ERITREA-ETIOPIA: ONU enviará 4.200 cascos azules

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviará 4.200 soldados a Eritrea y Etiopía para hacer cumplir el cese del fuego acordado por ambos rivales en junio.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró este viernes que los pueblos de ambos países sufrieron "terribles pérdidas" durante dos años de guerra. "Ahora sus gobiernos mostraron el compromiso de crear condiciones para la paz y la prosperidad", dijo.

"Quiero asegurarle a los gobiernos de Eritrea y Etiopía que Unmee (Misión de las Naciones Unidas en Eritrea y Etiopía) y la familia entera de la ONU en ambos países harán todo lo posible para ayudarlos en ese sentido", dijo Annan en un informe dirigido al Consejo de Seguridad.

Inmediatamente después de crearse la misión de paz en junio, la ONU envió a 100 observadores militares, junto con el personal civil de apoyo, a los dos países.

Los 4.200 cascos azules reforzarán la fuerza internacional existente en la frontera de casi 1.000 kilómetros entre Eritrea y Etiopía. Annan advirtió que, "en definitiva, sólo los países mismos pueden darle paz duradera a sus pueblos".

El acuerdo de paz, firmado con el apoyo de la Organización de la Unidad Africana, creó una zona de separación de 25 kilómetros junto a la frontera en el territorio eritreo. La fuerza de la ONU, en su mayoría integradas por africanos, se desplegará en Eritrea.

La autoridad de la misión de paz terminará cuando el proceso de demarcación haya concluido.

En su informe al Consejo de Seguridad, Annan precisó que la cantidad de personas desplazadas internamente en Eritrea aumentó a 1,1 millones en junio, frente a los 372.000 que había en enero.

"Los cientos de miles de desplazados que residen en campamentos o asentamientos… representan una tremenda carga para los mecanismos socioeconómicos", señaló el informe. Así mismo, 94.000 eritreos buscaron refugio en el vecino Sudán.

El informe también advirtió que a Eritrea le preocupa que las reservas de alimentos se vayan a acabar en septiembre. Aunque se esperan cargamentos de alimentos, no bastarán para satisfacer las necesidades de la población.

"La situación se exacerba porque comenzó la temporada de lluvias y hay una necesidad urgente de conseguir y distribuir ayuda humanitaria", dijo Annan.

En Etiopía, por otra parte, la fuerte sequía causó importantes migraciones, aumentó la desnutrición, la pérdida de ganado y la incidencia de enfermedades, así como la vulnerabilidad general de la población rural, agregó.

El gobierno etíope calcula que más de 10 millones de habitantes necesitan ayuda alimentaria de emergencia.

"Aunque el gobierno etíope y las organizaciones humanitarias desean ayudar a retornar a los desplazados a sus hogares en las zonas fronterizas, las minas terrestres y los explosivos no detonados siguen siendo un fuerte impedimento para la repatriación", indicó Annan.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados concluyó el año pasado que el conflicto del Cuerno de Africa era la "guerra más grande del mundo" en 1999 porque involucraba a 250.000 soldaods, decenas de meses de víctimas y más de 60.000 civiles desplazados.

La tensión política entre los dos países continuó desde que la provincia rebelde de Eritrea se independizó en mayo de 1993, convirtiendo a Etiopía en un país sin salida al mar. (FIN/IPS/tra-en/td/da/aq/ip/00

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