El presidente electo de México, Vicente Fox, visitará Chile, Argentina, Brasil y Uruguay del día 6 al 11, en un periplo dirigido a impulsar relaciones y cosechar experiencias foráneas en materia de convivencia política plural.
El primer gobierno ajeno al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años ubica a América Latina y al Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) en particular en el primer plano de su agenda internacional, señalan Fox y su equipo de asesores.
Luego de la gira de la semana próxima, Fox viajará los días 22 y 24 a Canadá y Estados Unidos, países socios de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con los que concentra más de 80 por ciento del comercio y mantiene una compleja lista de temas de migración y lucha antidrogas.
En las semanas posteriores y siempre antes del 1 de diciembre, cuando asumirá la Presidencia, seguirá rumbo a Europa y Asia.
"Necesitamos relaciones y el apoyo de todos. Hoy la globalización es dominante y la participación de cada país dentro de ésta tiene que lograrse con éxito, porque la globalización resulta en impactos para el beneficio del crecimiento y desarrollo del país", declaró.
En materia internacional, el que será nuevo gobernante señala que México pondrá interés en lo económico, pero también mucho en lo político.
Se denunciará a los países que violen los derechos humanos, respetará a las organizaciones no gubernamentales foráneas, con las que el actual gobierno de Ernesto Zedillo tuvo fricciones, y habrá apoyo a iniciativas del Sur en desarrollo, indicó el equipo de asesores internacionales de Fox.
Además, propondrá a Estados Unidos acabar con el proceso unilateral de certificación antidrogas, al que somete cada año a más de una docena de países, y cambiar su política restrictiva sobre inmigración de trabajadores.
El presidente electo, al programar su primer viaje a América Latina, demuestra que, "mientras dependa de él, su gobierno se inspirará en muchos de los rasgos inscritos en los procesos en curso en el Cono Sur de América", dijo Jorge Castañeda, principal coordinador de Fox en materia internacional.
Castañeda, posible canciller de Fox, señaló como aspectos salientes de los países sureños el respeto a la ortodoxia económica, compromiso frontal contra la pobreza, gestión plural con apoyo de coaliciones políticas y ajuste de cuentas con el pasado "en estricto apego al derecho, pero con voluntad persistente de saber".
Fox, del conservador Partido Acción Nacional, iniciará su gestión con un Congreso atomizado y con el reto de cambiar toda una cultura política desarrollada bajo el poder del antes imbatible PRI.
El primer gobierno de la era posterior al PRI será plural e incluyente y tendrá su mira en el futuro más que en el pasado, promete Fox. Pero los opositores dudan de su oferta y aún antes de asumir el cargo ya le niegan su apoyo.
La visita al Cono Sur "pretende subrayar su afinidad política (la de Fox) con experiencias como las de la Concertación por la Democracia, en Chile, de la Alianza, en Argentina, y del Plan Real y las reformas del Fernando Henrique Cardoso, en Brasiloo, señaló un boletín de la oficina de prensa del presidente electo.
Castañeda, uno de los intelectuales mexicanos de centroizquierda de mayor proyección internacional, indicó que este país, el primer exportador de América Latina y el número 13 en el mundo, busca aprender de la política del Cono Sur, pero también ampliar su comercio a través de un acuerdo de libre comercio.
México es, junto a Israel, el país con mayor número de tratados de libre comercio en el mundo, un total de nueve. Este país es el único del planeta que mantiene vigentes al mismo tiempo acuerdos de ese tipo con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
A pesar de que en América Latina ya suscribió tratados con Bolivia, Chile, uno conjunto con Colombia y Venezuela, con Costa Rica, otro con Nicaragua y uno global con El Salvador, Guatemala y Honduras, México registra menos de 10 por ciento de su comercio con América Latina.
Eso cambiará con el nuevo gobierno, pues hay que unirse mucho más a los países de la región, ofreció el presidente electo.
Fox le debe a Castañeda múltiples de sus actuales ideas en política hacia el Sur y varios de sus contactos internacionales, incluyendo su relación con presidentes, además de su cercanía con las ideas económicas del académico brasileño Roberto Mangabeira, quien propone vías alternativas al "neoliberalismo salvaje", apuntan los observadores.
"Castañeda dio el mundo a Fox. Lo sacó de ser un político aldeano" y lo integró a grupos de intelectuales y académicos mexicanos y latinoamericanos impulsados por ideas democráticas, señaló el analista Raymundo Riva Palacio, del semanario Milenio.
Junto al senador independiente Adolfo Aguilar, Castañeda, profesor de la Universidad de Nueva York, maneja la agenda internacional de Fox.
Considerado por algunos como un oportunista, por haber apoyado en el pasado al centroizquierda Cuauhtémoc Cárdenas y postulado sin éxito como asesor, canciller y embajador del ex presidente Carlos Salinas (1988-1994) y de Zedillo, Castañeda es señalado hoy por los expertos como el superasesor Fox. (FIN/IPS/dc/dm/00
