ESPAÑA: Quinto asesinato de ETA en un mes

El grupo ilegal ETA asesinó hoy a balazos al concejal Manuel Indiano, del Partido Popular gobernante en España, en Zumárraga, pequeña localidad del País Vasco próxima a Francia. Se trata del quinto asesinato cometido este mes por la organización separatista vasca.

El presidente del gobierno autónomo vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, calificó el hecho de «acto de cobardía suprema».

Organizaciones no gubernamentales y humanitarias, así como ayuntamientos, partidos políticos y sindicatos de toda España convocaron de inmediato manifestaciones de repudio, por la paz y en defensa de los derechos humanos.

Indiano, de 29 años y cuya esposa está embarazada de siete meses, colaboraba con organizaciones de ayuda a los drogodependientes y desde hacía seis meses ocupaba el cargo de concejal por el centroderechista PP.

La alcaldesa (intendente) de Zumárraga, perteneciente a Eusko Alkartasuna (EA, partido nacionalista vasco moderado), Usoa Busca, dijo este martes que el asesinado se interesaba mucho por los problemas de los ciudadanos y que se sentía amenazado.

No obstante, Indiano rechazó en abril la custodia policial porque la compañía permanente de escoltas «lo hacía sentirse incómodo», según fuentes del PP.

El asesinato se produjo en el interior de su pequeño comercio de golosinas. Allí entró una persona no identificada que huyó tras dispararle una decena de balazos en el abdomen y el tórax.

Las acciones de Euskadi ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad) se caracterizan por dirigirse contra personas desarmadas y sin protección policial, o por medios indirectos, con artefactos explosivos detonados a distancia.

Los únicos militantes de ETA muertos desde enero fueron los cuatro que transportaban explosivos destinados a un atentado en un vehículo que estalló en Bilbao a comienzos de mes.

En agosto, la organización asesinó a José María Korta, presidente de los empresarios de la provincia vasca de Guipúzcoa, al subteniente del Ejército Francisco Casanova, y a dos guardiaciviles, Irene Fernández y José Angel Encinas.

Casanova, oficinista del Ejército, fue muerto a balazos en el garage de su domicilio y los dos guardiaciviles fallecieron al explotar un artefacto colocado debajo de su automóvil.

ETA rompió en noviembre la tregua unilateral que mantuvo durante un año y medio. Desde entonces, cometió 27 atentados y mató a 12 personas, entre ellos otro concejal del PP, José María Martín Carpena, en la sureña ciudad de Málaga, y Juan María Jáuregui, ex gobernador civil de Guipúzcoa.

Jáuregui, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), residía en Chile y estaba de vacaciones en España. Tuvo destacada actuación en la investigación de la «guerra sucia» perpetrada contra los independentistas vascos en la primera etapa del gobierno del también socialista Felipe González (1983-1988).

Apenas conocida la muerte de Indiano, las organizaciones no gubernamentales Movimiento contra la Intolerancia, Gesto por la Paz, Foro de Ermua, Foro del Salvador y Víctimas del Terrorismo convocaron para la tarde de este martes concentraciones en todas las ciudades vascas «para condenar este brutal asesinato».

La Federación Española de Municipios y Provincias invitó a los gobierno locales de toda España a convocar concentraciones silenciosas para este miércoles al mediodía. Uno de los primeros en aceptar la invitación fue el alcalde de Vitoria, capital de la Comunidad Autónoma Vasca.

El ayuntamiento de Zumarra, al que pertenecía Indiano, anticipó para este martes la concentración, en la que se repudió el asesinato.

El pleno de ese ayuntamiento expulsó de su mesa directiva a los dos concejales de Euskal Herritarrok, la coalición electoral ligada a ETA, por no condenar los asesinatos cometidos por ese grupo.

Este atentado puso en primer plano el rechazo general a esas acciones, con la excepción de EA), y la condena a ETA, pero también que aún subsisten diferencias entre los partidos con implantación en toda España (el gobernante PP y los opositores PSOE e Izquierda Unida), con el nacionalismo vasco moderado.

El PP, el PSOE e Izquierda Unida exigen al Partido Nacionalista Vasco y a Eusko Alkartasuna (que gobiernan coaligados) la ruptura de todo vínculo con Euskal Herritarrok, mientras esa coalición no condene a ETA y rompa sus vínculos con ese grupo.

Pero EH se niega expresamente a condenar a ETA y manifiestan «comprender» su manera de «luchar por la patria vasca».

En el Partido Nacionalista Vasco se advierten dos posiciones, la de su dirección encabezada por Xavier Arzalluz, que se niega a romper con Euskal Herritarrok, y la de Ibarretxe y otros dirigentes que cada vez se manifiestan de una manera más crítica contra la coalición ligada a ETA.

El presidente del gobierno español, José María Aznar, dijo este martes tras conocer la muerte de Indiano que «no hay espacios intermedios entre la democracia y ETA». (FIN/IPS/td/mj/ip hd/00

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