la guerra civil en República Democrática del Congo (RDC).
Annan recordó que un "clima adverso" ha impedido el despliegue de la Misión de la ONU en RDC (MONUC), que el Consejo había decidido enviar a ese país a comienzos de este año, para controlar el cumplimiento de un acuerdo de paz firmado en Lusaka en 1999.
El presidente Laurent Kabila insistió en que las fuerzas de mantenimiento de la paz se desplegaran sólo en territorios controlados por insurgentes, y la ONU consideró inaceptable esa exigencia.
El acuerdo incluye la retirada de todas las tropas extranjeras que se han involucrado en el conflicto, y el control de esa exigencia no sería posible si se aceptara el planteo de Kabila.
En varias regiones de RDC se desarrolla un "combate continuo en gran escala", y tanto el gobierno como otros participantes en el conflicto han impuesto "severas restricciones" a los observadores de la ONU, apuntó.
El secretario general añadió que una "persistente campaña de difamación", contra la MONUC en general y algunos funcionarios de la ONU en particular, ha creado significativos riesgos para su seguridad.
En la actualidad, hay unos 228 observadores militares y oficiales de enlace de la MONUC en RDC y países vecinos, pero el componente clave de la misión es el despliegue de 5.500 soldados, que no ha sido posible realizar.
El mes pasado, el Consejo suspendió el despliegue del primer destacamento armado de la MONUC que había llegado a RDC, integrado por soldados de Túnez y Marruecos. Estaba previsto que la fuerza de mantenimiento de la paz también incluyera voluntarios de Pakistán y Senegal, entre otros países.
La decisión fue adoptada luego de que Kabila anunciara que no permitiría la presencia de fuerzas armadas de la ONU en ninguna ciudad del país.
Esa suspensión y la hostilidad hacia la ONU en RDC llevaron a pensar que Annan propondría anular la operación, cuyo mandato inicial se había establecido hasta el 31 de este mes. En cambio, el secretario general pidió al Consejo que discutiera una prórroga del mandato hasta el 30 de septiembre.
Annan señaló que el proceso de paz acordado en Lusaka "está en una fase muy difícil, que requiere una reconsideración sustancial por parte de los firmantes del acuerdo y también de la ONU".
"El papel que puede desempeñar la MONUC en las actuales circunstancias no está claro", explicó.
A comienzos de esta semana, se realizó en Lusaka una cumbre de jefes de Estado africanos para discutir la situación en RDC, con la participación de firmantes del acuerdo de paz del año pasado, pero la reunión fue infructuosa según informes periodísticos.
"Lamentaríamos mucho que se interrumpieran las conversaciones de paz, pero aún no sabemos si eso ocurrirá", dijo el martes a periodistas el portavoz de la ONU, Manoel de Almeida e Silva.
Kabila cuenta con apoyo militar de Angola, Namibia y Zimbabwe, mientras distintos grupos insurgentes son respaldados por soldados de Ruanda y Uganda, los cuales en los últimos tiempos han comenzado a enfrentarse entre sí, añadiendo un nuevo ingrediente crítico al conflicto.
El martes, Annan anunció la formación de un grupo de expertos de cinco integrantes para analizar la cuestión de la explotación ilegal de recursos naturales de RDC por parte de insurgentes.
El Consejo de Seguridad piensa que insurgentes de Africa subsahariana, en especial en RDC y Sierra Leona, compran armas con recursos obtenidos de la explotación de diamantes, oro, petróleo y otros recursos naturales, en violación de embargos de armamentos impuestos por la ONU.
Los integrantes del grupo de expertos son Safiatou Ba-N'Daw, de Costa de Marfil, Francois Ekoko, de Camerún, Mel Holt, de Estados Unidos, Henri Maire, de Suiza, y Moustapha Tall, de Senegal.
Se espera que el grupo presente sus conclusiones al Consejo en un plazo máximo de tres meses. (FIN/IPS/tra-eng/td/da/mp/ip/00
