Diplomáticos palestinos se preparan para representar en el mundo al independiente estado de Palestina mediante un curso de capacitación de dos semanas que se realiza en la Ciudad Policial Yaser Arafat, en Gaza.
La Ciudad Policial es un conjunto abigarrado de cuarteles y predios abiertos en una zona restringida de la ciudad de Gaza.
"Este es uno de los pasos que dio la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para declarar el estado", declaró Mohammed Wuheidy, portavoz del Ministerio de Cooperación Internacional, considerado el núcleo del futuro Ministerio de Relaciones Exteriores palestino.
"Los diplomáticos deben estar listos para emprender sus nuevas tareas inmediatamente después de este curso", agregó.
Luego de que se declare la independencia, "esta gente se relacionará con el estado (en que cumplen su misión) de igual a igual porque ahora representarán a un estado y no sólo una organización", explicó Wuheidy.
Detrás de él hay un cartel del Domo de la Roca, un templo de Jerusalén sagrado para los musulmanes y que Arafat espera recuperar del control israelí.
Pero la independencia en los hechos parece lejana, como lo confirmó la muerte de un palestino de 73 años baleado por fuerzas israelíes en la aldea cisjordana de Surda, pocas horas después de la entrevista con Wuheidy.
Israel aún ocupa Surda y la mayor parte de la zona de Cisjordania que constituiría el corazón del estado independiente. También controla los caminos que vinculan a las zonas bajo dominio palestino.
El hombre, Mahmoud Abdallah, fue baleado después de que disparara su pistola al aire, al parecer creyendo que los soldados eran ladrones.
Los familiares del muerto contaron que el ejército israelí impidió el ingreso de dos ambulancias palestinas, insistiendo que sólo una ambulancia militar podría retirar al herido. Esta llegó una hora después y Abdallah murió en el camino al hospital en Jerusalén.
Pero el curso de capacitación para los diplomáticos continúa. Su objetivo es preparar a los funcionarios para tratar con la diáspora palestina y actualizarlos sobre derechos, economía y cultura, explicó Wuheidy.
No obstante, Yaser Arafat, el presidente de la ANP, ya no parece tan firme en su intención de declarar unilateralmente la creación del estado independiente el 13 de septiembre, cuando venzan los acuerdos de autonomía.
Wuheidy dijo que Arafat prefiere alcanzar un acuerdo con Israel para que el estado independiente obtenga el reconocimiento internacional.
Un diplomático que no participó del curso fue Hassan Abdel Rahman, el representante de la ANP en Washington. El sobrino de Abdallah viajó desde Estados Unidos para consolar a sus familiares en Surda.
"Si las instituciones de la ANP deciden declarar el estado, será un estado con parte de su territorio ocupado y seguiremos con la lucha para liberar esos territorios y no aceptar el statu quo", aseguró Abdel Rahman.
"Se trata de un estado palestino, pero estará en su mayor parte ocupado, y habrá que idear la forma para lidiar con la ocupación", agregó.
Para cuando se declare el estado independiente, el Ministerio de Planificación y Cooperación Internacional estará listo para transformarse en la cancillería palestina.
"Ya funcionamos como embajada y nuestro embajador es muy conocido", señaló Na'im Samara, primer secretario de la misión de la ANP en Londres y participante del curso en Gaza.
"Sólo hará falta más personal en materia comercial y educativa y cambiar la actual placa del edificio que reza Delegación General Palestina por la de Embajada Palestina", agregó.
El acuerdo de Oslo firmado en 1993 con Israel limita las facultades de la ANP, impidiéndole la creación de una cancillería y obligando en teoría a que los dirigentes políticos se encarguen de las relaciones exteriores. Pero en la práctica ya hay 86 misiones palestinas en todo el mundo.
El significado del curso es que coloca abiertamente a las misiones de representación directamente bajo la supervisión de un ministro de relaciones exteriores de hecho en Cisjordania y Franja de Gaza, sostuvo Nabil Sha'ath, el ministro de Planificación y Cooperación Internacional.
Como ocurrió con otros diplomáticos, Israel le impidió a Samara ingresar a Cisjordania y la Franja de Gaza durante muchos años y ahora aprovecha el viaje para familiarizarse con la zona.
El año pasado volvió a las zonas autónomas por primera vez desde 1967, luego de optar por el exilio incluso después del acuerdo de Oslo. "No quería ver al ejército israelí ocupando mi tierra, era muy doloroso", declaró. (FIN/IPS/tra-en/bl/sm/aq/ip/00