El primer ministro de Japón, Yoshiro Mori, comienza hoy una gira por Asia meridional en un intento por mejorar los lazos diplomáticos, deteriorados desde las pruebas nucleares de India y Pakistán en 1998.
La gira de Mori empezará este sábado, durará una semana y abarcará Bangladesh, Pakistán, India y Nepal.
En la primera visita de un mandatario japonés a Asia meridional en 10 años, Mori intentará fortalecer el compromiso de Tokio con el desarrollo económico, la seguridad y la estabilidad de esa región, declaró la cancillería.
Además de ser el principal donante de ayuda económica a los estados surasiáticos, Japón es también el único país que respalda financieramente las actividades del foro de la subregión, la Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional (SAARC).
Mori propondrá una reanudación parcial de la ayuda a India y Pakistán a cambio de la promesa de no realizar nuevos ensayos nucleares, anunciaron funcionarios de la cancillería.
"Pero la suspensión de nueva ayuda seguirá vigente", aclaró un funcionario.
Japón sancionó a India y Pakistán después que ambos países realizaron sendas pruebas nucleares, en mayo de 1998.
Sin embargo, ante la percepción de que las sanciones económicas no impulsaron a Nueva Delhi e Islamabad a firmar el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBT), Tokio busca otras formas de ofrecer la ayuda sin que parezca contradecir su propia política sobre asistencia económica y sanciones.
El floreciente mercado indio de la tecnología de la información es una de las razones que contribuyeron al cambio de actitud oficial de Tokio. Varios empresarios japoneses manifestaron que no desean permanecer excluidos de ese mercado.
Se prevé que Mori conversará sobre cooperación bilateral en materia de informática durante su visita a Bangalore, el corazón de esa industria en India.
La fuente de la cancillería agregó que Mori propondrá fondos adicionales para proyectos en curso, como la construcción de centrales de energía, rutas y pasajes subterráneos.
Los nuevos fondos serán ofrecidos si India y Pakistán muestran una actitud positiva hacia la no proliferación nuclear mediante la promesa de adherirse a una moratoria de pruebas atómicas o de buscar un consenso nacional para la firma del CTBT, explicó el funcionario.
El CTBT, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 1996, solo entrará en vigor una vez que lo ratifiquen las 44 naciones con armas nucleares, declaradas o potenciales.
India, Pakistán y Corea del Norte no suscribieron el tratado. China, el segundo mayor receptor de ayuda japonesa después de Indonesia, lo firmó pero no lo ratificó.
Tras las pruebas nucleares de 1998, Japón congeló todas las nuevas donaciones y los préstamos en yenes, excepto para fines humanitarios, a India y Pakistán.
Las normas de Tokio sobre ayuda oficial para el desarrollo le impiden brindar asistencia a los países que fabriquen o intenten fabricar armas nucleares.
Esta política se debe a que Japón fue el único país que sufrió ataques con bombas atómicas, cuando aviones de Estados Unidos atacaron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, hace 55 años.
En respuesta a las protestas públicas, Tokio criticó duramente los ensayos nucleares y presionó a Nueva Delhi e Islamabad para que suscribiesen el CTBT, pero hasta ahora esa política no produjo resultados.
"El gobierno reconoce que, aunque las sanciones perjudicaron a las economías, no acercaron a India y Pakistán al CTBT", observó Kyoko Inoue, economista del Instituto de Economías en Desarrollo, de Tokio.
Como resultado, Japón se dispone a reanudar su programa de asistencia, pero sus movimientos serán lentos, por temor a una fuerte reacción de los pacifistas.
Un informe del diario de lengua inglesa Japan Times afirmó que existe una creciente presión dentro del Partido Liberal Democrático (PLD) para levantar completamente las sanciones contra India.
En declaraciones al diario, Taro Nakayama, ex canciller y presidente del consejo de política exterior del PLD, arguyó que las sanciones dañaron gravemente los lazos con India y que la postura antinuclear de Japón fue reconocida por Nueva Delhi.
Para no infringir sus propias normas sobre ayuda oficial para el desarrollo, Mori propondría nuevos préstamos blandos de hasta 70.000 millones de yenes (700 millones de dólares) para financiar un proyecto subterráneo en Nueva Delhi y otro de energía en la provincia suroriental de Andhra Pradesh, según analistas.
Los nuevos fondos estarían vinculados al compromiso de India de firmar el CTBT, según funcionarios.
La visita de Mori a Pakistán se concentrará en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, pero India es sin duda un mercado mucho más atractivo, señaló Hisaya Oda, analista de asuntos paquistaníes.
"Pakistán necesita mucho la ayuda de Japón para su desarrollo económico, y Tokio lo sabe", destacó Oda, y agregó que Mori no prometerá en su visita reanudar la ayuda, sino "solo considerar la reanudación".
En cambio, en Nepal y Bangladesh el primer ministro japonés prometerá apoyo para el desarrollo económico. Se prevé que Mori ofrecerá a Bangladesh 160 millones de dólares en donaciones.
Sin embargo, expertos en desarrollo manifestaron su decepción por los planes de Mori sobre Asia meridional, y destacaron que no propondrá medidas concretas para el alivio de la deuda externa.
Kazu Sumi, profesor de la Universidad de Niigata, opinó que la visita de Mori debería ofrecer un alivio de la deuda, ya sea mediante donaciones o la cancelación directa, en el caso de países como Bangladesh. (FIN/IPS/Tra-en/sk/js/mlm/dv-ip/00