INDONESIA: Disturbios continúan pese a disculpa de Wahid

Las medidas de seguridad imperantes hoy alrededor del parlamento de Indonesia reflejan la tensa situación de este país del sudeste asiático, azotado por la violencia sectaria, el separatismo y el desempleo.

Tres helicópteros y 2.500 soldados rodeaban este lunes el edificio de la cámara baja del parlamento federal.

"Las cosas parecen a punto de estallar", comentó un vendedor de Gatot Subroto, una avenida importante del centro de Yakarta.

La atención de los indonesios está concentrada en el informe pronunciado este lunes por el presidente Abdurrahman Wahid ante la Asamblea Consultiva del Pueblo, el máximo órgano legislativo.

Wahid pidió disculpas a la nación por los errores cometidos durante su gobierno, que lleva 10 meses en el poder.

Además, anunció que cambiará algunos miembros de su gabinete, promoverá la estabilidad económica y sofocará la violencia comunal, que sembró dudas sobre su capacidad de gobernar este país de 210 millones de habitantes.

"A todo el pueblo de Indonesia le pido perdón si en los últimos 10 meses el gobierno no logró resolver todos los problemas", manifestó Wahid en un discurso que leyó por él el secretario del gabinete, Marsilam Simanjuntak.

"Pero por favor tengan fe en que seguiremos intentándolo y trabajando duro", exhortó a la asamblea de 700 miembros, que tiene la facultad de destituirlo.

Probablemente la declaración de Wahid, formulada en la primera jornada de la sesión legislativa del 7 al 18 de este mes, aplaque a algunos de sus críticos, que desean verlo fuera del sillón presidencial.

Pero la disculpa no cambia el hecho de que, más de un año después del fin de la dictadura de Alí Suharto, el panorama de Indonesia se caracteriza por los enfrentamientos violentos y el caos social.

Las leyes no son lo suficientemente ineficaces, y las instituciones gubernamentales parecen haber perdido su poder de hacer aplicar la ley.

Luego que Timor Oriental votó por la independencia de Indonesia en septiembre de 1999, el sentimiento separatista y los disturbios crecieron en las provincias de Aceh y Papúa (Irian Jaya).

En las islas Molucas, al noroeste de Yakarta, los choques sectarios entre musulmanes y cristianos persisten aunque el gobierno declaró el estado de emergencia civil y envió tropas adicionales.

"Los enfrentamientos religiosos en las Molucas plantean el riesgo de desintegración nacional, y si no se detienen podrían propagarse a otras partes de Indonesia", advirtió Wahid en su discurso.

Mientras, las amenazas de bomba se extendieron a varias instituciones gubernamentales tras la explosión de una frente a la residencia del embajador de Filipinas, el martes 1.

Los legisladores están trabados en una guerra verbal, y las declaraciones a veces polémicas de Wahid amenazan con aumentar la sobrecalentada temperatura política.

De hecho, crecen los rumores de que la sesión anual en curso de la Asamblea Consultiva pueda ser utilizada por ciertos grupos políticos representados en la cámara baja para destituir a Wahid. (FIN/IPS/tra-en/ky/js/mlm/ip/00

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