Los paraguayos elegirán este domingo al vicepresidente del país, un cargo vacante desde el asesinato de Luis María Argaña, y el triunfador podría reemplazar en breve plazo al cuestionado presidente Luis González Macchi.
Con más de medio siglo en el poder, ya sea en dictadura o democracia, el gobernante Partido Colorado llega fracturado a los comicios. La corriente interna colorada encabezada por el ex general golpista Lino Oviedo -detenido en Brasilia con pedido de extradición- anunció que votará a los opositores.
La singularidad de una elección sólo a la Vicepresidencia, deviene de la obligación constitucional de designar por voto directo la primera o segunda magistratura si quedara vacante en los primeros dos años del quinquenio de gobierno.
El actual gobierno tardó 17 meses en convocar a esta elección – pese a que la Constitución establece un plazo de seis meses- tras el asesinato de Argaña el 23 de marzo de 1999 y la renuncia cinco días más tarde del presidente Raúl Cubas, seguidor de Oviedo.
El 28 de marzo de 1999 se instaló un gabinete multipartidario encabezado por González Macchi, presidente del Congreso y del sector de Argaña, quien tuvo el apoyo de sus socios políticos y de un dictamen de la Corte Suprema de Justicia para completar el período de Cubas hasta 2003 sin someterse a elección.
El proyecto de unidad nacional que prometió a la oposición – compuesta por los partidos Liberal Radical Auténtico y Encuentro Nacional, que coaligados habían perdido en mayo de 1998 ante el Partido Colorado- fracasó en febrero, al retirarse el primero del gabinete por no recibir 40 por ciento de los ministerios.
En abril, el coloradismo eligió a Félix Argaña como candidato para sustituir a su asesinado padre, mientras que los liberales optaron por su presidente, el senador Julio César Franco, ex intendente de la segunda ciudad del Gran Asunción, Fernando de la Mora.
La candidatura prácticamente testimonial del artista plástico Ricardo Buman, del Partido Humanista, sin representación parlamentaria, completa las opciones del electorado.
Los dos candidatos con opción real prometen un futuro diferente. Mientras Argaña dice que sólo pedirá algunos cambios de ministros, Franco adelanta que reclamará la renuncia de González Macchi, por considerarlo un usurpador del cargo.
Argaña dijo a IPS que impulsará una reforma constitucional para que el vicepresidente presida al Congreso y exista una ley de lemas que evite tantas elecciones internas, similar al anterior sistema electoral uruguayo de varios candidatos por partido que acumulan votos.
Franco, por su parte, propone una Vicepresidencia activa que fuerce al mandatario a cambiar hombres y políticas, sin descartar que en los próximos meses lleve a su renuncia, según promete en la campaña electora que concluye en la medianoche de este jueves.
El Encuentro Nacional, que continúa en el cogobierno con cuatro ministerios, optó por no presentar candidato propio y respaldar a Argaña, lo que da "más garantías de estabilidad", según el fundador de esa fuerza, Guillermo Caballero Vargas.
El movimiento de intelectuales Foro Ciudadano, cuyos dirigentes califican de "florero" a la Vicepresidencia por su falta de cometidos, promueve el voto nulo para "castigar al sistema político", según el politólogo José Carlos Rodríguez, director del Centro de Documentación y Estudios.
Las elecciones de este domingo, para la que están habilitados 2.059.164 de los 5,5 millones de paraguayos, contarán con la presencia de 40 observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA). (FIN/IPS/cm/ag/ip/00
