El pueblo de Marruecos recibió con agrado la actitud reformista del rey Mohammed VI en su primer año de reinado, pero los cambios desde el poder aún no se tradujeron en mejoras para la vida cotidiana de los 27 millones de habitantes.
Se calcula que el desempleo de 23 por ciento aumentará este año cuando miles de egresados de las escuelas secundarias se sumen al mercado laboral. Según la Organización de las Naciones Unidas, 25 por ciento de los marroquíes viven por debajo de la línea de pobreza y 67 por ciento son analfabetos.
"Apreciamos el toque humano del rey, pero necesitamos que sus buenas intenciones se traduzcan en empleos y mejor nivel de vida", dijo el estudiante universitario Rachid Makhzoun.
El rey anunció al asumir el trono tras la muerte de su padre, Hassan II, en 1999, un "nuevo concepto de autoridad" que remplazaría al anterior sistema de gobierno "Makhzan". Este concentró el poder en manos de Hassan II y sus allegados durante sus 38 años de reinado.
La primera medida en este sentido fue la destitución del ministro del Interior Driss Basri, quien fuera el segundo en el poder tras Hassan.
Basri ocupó ese cargo durante más de 20 años y a él se le atribuyó la pésima situación de derechos humanos en el país. El ministro estaba presente en todos los asuntos públicos y ninguna decisión se tomaba sin su intervención.
El rey Mohammed VI amnistió a varios opositores de su padre, incluso a Abraham Serfaty, dirigente comunista judío que fuera exiliado en Francia después de pasar más de 20 años en cárceles marroquíes por oponerse a la anexión de Sahara Occidental, zona desértica rica en minerales al sur del país.
El nuevo rey también autorizó la indemnización de antiguos detenidos políticos, incluso oficiales de las Fuerzas Armadas que intentaron derrocar a su padre a principios de los años 70.
La popularidad de Mohammed VI aumentó con sus diversas giras por el país, como la visita que hizo a las montañas Rif, a donde su padre nunca volvió tras aplastar una rebelión local en 1958 cuando era príncipe heredero.
En cada escala de sus giras Mohammed VI se olvidó de las normas convencionales de protocolo y las medidas de seguridad para acercarse al pueblo, distribuyendo alimentos y ropas a los pobres y los discapacitados e inaugurando proyectos socioeconómicos en zonas afectadas por la sequía.
El rey, que cumplirá 37 años el día 21, sorprendió a todos con su actitud decidida, frente a la imagen de timidez que trascendía como príncipe heredero.
Pero los pobres esperan que el rey resuelva la crisis económica y social.
"Los pobres no tenemos nada que ver con la política. Despedir a Basri o liberar a detenidos políticos no nos interesa. Necesitamos empleos", dijo Brahim Gharib, habitante de un barrio marginal.
El rey canceló los festejos del día del trono, celebrado el 30 de julio, e invirtió ese dinero en el Fondo de Solidaridad Mohammed VI que creó para ayudar a los necesitados.
El rey Hassan II festejaba el día del trono con gran extravagancia y lujo. El presupuesto destinado a ese fin era considerado un secreto de Estado.
Mohammed VI creó un programa de 655 millones de dólares para controlar los efectos de la sequía que padece el país por segundo año consecutivo.
La falta de lluvias devastó a la agricultura, que emplea a cinco millones de personas y contribuye con 20 por ciento del producto interno bruto, valorado en 60.000 millones de dólares.
El rey queda libre de toda crítica porque así lo estipula la Constitución, pero el Parlamento de mayoría socialista es condenado por incumplir las promesas que hiciera al llegar al poder en 1998, aún bajo el reinado de Hassan II.
"El rey sabe perfectamente que el desarrollo duradero pasa por reformar a la sociedad, y quiere comenzar combatiendo la corrupción, la peor peste de Marruecos", dijeron a IPS fuentes cercanas a palacio.
Los tribunales investigan casos de malversación de fondos que involucran a altos funcionarios, como Rachid Hadaoui, ex director del banco estatal Crédito Agrícola acusado de robar millones de dólares.
La lucha anticorrupción incluye al sector de información. La semana pasada fue detenido Mohammed Majidi, el director financiero de la agencia oficial de noticias, MAP, acusado de robar 1,9 millones de dólares.
El sucesor de Basri en el Ministerio del Interior, Ahmed Midaoui, insistió ante el Parlamento que "la época de la impunidad terminó y que Marruecos se convirtió en un estado donde nadie está por encima de la ley".
Por primera vez en la historia del país, el rey creó comisiones que investigarán los casos de corrupción en empresas estatales como la Caja Nacional de Seguridad Social y el banco Crédito Inmobiliario y Turístico.
Los analistas políticos creen que el rey Mohammed VI necesita tiempo para obtener resultados, al menos hasta el 2003, cuando sea elegido el primer parlamento de su reinado. (FIN/IPS/tra-en/na/sm/aq/ip/00