El gobierno de Pakistán decidió debilitar un proyecto de ley para la alimentación infantil saludable bajo presión de empresas multinacionales, acusaron grupos promotores de la lactancia natural.
La versión final de la propuesta legislativa no exige a las fábricas de alimentos para bebés la colocación de advertencias en los envases de sus productos, y además les otorga voz en cuanto a la aplicación de la ley, según los activistas.
"La última revisión del proyecto incorporó todas las propuestas de la industria de alimentos para bebés", dijo a IPS un funcionario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que solicitó reserva.
Los promotores de la lactancia natural reclaman desde hace mucho tiempo una reducción de la venta de sustitutos de la leche materna, y arguyen que no solo no son tan completos como ésta, sino que su uso es inseguro.
La leche maternizada debe suministrarse con mamadera, y esto requiere buenas condiciones de higiene que en general no existen en este país pobre y predominantemente rural, señalaron los activistas.
La alimentación artificial de los lactantes está vinculada a la diarrea y las infecciones respiratorias, las principales causas de muerte en los primeros años de vida.
Pakistán tiene la mayor mortalidad infantil de Asia meridional. Uno de cada 10 niños mueren antes de cumplir un año.
Como signataria de la Convención sobre los Derechos del Niño, Pakistán está obligada a aprobar y aplicar leyes que promueven la lactancia natural, destacaron activistas.
Además, Pakistán también suscribió un código de promoción de la lactancia materna en el marco de la Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional (SAARC).
La falta de leyes adecuadas provocó una inundación del mercado con alimentos artificiales para bebés e hizo que médicos y otros trabajadores de la salud aconsejaran a las madres que utilicen esos alimentos, sostiene un informe publicado el pasado diciembre por grupos promotores de la lactancia materna.
Como resultado, "hubo un aumento exponencial en la cantidad de dinero invertida en la importación de leche maternizada", dice el informe.
El proyecto de ley para la alimentación infantil saludable fue redactado por primera vez hace ocho años. Desde entonces, el gobierno ha realizado consultas con grupos de consumidores, Unicef, la Organización Mundial de la Salud (OMS), asociaciones médicas y empresas fabricantes de alimentos infantiles.
Pero "el proyecto carece de fuerza y no cumple con el objetivo del Código de Internacional sobre Comercialización de Sustitutos de la Leche Materna", afirmó Tracey Wagner, de la Red para la Protección del Consumidor, de Islamabad.
"Un cambio en especial vuelve a la ley totalmente ineficaz", destacó Wagner.
Las versiones anteriores establecían claramente que ningún interesado en la industria de alimentos para bebés podría integrar la Junta sobre Alimentación Infantil, que vigilará el acatamiento de la ley.
"La última revisión eliminó esa disposición, y eso es absurdo. ¿Cómo puede la industria vigilar el cumplimiento de una ley que está dirigida contra sus propias prácticas?", preguntó Wagner.
Además, la nueva versión excluyó varias disposiciones incluidas en versiones anteriores por insistencia de grupos de consumidores y Unicef.
"El nuevo proyecto no especifica que cierta información debe incluirse en los folletos y en las etiquetas", observó un miembro del Comité Federal Permanente sobre Lactancia Materna.
Por otra parte, funcionarios del Ministerio de Salud señalaron que el proyecto solo se finalizará una vez que se hayan tomado en cuenta todos los puntos de vista.
"La propuesta está dirigida a controlar las actividades de la industria de los sustitutos de la leche materna", declaró Qamar- ul-Islam Siddiqui, asesor del gobierno sobre educación para la salud, en una carta a los gobiernos provinciales.
Sin embargo, los activistas afirmaron que el proyecto de ley fue modificado por presión de la gigantesca fábrica de alimentos Nestlé, que controla más de 70 por ciento del mercado de alimentos para bebés de Pakistán.
El informe publicado en diciembre acusa a Nestlé de sobornar a médicos pediatras y procurar el contacto directo con las madres recientes.
Pero Nestlé encargó su propio informe, el cual concluyó que las acusaciones son falsas, destacó Shahid Siddiqui, gerente de Asuntos Corporativos de la empresa, en una audiencia convocada por el ombudsman de Pakistán.
El informe de Nestlé acusa a sus empresas rivales (Nutrico, Meiji, Morinaga, Abbott y Mead Johnson) de realizar actividades promocionales en violación de las normas internacionales.
Sin embargo, los activistas señalaron que su informe sobre las actividades de Nestlé se basó en documentos internos de la compañía y en el testimonio de un antiguo empleado.
Como resultado de la investigación de los activistas, Nestlé tuvo que dar explicaciones al ombudsman y comenzó a ser investigada por la Oficina Nacional sobre Responsabilidad Pública. (FIN/IPS/tra-en/mr/mu/mlm/he/00