La visita que realizó esta semana a Iraq el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, generó comentarios negativos en Estados Unidos, pero el oficialismo advirtió que se trató de una determinación soberana.
Chávez se entrevistó con el presidente de Iraq, Saddam Hussein, el jueves en Bagdad, y lo invitó a particiapar en la cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que se llevará a cabo en Caracas en septiembre. El mandatario iraquí aún no ha respondido a la invitación.
"No tenemos por qué pedirle permiso a nadie", advirtió el martes el principal portavoz de Chávez en el parlamento, Luis Miquilena, mientras la cancillería venezolana sostuvo que no se trataba de una visita de carácter ideológico.
Para no violar el embargo aéreo contra Iraq, Chávez debió recorrer un largo trecho por carretera para llegar a Bagdad, una visita integrada a la gira de 10 días por países integrantes de la OPEP que se inició el lunes.
La gira del mandatario reelegido el 30 de julio con 59 por ciento de los votos tiene el objetivo de reiterar la invitación a los jefes de Estado, de gobierno y soberanos de los 11 países de la OPEP a la cumbre convocada entre el 27 y el 29 de septiembre en Caracas.
Washington hizo notar que Chávez fue el primer jefe de Estado en visitar Bagdad desde que Iraq invadió a Kuwait en 1990. Se trata de una "distinción dudosa", dijo Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos.
Pero no hubo ninguna crítica pública a la visita de Chávez a Iraq en las primeras escalas de su gira el lunes y martes en Arabia Saudita y Kuwait, rivales de Saddam Hussein en la guerra del Golfo (1991).
La guerra se desató en enero de ese año, cinco meses después de que Iraq invadiera Kuwait. La coalición que se enfrentó con Iraq estuvo encabezada por Estados Unidos y fue respaldada por Arabia Saudita, Siria y países del Golfo.
La breve guerra concluyó con la retirada iraquí de Kuwait. Como consecuencia, Iraq sufre desde entonces diversas sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre ellas un embargo comercial y aéreo.
"Estamos profundamente preocupados" por la visita, había dicho Boucher antes de que se concretara, y recordó que Venezuela, como miembro de la ONU, debería respetar las sanciones contra Iraq.
Chávez no habría solicitado autorización de la Comisión de Sanciones de la ONU para visitar Iraq, según el funcionario estadounidense. Pero Miquilena replicó que Venezuela es "una nación soberana e independiente".
"Yo voy hasta el infierno si quiero", afirmó contundentemente el presidente venezolano en Bagdad, y aprovechó para condenar las sanciones que la ONU impone a Iraq, calificándolas de "calamitosas" porque perjudican a la población civil.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, consideró "superficiales" las apreciaciones del Departamento de Estado, y aseguró que Chávez respetó las limitaciones de acceso a Iraq impuestas por la comunidad internacional.
Chávez llegó hasta la frontera en avión, la cruzó a pie y debió continuar su camino hacia Bagdad en automóvil para no violar el embargo aéreo. El mismo recorrido debió realizar para salir del país.
"Esta visita no tiene ni tinte ideológico ni político, sino que atiende a una realidad, ya que Iraq es miembro de la OPEP", comentó Rangel, quien consideró que si se dejara a alguna nación fuera de la convocatoria a la cumbre, la organización podría resultar severamente dañada.
En los primeros comentarios oficiales difundidos tras la declaración estadounidense, el canciller venezolano sugirió que "existe gente interesada en acabar con la OPEP".
Los vespertinos de Caracas recogieron una declaración del economista kuwaití Jassem al Saadoun, quien calificó la visita de Chávez a Bagdad como de "protocolo", inevitable en el marco de una gira por la OPEP.
Desde que Chávez asumió el gobierno venezolano en febrero de 1999 ha habido notorios desacuerdos con Estados Unidos.
Venezuela ha invocado su soberanía para rechazar con insistencia la solicitud de Washington para permitir vuelos de aviones empleados en la lucha antidrogas sobre territorio de este país.
En diciembre de 1999, luego de las inundaciones que constituyeron la peor tragedia natural de Venezuela en su historia moderna, Chávez rechazó equipos e ingenieros militares ofrecidos por Washington cuando ya estaban en camino a través del Caribe. Ese caso también afectó las relaciones.
Venezuela en este momento es el tercer proveedor de petróleo de Estados Unidos, un vínculo que sustenta sus relaciones.
En los últimos meses, Washington solicitó a la OPEP en varias oportunidades aumentos de sus cuotas de producción, que habían sido reducidas en marzo de 1999 como estrategia para alcanzar un aumento constante de precios.
Chávez consideró antes de partir a Medio Oriente que el nivel de precios "no es alto sino justo", y ya comenzó a plantear a los "hermanos de la OPEP" la necesidad de cumplir con el sistema de cuotas de producción.
El mandatario aclaró al emprender su gira que una de sus metas es "consolidar el liderazgo venezolano" en la organización, una meta que desafía a este país a realizar una cumbre exitosa en septiembre. La reunión "redefinir" la OPEP para afrontar los desafíos del futuro.
La OPEP fue fundada hace 40 años, y hace 25 años no realiza una cumbre de soberanos, jefes de gobierno y jefes de Estado. La anterior se celebró en Argelia en 1975. (FIN/IPS/lc/mj/if/00