/Integración y Desarrollo/ AFRICA: 40 años de independencia, y de miseria

Nueve países francófonos de Africa subsahariana conmemoran este mes los 40 años de su independencia, pero no hay nada para celebrar, advierten los analistas, pues la situación económica y social de esas naciones ha empeorado desde su emancipación.

Togo, Benín, Costa de Marfil, Níger, Malí, Burkina Faso, Congo- Brazzaville, Gabón y Senegal se hicieron cargo de su propio destino en agosto de 1960.

El poceso de independencia de Africa subsahariana francófona comenzó en 1958, en Guinea Conakry. Entre enero y noviembre de 1960, Francia reconoció la independencia de la mayoría de sus colonias en las regiones occidental y central del continente.

El mismo año se independizaron de Bélgica la actual República Democrática de Congo, Burundi y Ruanda, también de habla francesa.

Todos esos países creían que el fin del régimen colonial acabaría con los sufrimientos, la miseria y las humillaciones que arrastraron durante más de un siglo de dominación europea. Pero la realidad destrozó esas esperanzas.

"Nada ha cambiado esencialmente desde la proclamación de la independencia", señaló el sacerdote Raymond Goudjo, de la Iglesia Católica de Benín.

Las sociedades de estas antiguas colonias de Bélgica y Francia han sido erosionadas por la pobreza extrema, las epidemias, las guerras civiles, el genocidio, el desaplazamiento masivo de poblaciones y el hambre.

La mayoría de los países francófonos subsharianos están clasificados entre los más pobres del mundo.

Esa catastrófica situación se debe a la incompetencia de los líderes de la región y a la mala administración, en opinión de Edem Kodjo, ex secretario general de la Organización de Unidad Africana (OUA).

El ejemplo más claro es la República Democrática de Congo (RDC), que fue colonia de Bélgica y que al momento de independizarse, en junio de 1960, presentaba condiciones favorables para el desarrollo.

La RDC contaba entonces con caminos y ferrocarriles en buen estado, con una de las escasas líneas aéreas de Africa subsahariana, y con infraestructura industrial básica y una moneda estable.

Cuarenta años después, su situación es apremiante. Una sangrienta y costosa guerra civil, en la que intervienen varios países vecinos, ha puesto de rodillas a la RDC.

Algunos analistas creen que la causa es el egoísmo de los líderes. "Varios oportunistas arrebataron el poder al pueblo para depredar los recursos nacionales", afirmó Kitima Kasendwe, él mismo un dirigente político.

"La malversación de dinero y bienes públicos fue una constante, pero los responsables de esos hechos nunca fueron castigados", dijo Kasendwe.

El examen de situación se detiene también en Congo-Brazzaville, un vecino de la RDC rico en petróleo, para cuya población los 40 años de independencia han sido de miseria.

"Desde la independencia no hubo periodos de prosperidad en nuestro país, con la excepción de raros momentos de mejora en los años 80", señaló Ludovic Mpouto, de la Universidad de Brazzaville.

Como muchos países africanos, Congo disponía de grandes recursos cuando obtuvo su emancipación, destacó el presidente Denis Sassou Nguesso el año pasado, al celebrar el 39 aniversario de la independencia,

"Todos los cultivos eran posibles y todo crecía. Grandes superficies estaban cubiertas de bosques de alta calidad" y también se contaba con "importantes recursos pesqueros y un subsuelo rico en petróleo, gas, hierro, oro, diamantes y otros minerales", dijo Nguesso en aquella ocasión.

Las ex colonias fracófonas no estaban preparadas para la independencia cuando la obtuvieron, opinaron algunos analistas.

"Los africanos eran todavía en los años 60 esclavos que obedecían a sus patrones. Y no es posible que un esclavo se convierta en el patrón cuando todavía se halla bajo el domino de su antiguo amo", comentó Gabriel Baglo, un periodista de Togo.

"Los belgas no tenían interés en preparar a los congoleños para la independencia. Los colonizadores no consideraron la formación de una elite que los sucediera, y a la hora de la independencia, Congo no tenía médicos, sino sólo asistentes de médicos", dijo el profesor George Sayal

Según Mamadou Fofana, de Malí, "la independencia fue mal negociada por nuestros dirigentes, que sólo atendieron asuntos políticos y dejaron de lado las cuestiones económicas. Los africanos fueron muy rápido, no debieron haber ahuyentado a blancos cuya experiencia resultaba necesaria".

Herman Yameogo, dirigente de la oposición en Burkina Faso, atribuye la dramática situación de los países francófonos de Africa subsahariana a su falta de cohesión y de cooperación.

Esas naciones estaban agrupadas en Africa Occidental Francesa y Africa Ecuatorial Francesa, dos entidades creadas por Francia, "e incluso hubo una federación", observó Yameogo.

"Si hubiéramos utilizado esas estructuras cuando la idea de nacionalidad era aún incierta, se habría facilitado el actual esfuerzo por la integración", agregó.

Amadou Seydou Traore, un vendedor de libros de Malí, de unos 60 años, responsabiliza a los colonizadores de la mayoría de los problemas. "Los colonizadores dejaron al retirarse 'bombas antipoblaciones', que son mucho más devastadoras que las bombas antipersonas".

"El continente no está hoy libre de la dominación occidental. En la mayoría de los casos, la independencia fue concedida bajo la presión de acontecimientos internacionales, y fue artificial", según el historiador Atsutse Kokouvi Agbobli, de Togo.

Las guerras que se libran en Africa son resultado de la competencia entre países occidentales por los recursos naturales de este continente, opina Kokouvi Agbobli. "Occidente pretende asegurarse los inmensos recursos que abundan en el continente y destruir al pueblo africano", dijo.

"Casi todos los viejos territorios coloniales de Africa son ahora independientes, aunque en la forma de débiles pseudoestados", agregó.

El presidente de Togo, Gnassingbe Eyadema, afirmó que la independencia política no es un fin en sí misma, sin un requisito necesario para lograr la independencia económica. Las condiciones del desarrollo de Africa son la paz, la seguridad y la estabilidad, señaló.

Para Kodjo, el ex secretario general de la OUA, las antiguas colonias se enfrentan al colapso económico por no haber sabido implementar estrategias autónomas de desarrollo, un hecho que las hizo dependientes por completo del exterior.

"La estructura económica de Africa (subsahariana) no evolucionó prácticamente en 40 años. Se produce lo que no se consume y se consume lo que no se produce", advirtió.

Kodjo exhortó a los países africanos a cambiar la estrategia orientada a la exportación por otra, orientada a la propia región. Esa estregia, que la OUA intentó promover ya en los años 60, favorecería el desarrollo del mercado interno, afirmó Kodjo.

"La solución para el continente africano descansa en su unidad, en la paz y en la integración económica", a juicio del presidente del parlamento de Togo, Mensa Agbeyome Kodjo.

. "Nuestros países no pueden, si permanecen desunidos, lograr la economía de escala que asegura la competitividad en el mercado internacional, ni acabar con su dependencia económica" del exterior, concluyó Agbeyome Kodjo. (FIN/IPS/tra-en/nt/rl/eo- mp/da/ff/dv ip/00

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